Un equipo de investigadores ha encontrado microplásticos en la cadena alimentaria humana en forma de partículas hechas de polipropileno (PP), polietileno-tereftalato (PET) y otras en heces humanas, según revela una investigación que se presenta en la 26ª Semana de la Unidad Europea de Gastroenterología (UEG), que se celebra en Viena (Austria).

Investigadores de la Universidad Médica de Viena y la Agencia de Medio Ambiente de Austria supervisaron a un grupo de participantes de países de todo el mundo, incluidos Finlandia, Italia, Japón, Países Bajos, Polonia, Rusia, Reino Unido y Austria. Los resultados revelan que cada muestra de heces solo dio positivo por la presencia de microplásticos y se identificaron hasta nueve tipos de plásticos diferentes.

Los microplásticos son pequeñas partículas de plástico de menos de 5 mm y se utilizan en diversos productos para fines específicos, además de ser creados involuntariamente por la ruptura de piezas más grandes de plástico a través de la intemperie, degradación y el desgaste. El microplástico puede afectar a la salud humana a través del tracto gastrointestinal, donde podría afectar a la tolerancia y la respuesta inmune del intestino mediante la bioacumulación o ayudando a la transmisión de químicos tóxicos y patógenos.

El estudio piloto se realizó con ocho participantes de todo el mundo. Cada persona mantuvo un diario de alimentos en la semana previa a la recogida de muestras de las heces. Los diarios mostraron que todos los participantes estaban expuestos a los plásticos al consumir alimentos envueltos en plástico o al beber de botellas de plástico. Ninguno de los participantes era vegetariano y seis de ellos consumían pescado de mar.

Las heces se analizaron en la Agencia de Medio Ambiente de Austria para detectar diez tipos de plásticos siguiendo un procedimiento analítico recientemente desarrollado. Se encontraron hasta nueve plásticos diferentes, con un tamaño de entre 50 y 500 micrómetros, siendo los más comunes el polipropileno (PP) y el tereftalato de polietileno (PET). En promedio, los investigadores encontraron 20 partículas microplásticas por 10 gramos de heces.

Incluso en el hígado

El investigador principal, el doctor Philipp Schwabl, encargado de presentar los hallazgos en la 26ª Semana de la UEG, comenta: "Este es el primer estudio de este tipo y confirma lo que sospechamos hace mucho tiempo, que los plásticos finalmente llegan al intestino humano. Preocupa especialmente lo que esto significa para nosotros y, sobre todo, para los pacientes con enfermedades gastrointestinales".

Y añade: "Aunque las concentraciones plásticas más altas en estudios con animales se han encontrado en el intestino, las partículas microplásticas más pequeñas son capaces de pasar al torrente sanguíneo, al sistema linfático e incluso pueden llegar al hígado. Tenemos la primera evidencia de microplásticos dentro de los humanos y necesitamos más investigación para comprender qué significa esto para la salud humana".

La producción global de plásticos ha aumentado sustancialmente desde la década de 1950 y continúa creciendo cada año. Por sus muchas características prácticas, los plásticos están generalizados en la vida cotidiana y los seres humanos están expuestos a los plásticos de muchas maneras. Se estima que, a través de la contaminación, el 2-5 por ciento de todos los plásticos producidos terminan en los mares.

Una vez en el océano, los plásticos son consumidos por los animales marinos y entran en la cadena alimenticia donde, en última instancia, es probable que los humanos los consuman. Importantes cantidades de microplásticos se han detectado en el atún, la langosta y el camarón. Más allá de eso, es muy probable que durante varios pasos del procesamiento de alimentos o como resultado del empaquetado se estén contaminando con plásticos.