La joven activista sueca Greta Thunberg ha llegado, por fin, tras casi 21 días de navegación en catamarán por el Atlántico norte, a Lisboa (Portugal) desde donde viajará a Madrid, en una ruta y medio de transporte aún sin confirmar, probablemente en tren, para asisstir a la XXV Conferencia de las Partes de Cambio climático de la ONU (COP25) donde se dirigirá a los líderes mundiales para exigirles ambición y urgencia para luchar contra la emergencia climática.

El barco en el que Greta junto a su padre y la familia australiana con la que se embarcó surcaba ayer martes el Tajo corriente arriba en el catamarán con varios barcos que la han acompañado en las últimas millas náuticas.

Aunque al principio la joven fue más bien esquiva con algunos periodistas que desde un barco aledaño le preguntaban qué tal estaba y si tenía ganas de llegar a Madrid. Greta se dio la vuelta tras contestar con un aséptico "bien" y se puso de espaldas a ellos.

Sin embargo, a pocos metros de llegar a buen puerto, la joven comenzó a saludar a los jóvenes que la esperaban en el muelle de la capital lusa, con pancartas y canciones coreando su nombre.

Greta puso pie en tierra con su ya mítico cartel de Huelga escolar por el clima, que la acompaña desde hace casi un año, cuando comenzó a manifestarse cada viernes ante el Parlamento de Suecia. Su gesto dio lugar al movimiento Jóvenes por el Clima que en todo el mundo se han ido sumando a la reclamación de exigencia de acción climática a todos los Gobiernos.

Un barco con activistas de Extinction Rebelion vestidos con trajes rojos y pancartas contra la emergencia climática también la han acompañado en los últimos metros.

Recibida por los jóvenes con gritos de "Greta es nuestra voz" la adolescente sueca era esperada por el alcalde de Lisboa y por dos jóvenes del movimiento Fridays for Future que ella inspiró y que le han entregado un reloj de arena.

La joven dijo que descansaría un par de días en Portugal para después trasladarse a la Cumbre del Clima de Madrid, donde se dirigirá a los líderes y participará en la marcha climática del 6 de diciembre en la capital española. Una vez que termine la Cumbre, emocionada, ha dicho que se irá a su casa "por Navidad".