El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha llegado este martes a Somalia, sumido en una grave crisis humanitaria y en medio de un repunte de las operaciones de lucha contra Al Shabaab, vinculado a la organización terrorista Al Qaeda.

"Siempre visito países musulmanes durante el mes sagrado de Ramadán, ayunando en solidaridad y compartiendo el 'iftar' --la comida con la que se rompe el ayuno--", ha dicho Guterres en su cuenta en la red social Twitter. "Hoy, me alegra continuar esta tradición en Somalia", ha afirmado, antes de dar las gracias al presidente somalí, Hasán Sheij Mohamud, por la "cálida bienvenida".

La Presidencia somalí ha señalado que ambos han mantenido "discusiones productivas" y ha añadido que el mandatario "ha dado las gracias al jefe de la ONU por esta visita histórica y solidaria a Somalia en medio de los esfuerzos para hacer frente a los desafíos humanitarios y la aceleración de la guerra contra el terrorismo".

Según las informaciones recogidas por la agencia somalí de noticias SONNA, Sheij Mohamud y Guterres han abordado asuntos de cooperación, alivio de la deuda, desarrollo económico, reconciliación y seguridad nacional. "Es una visita para apoyar al Gobierno y al proceso democrático en Somalia", ha ensalzado el presidente somalí, que ha manifestado que la presencia de Guterres en Mogadisco es una muestra del "total compromiso" de la ONU con los planes del Ejecutivo.

 

El país "está logrando progresos"

 

"Confiamos en que el pueblo somalí sea capaz de superar los problemas y desafíos a los que aún hace frente a través de la finalización de la liberación del país y la reconciliación", ha aseverado el presidente de Somalia, que ha hecho hincapié en que el país "está logrando progresos". "Estamos avanzando. En el plano de la seguridad, Somalia está liberando el país de la lacra del terrorismo internacional, presente desde hace un par de décadas", ha argumentado.

Somalia ha incrementado en los últimos meses las ofensivas contra Al Shabaab con apoyo de clanes y milicias locales como parte de una serie de decisiones adoptadas por Sheij Mohamud, quien prometió al asumir el cargo poner la lucha antiterrorista en el centro de sus esfuerzos para estabilizar el país africano.

El país hace frente a una grave crisis humanitaria ahondada por la sequía y el aumento de los precios de los productos básicos. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF), unas 43.000 personas murieron en Somalia en 2022 por la grave sequía que padece el país africano, la mitad de ellas niños menores de cinco años.