Al menos 64.871 palestinos han sido asesinados y más de 164.500 han sido heridos desde que comenzara el conflicto entre Israel y Gaza. Las cifras desde el mes de marzo, cuando Israel rompió de manera unilateral el alto el fuego, ascienden a más de 12.300 fallecidos y 52.500 heridos. En los últimos días el principal objetivo israelí parece dirigirse hacia la capital gazatí, cuyo desalojo ha sido ordenado ante la cada vez más inminente operación terrestre sobre la ciudad de Gaza. Mientras la comunidad internacional se debate entre la condena o censura a la actitud israelí, el régimen de Netanyahu no ha dudado en atacar de manera directa a los líderes de Hamás desplazados para las reuniones de paz en Doha.
Los bombardeos y ataques israelíes

Los ataques de Israel no cesan por toda la geografía de la Franja, aunque ahora el principal objetivo del ejército israelí es la Ciudad de Gaza, que permanece asediada y cuya invasión terrestre parece cada vez más próxima. Durante los últimos días, los bombardeos israelíes se han dirigido de manera sistemática hacia la destrucción de al menos una decena de edificios residenciales de varias plantas, donde todavía tenían su refugio miles de personas. Esta planeada destrucción de las infraestructuras y viviendas de la capital toma mayor importancia si tenemos en cuenta la reiterada orden del ejército israelí de evacuar totalmente la capital, donde todavía permanecen cientos de miles de personas. Esta ingente masa de población es empujada hacia el sur de la Franja, pero la situación de superpoblación de la zona meridional complica sobremanera este nuevo éxodo.
Pero Israel no solo ha atacado a la capital, sino que el resto de la geografía también se ve salpicada por bombardeos y todo tipo de ataques, especialmente crueles en el caso de aquellos dirigidos contra la masa de población civil que acude en busca de ayuda humanitaria, en los que ya habrían muerto unas 2.500 personas. Nuseirat, Rafah, Bureij o Mawasi son algunos de los lugares donde aparecen víctimas de una manera casi diaria.
La catástrofe humanitaria y la falta de ayuda internacional
Dentro de la endémica falta de suministros que sufre la Franja, surgen iniciativas individuales, como la de la flotilla Sumud, que partió desde España y de momento ha recalado en Túnez en un intento de romper el bloqueo de Gaza. En dichos barcos viajan, como cabezas más visibles, la exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y la activista sueca Greta Thunberg, y ya han denunciado en varias ocasiones lo que serían ataques selectivos de drones lanzados por parte de Israel.
Mientras tanto, la desnutrición campa a sus anchas por la Franja, donde Unicef ya ha diagnosticado a más de 12.000 niños con desnutrición aguda. Los debates se mantienen con fluidez en múltiples foros internacionales. Prácticamente todos condenan la situación de, según palabras del pleno del Parlamento Europeo, “catástrofe humanitaria en la Franja de Gaza”, pero la gran mayoría rechaza catalogar directamente de manera oficial como genocidio a lo allí ocurrido. Dentro de esta actitud de condena internacional empiezan a llegar las primeras propuestas de sanciones, como la realizada por Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, que ha abogado por suspender de manera parcial el acuerdo comercial entre la UE e Israel.
El ámbito regional del conflicto y el alto el fuego
De hecho, la propia ONU celebró una votación donde respaldó una declaración que daría un nuevo impulso a la solución de los dos Estados de Israel y Palestina, aunque siempre con la exclusión tajante de cualquier tipo de participación de Hamás en dicho futuro.
La posibilidad de un acuerdo de alto el fuego continúa muy lejana. De hecho, mientras se desarrollaban negociaciones en Qatar para discutir una posible tregua, Israel no dudó en lanzar un ataque selectivo contra los líderes de Hamás que se encontraban en dicha negociación. Esta intervención unilateral israelí contra territorio qatarí provocó la condena unánime del Consejo de Seguridad de la ONU y fue otro duro golpe para la evolución de unas posibles negociaciones de paz.
En el ámbito regional, dos hechos han marcado la actualidad de los últimos días. En primer lugar, el atentado contra un autobús en Jerusalén que dejó seis víctimas mortales, entre ellos un español. En el ataque, dos asaltantes dispararon contra los ocupantes de un autobús, hecho que ha desatado una ola de detenciones en Cisjordania. Por otro lado, Israel ha vuelto a intensificar los bombardeos contra Yemen en el ámbito de su lucha contra los rebeldes hutíes, que prosiguen en su intento de atacar Israel con cohetes y drones, con escaso éxito por su parte.
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