Con más de dos millones de personas hacinadas en 360 quilómetros cuadrados y su progresivo encierro y limitación de recursos, la Franja de Gaza se ha ido convirtiendo poco a poco en el mayor campo de concentración del mundo.

La población gazatí se encuentran encerrada en una ínfima parte del que fuera su territorio y del que ahora deben huir o arriesgarse a morir en la guerra, la persecución y los bombardeos por la que es masacrada.

Sumario

 

Hasta la fecha los bombardeos de Israel ya han asesinado a 11.180 personas, entre los que se encuentran 4.609 niñas y niños de Palestina, según el Ministerio de Sanidad gazatí. 

 

La formación de campos de refugiados

 

Campos de refugiados en la Franja de Gaza / Infografía: EcoAvant.com Campos de refugiados en la Franja de Gaza / Infografía: EcoAvant.com

Esta situación en Palestina comenzó con el plan de partición de la ONU de 1947, cuando el territorio histórico palestino se dividió en dos estados, uno judío y otro árabe. La consiguiente guerra árabe-israelí de 1948 generó un éxodo de 700.000 palestinos que huyeron de su hogar a medida que el ejército israelí avanzaba hacia ellos. Cuando la ofensiva de ocupación acabó y los desplazados quisieron volver a sus lugares de origen se encontraron con la total imposibilidad de regresar a sus casas y hogares. Así, lo que eran tiendas de campaña concebidas para una huida momentánea de una invasión, acabaron convirtiéndose en ciudades de refugiados, donde los palestinos expulsados de sus tierras convivían hacinados, confiando en un regreso que nunca se daría.

La condición de refugiado palestino alcanza tanto a esos 700.000 desplazados originarios como a todos sus descendientes, que se estima en un total de 5,9 millones de refugiados en la actualidad. Estos millones de personas se encuentran dispersas entre el territorio palestino y los países árabes de su alrededor con un total de 58 campamentos para las personas huidas por el terror de la violencia y la muerte

La condición de refugiado palestino alcanza tanto a esos 700.000 desplazados originarios como a todos sus descendientes, que se estima en un total de 5,9 millones de refugiados en la actualidad. Estos millones de personas se encuentran dispersas entre el territorio palestino y los países árabes de su alrededor con un total de 58 campamentos para las personas huidas por el terror de la violencia y la muerte.

Estos campamentos están distribuidos en Cisjordania, la Franja de Gaza, Jordania, Siria y Líbano. Así, a los más de 1,5 millones de refugiados de Gaza y los 900.000 de Cisjordania, se suman más de 2,3 millones de palestinos desplazados a Jordania, 580.000 en Siria y 480.000 en Líbano.

 

El bloqueo de la Franja y las precarias condiciones de vida

 

Población en Gaza, Palestina / Mapa: EA Población en Gaza, Palestina / Mapa: EA

A esta situación de desplazamiento forzado de la población de sus hogares se suma el progresivo bloqueo de Israel de la Franja de Gaza. Desde la llegada de Hamás al poder en 2007, el embargo israelí ha ido ahogando poco a poco el modo de vida de los gazatíes.

Israel comenzó a cerrar pasos fronterizos, así como el punto de suministro de combustible de Nahal Oz en 2010 para acrecentar la dependencia energética de la Franja. Además, los dos pasos con territorio israelí que permanecían abiertos, Erez y Kerem Shalom, se regían bajo un exhaustivo control con todo tipo de restricciones al comercio de bienes y mercancías de Gaza con el exterior.

Hasta la nueva ofensiva actual, tan sólo el paso de Rafah hacia Egipto, única frontera que Gaza no compartía con Israel, era un soplo de aire fresco que permitía una mínima interacción de los gazatíes con el exterior, aunque con el último conflicto también ha sido cerrado a cal y canto, abriéndose tan sólo a cuentagotas para la llegada de contados convoys de ayuda humanitaria

Hasta la nueva ofensiva actual, tan sólo el paso de Rafah hacia Egipto, única frontera que Gaza no compartía con Israel, era un soplo de aire fresco que permitía una mínima interacción de los gazatíes con el exterior, aunque con el último conflicto también ha sido cerrado a cal y canto, abriéndose tan sólo a cuentagotas para la llegada de contados convoys de ayuda humanitaria y para permitir la salida de ciudadanos extranjeros y algunos palestinos con permiso para abandonar Gaza.

Si esta limitación de las fronteras no fuera suficiente, Israel desarrolló un muro que rodea por completo la Franja de Gaza. Este muro de hormigón consta de una zona de exclusión por el lado gazatí, múltiples torres de vigilancia y en 2021 se acabó de construir una barrera subterránea para corroborar el total aislamiento de la Franja.

Este aislamiento sin poder salir, interactuar, tener recursos o expectativas mantiene presa en su territorio a una población muy joven, con una edad media de 18 años, que sufre una tasa de paro descomunal y que no tiene la posibilidad de encontrar medios ni recursos para desarrollar una vida con los mínimos estándares de calidad y dignidad humana.

 

El éxodo por la actual guerra

 

El actual conflicto no ha hecho sino acentuar esta penosa situación. En un emplazamiento tan densamente poblado, las acciones militares israelíes han provocado un nuevo éxodo de la población de la Franja. En varias ocasiones Israel ha llamado a los gazatíes a marcharse de la mitad norte hacia el sur para no resultar heridos en sus operaciones, incluyendo en esta petición a los 700.000 habitantes de la capital de Gaza.

Este nuevo desplazamiento generará una mayor concentración de población en la mitad sur de la Franja, con los campamentos absolutamente saturados. Los refugiados que habían logrado algo parecido a un hogar, volverán a convertirse en refugiados de segundo nivel, huyendo desde lo que habían convertido en una casa precaria a lo que ahora será un absoluto sin hogar

Este nuevo desplazamiento generará una mayor concentración de población en la mitad sur de la Franja, con los campamentos absolutamente saturados. Los refugiados que habían logrado algo parecido a un hogar, volverán a convertirse en refugiados de segundo nivel, huyendo desde lo que habían convertido en una casa precaria a lo que ahora será un absoluto sin hogar.

De hecho, en la actualidad ya hay 1,5 millones de desplazados internos en Gaza, con más de 700.000 personas alojándose en instalaciones de la ONU, 120.000 en hospitales, iglesias o edificios públicos, 130.000 en otro tipo de escuelas y el resto con familiares o amigos.

Este movimiento de la población hacia el sur comprende un orden de desalojo de los gazatíes, primero desplazándose para huir de los bombardeos sistemáticos sobre la mitad norte, aunque eso no haya impedido los ataques sobre la mitad sur. Tras la operación de invasión terrestre el movimiento de los refugiados hacia el sur continuaría mientras el ejército israelí iría ocupando la Franja poco a poco, con la excusa de inutilizar las infraestructuras de Hamás y anular su famosa red de túneles.

En el desarrollo de estas actividades bélicas Israel ya habría podido cometer varios crímenes de guerra como el bloqueo a la población civil privándole de sus suministros; el desplazamiento forzado de la población expulsándola desde el norte hacia la mitad sur

En el desarrollo de estas actividades bélicas Israel ya habría podido cometer varios crímenes de guerra como el bloqueo a la población civil privándole de sus suministros; el desplazamiento forzado de la población expulsándola desde el norte hacia la mitad sur; el ataque a instalaciones civiles con bombardeos sobre viviendas y campos de refugiados; o la utilización de armas indiscriminadas como podría ser el uso de fósforo blanco según denuncia Amnistía Internacional.

 

Wikileaks filtra el plan de Israel para el desplazamiento forzado de civiles de Gaza a Egipto

 

La única salida natural posible de este nuevo flujo de refugiados palestinos hacia el sur sería el Sinaí egipcio, destino que Egipto ha negado argumentando que no quiere albergar posibles operaciones de Hamás en su territorio, pero que quizá esté más relacionado con el temor a que el asentamiento en su territorio se convirtiera en definitivo. De hecho, un documento de Wikileaks destapa un plan de Israel para construir varias ciudades en el Sinaí, abriendo un pasillo humanitario hacia dicha zona y asentando a la población refugiada gazatí, que ya no volvería al territorio de la Franja.

Un documento verificado del Ministerio de Inteligencia israelí del 13 de octubre sugiere que el desplazamiento forzado de civiles de Gaza a Egipto 'produciría resultados estratégicos positivos y de largo plazo

WIKILEAKS

"Un documento verificado del Ministerio de Inteligencia israelí del 13 de octubre sugiere que el desplazamiento forzado de civiles de Gaza a Egipto 'produciría resultados estratégicos positivos y de largo plazo. El documento asesor prevé un proceso de tres etapas que incluye el establecimiento de ciudades de tiendas de campaña en el Sinaí y la apertura de un corredor humanitario. seguido de la construcción de ciudades en el norte del Sinaí desde las cuales no habría retorno #Gaza", detalla el Wikileaks en su cuenta de X (anteriormente Twitter):

 

Los intereses de Israel en vaciar la Franja: hidrocarburos y genocidio

 

Personas refugiadas palestinas en Oriente Medio y yacimientos de gas frente a Gaza e Israel / Infografía: EA Personas refugiadas palestinas en Oriente Medio y yacimientos de gas frente a Gaza e Israel / Infografía: EA

Este movimiento de expulsión de la población de Gaza también encuentra un trasfondo económico. Casi coincidiendo con el conflicto, Israel ha abierto licencias a varias compañías internacionales para la explotación de los recursos gasísticos de su costa mediterránea. En un contexto de necesidad energética por la crisis ucraniana, estas exportaciones son de gran carácter estratégico y le otorgan una poderosa moneda de cambio para negociar la postura de muchos países sobre sus actuaciones en el conflicto.

En los múltiples campos de gas que se encuentran en su zona de explotación o en ubicaciones limítrofes con otros Estados, Israel ha llegado a varios acuerdos para el entendimiento con países fronterizos como Líbano o Egipto. Pero en el caso de Gaza resulta de mayor interés el control de los yacimientos de gas Marine 1 y 2, a unos 35 kilómetros de la costa gazatí. Estos yacimientos estarían en la actualidad sin explotar y se encontrarían en aguas territoriales de Gaza, pero como la Franja no tiene derecho a explotar sus recursos naturales, permanecían inactivos. Aunque por las presiones internacionales Israel llegó a dar su beneplácito para la explotación de los campos con múltiples restricciones a principios de año, si había alguna esperanza de poder explotarlos para el beneficio gazatí y así poder reducir su asfixiante dependencia energética, la situación queda en absoluto suspenso.

El 29 de octubre, el ministro de Energía israelí, Israel Kartz, formalizó el cierre de la concesión de 12 licencias para la exploración de gas fósil en la costa mediterránea de Israel. Este movimiento se produce en un momento crítico, durante la ofensiva militar en la Franja de Gaza. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, expresó la necesidad de "acelerar las exportaciones a Europa"

El 29 de octubre, el ministro de Energía israelí, Israel Kartz, formalizó el cierre de la concesión de 12 licencias para la exploración de gas fósil en la costa mediterránea de Israel. Este movimiento se produce en un momento crítico, durante la ofensiva militar en la Franja de Gaza. Empresas como Eni de Italia, BP del Reino Unido y Socar de Azerbaiyán están ampliando sus operaciones en el sector del gas en la región. Cabe destacar que meses atrás, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, expresó la necesidad de "acelerar las exportaciones a Europa".

Hajo Meyer, superviviente de Auschwitz, ya hizo en 2006 una advertencia del paralelismo entre la situación de Gaza y el genocidio nazi. Ambos eran procesos progresivos, con un lento discurrir en el que se iban produciendo sucesivos avances y que nunca tenían marcha atrás

Pero la apropiación y explotación de estos recursos naturales es sólo otra excusa más para la expulsión de los palestinos de Gaza. Hajo Meyer, superviviente de Auschwitz, ya hizo en 2006 una advertencia del paralelismo entre la situación de Gaza y el genocidio nazi. Ambos eran procesos progresivos, con un lento discurrir en el que se iban produciendo sucesivos avances y que nunca tenían marcha atrás.

Primero los nazis encerraban a la población a exterminar en guetos, mientras en Gaza debían huir de su hogar hacia un territorio limitado por un muro; después los nazis mandaron a los judíos a campos de trabajo y concentración, cuando en Gaza se derribaban las viviendas y posesiones; posteriormente los nazis despojaban a la gente de sus pertenencias y dignidad, a la vez que en Gaza se realiza un bloqueo que no permite las condiciones mínimas para una supervivencia digna; hasta que finalmente se aplicó la solución final en el Holocausto, donde en Gaza, en vez de cámaras de gas, actuarán los tanques y los bombardeos.

Referencias