El Departamento de Transporte del Reino Unido otorgó 400.000 libras esterlinas (477.510 euros), a The Northern Ireland Green Seas, un consorcio de colaboración entre empresas y universidades que se ha propuesto investigar fórmulas para descarbonizar el transporte marítimo en Irlanda del Norte, a escasas semanas de finalizar el año 2021.

Sumario

 

El consorcio está formado por Power NI, la mayor empresa de energía eléctrica en la región; la distribuidora de electricidad Northern Ireland Electricity Networks Limited

El consorcio está formado por Power NI, la mayor empresa de energía eléctrica en la región; la distribuidora de electricidad Northern Ireland Electricity Networks Limited; la empresa tecnológica Artemis Technologies, líder en descarbonización del transporte marítimo; la firma de ingeniería global Mott MacDonald; las universidades de Ulster y de Queen, y el Puerto de la ciudad de Belfast, capital de Irlanda del Norte. 

 

Hacia una economía de cero emisiones de carbono

 

Turbinas eólicas marinas en el parque eólico marino Barrow frente a la isla de Walney en el Mar de Irlanda / Foto: Wikimedia Turbinas eólicas marinas en el parque eólico marino Barrow frente a la isla de Walney en el Mar de Irlanda / Foto: Wikimedia

El premio se enmarca en la competición Clean Maritime Demonstration, sobre reducción de gases de efecto invernadero en el sector marítimo británico en base a las directrices de dos hojas de ruta: el Plan Marítimo Limpio de 2019 y el Plan de Diez Puntos para una Revolución Industrial Verde para acelerar la transición del país hacia una economía de cero emisiones de carbono en vistas a 2050.

El concurso, dotado de 23.259.000 libras esterlinas (27.766.012,73 de euros), ha galardonado a otros 54 proyectos en los que participan un total de 208 actores locales, públicos y privados

El concurso, dotado de 23.259.000 libras esterlinas (27.766.012,73 de euros), ha galardonado a otros 54 proyectos en los que participan un total de 208 actores locales, públicos y privados. Sus esfuerzos se dirigirán a diseñar y desarrollar diversas tecnologías para la fabricación de embarcaciones inteligentes, limpias, y en hacer más sostenibles los puertos marítimos del país, entre otras muchas ideas.

 

Cortar las emisiones desde los puertos

 

El hidrógeno es el elemento químico más abundante del planeta, se encuentra presente en el 75% de la materia / Foto: Acciona El hidrógeno es el elemento químico más abundante del planeta, se encuentra presente en el 75% de la materia / Foto: Acciona

El estudio de The Northern Ireland Green Seas (1) se ha puesto como objetivo proponer soluciones bajas en carbono, y una de sus prioridades será el impulso del hidrógeno verde; su producción, abastecimiento, así como la implantación de barcos propulsados por esta fuente de energía limpia.

Según el director del Departamento de Servicio al Cliente en Power NIWilliam Steele, el proyecto tomará como referencia el trabajo que su corporación ya llevó a cabo junto con la empresa de transporte terrestre Translink, liderando el suministro de hidrógeno verde a autobuses de dos pisos en Belfast.

Con la electricidad en puerto se elimina prácticamente la presencia de todo contaminante en las aguas portuarias relacionadas con los motores auxiliares

Otra de sus grandes apuestas será la generalización de la electricidad en puerto (SSE), shore-side energy, especialmente útil para buques grandes como petroleros, graneleros, cruceros y ferries. Durante sus largos atraques, necesarios para las operaciones de carga y descarga, la SSE les permite conectarse a la red eléctrica del puerto y depender menos de los motores auxiliares, alimentados normalmente con diesel.

Entre otros mucho beneficios, con la electricidad en puerto se elimina prácticamente la presencia de todo contaminante en las aguas portuarias relacionadas con los motores auxiliares, el ruido que estos producen –que perturba el paisaje sonoro de las ciudades donde se inscriben los puertos–, y se reduce a la mitad las emisiones de efecto invernadero relacionadas con la combustión.

 

Belfast, futuro modelo de descarbonización marítima

 

Belfast Harbour y Titanic Quarter Limited han anunciado el lanzamiento de una consulta temprana para el desarrollo de un Plan Maestro de Transporte Estratégico sostenible para Queen's Island, Belfast / Foto: Puerto de Belfast Belfast Harbour y Titanic Quarter Limited han anunciado el lanzamiento de una consulta temprana para el desarrollo de un Plan Maestro de Transporte Estratégico sostenible para Queen's Island, Belfast / Foto: Puerto de Belfast

La investigación del consorcio evaluará las necesidades de tres ubicaciones marítimas: el Puerto de Belfast, que representa el 20% del área de la ciudad al mismo tiempo que es el centro de distribución y logística de Irlanda del Norte; el puerto deportivo de Bangor Marina y la isla remota de Rathlin.

Para la ministra de Infraestructuras británica, Nichola Mallon, el estudio aprovechará la experiencia y la inversión de las empresas locales, la academia y el gobierno, y sentará las bases para futuros proyectos que permitirán a Belfast convertirse en una de las ciudades líderes globales en cuanto a tecnología marítima sin emisiones y estructuras portuarias limpias.

Estamos comprometidos con lograr cero emisiones netas de carbono de nuestras operaciones para el año 2030 y ya estamos tomando medidas para digitalizar y descarbonizar 

IAN LANG, director de sostenibilidad del  Puerto de Belfast

En el caso del Puerto de Belfast, también parte del consorcio, su ambición es convertirse en un puerto verde líder en el mundo. “Estamos comprometidos con lograr cero emisiones netas de carbono de nuestras operaciones para el año 2030 y ya estamos tomando medidas para digitalizar, descarbonizar y descentralizar nuestro uso de energía, comprando toda nuestra electricidad a fuentes bajas en carbono e introduciendo el uso de vehículos eléctricos dentro de nuestra flota”, afirma el director de sostenibilidad e infraestructura del Puerto, Ian Lang.

“Como puerto fiduciario [organismo independiente en Gran Bretaña] socialmente responsable, estamos incorporando la sostenibilidad en cada parte de nuestro negocio, para reducir aún más la contaminación y proteger y mejorar nuestro entorno natural. Estamos entusiasmados con ser parte del consorcio y esperamos ver cómo los resultados de este estudio sobre la descarbonización del transporte marítimo pueden acelerar nuestro viaje hacia la sostenibilidad y respaldar el crecimiento económico y el empleo en este sector”, remarca Lang.

 

El impacto del transporte marítimo

 

Un buque transporta molinos de viento / Foto: Fourth Greenhouse Gas Study - OMI Un buque transporta molinos de viento / Foto: Fourth Greenhouse Gas Study - OMI

Paralelamente al esfuerzo mundial para frenar el calentamiento global, se está produciendo una liberación progresiva del comercio internacional, por lo que la flota de buques no ha dejado de crecer en nuestros océanos.

Según datos de Clarksons Research (2), empresa de estudios del sector marítimo, en 2019 la flota mundial de barcos mercantes de arqueo superior a 100 gigatoneladas, esto es, con potencial de carga de 100 toneladas o más, rozaba las 100.000 unidades.

Empeora la calidad del aire, contribuye a la contaminación de las aguas de los océanos, a su acidificación y genera mucho ruido, llegando a afectar severamente a la fauna marina

Aunque menor que el generado por vía aérea, el comercio por mar tiene un gran impacto para el medio ambiente. Empeora la calidad del aire, contribuye a la contaminación de las aguas de los océanos y a su acidificación, genera mucho ruido tanto en los puertos –y las ciudades en las que estos se inscriben– como en alta mar, llegando a afectar severamente a la fauna marina; por ejemplo, a la vida de muchos cetáceos en peligro de extinción (3).

Los grandes barcos se han convertido en los mayores emisores de dióxido de azufre (SO2), emitiendo 10 veces más que los 260 millones de vehículos europeos

FEDERACIÓN EUROPEA DE TRANSPORTE Y AMBIENTE

Según un reciente estudio (4) de la Organización Marítima Internacional (OMI), estima que “el transporte marítimo en total emitió 1.056 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) en 2018, lo que representa alrededor del 2,89% del total de las emisiones de CO2 antropogénicas de ese año”.

Además, en el continente europeo, según la Federación Europea de Transporte y Ambiente, los grandes barcos se han convertido en los mayores emisores de dióxido de azufre (SO2) (5), emitiendo 10 veces más SO2 que los 260 millones de vehículos que circulan por las carreteras europeas.

 

60.000 muertes anuales

 

Vista de la contaminación del aire en la costa de Shanghái, China / Foto: Pixabay Vista de la contaminación del aire en la costa de Shanghái, China / Foto: Pixabay

El azufre en la atmósfera está muy relacionado con numerosas enfermedades en humanos, sobre todo las respiratorias, y es responsable de cientos de miles de muertes prematuras en el mundo. Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos, los gases tóxicos emitidos por el conjunto de barcos mercantes que surcan los océanos provocan más de 60.000 muertes anuales (6).

El sector del comercio marítimo ha sido además asociado a la presencia de otros gases altamente contaminantes como los óxidos de nitrógeno, aportando el 9% de las emisiones mundiales totales.

La norma, de obligado cumplimiento a nivel mundial, supondrá una redución del 77% de las emisiones totales, esto es, 8,5 millones de toneladas menos de óxidos de azufre

Por muchos años, la OMI permitió que los barcos circulasen con combustibles baratos –menos refinados que los usados en el transporte por carretera–, que contienen elevadas cantidades de azufre, cenizas y metales pesados. No obstante, desde el enero de 2020, el límite mundial del contenido de azufre del combustible de los buques se ha reducido de 3,5% al 0,5%.

La norma, de obligado cumplimiento a nivel mundial, supondrá una redución del 77% de las emisiones totales, esto es, 8,5 millones de toneladas menos de óxidos de azufre, con lo que se espera que disminuyan de manera general los derrames cerebrales, el asma, el cáncer de pulmón y otras enfermedades pulmonares y cardiovasculares, así como fenómenos como la lluvia ácida, que perjudica bosques y cultivos.

Referencias