Las adolescentes que tienen mayor dificultad para resolver eficazmente los problemas interpersonales cuando experimentan estrés social, y que experimentan más estrés interpersonal en sus vidas, tienen mayor riesgo de comportamiento suicida, sugiere una investigación publicada por la Asociación Americana de Psicología en el Journal of Psychopathology and Clinical Science (1).

El suicidio es la segunda causa de muerte entre los/las adolescentes, y las tasas de comportamiento suicida son particularmente altas entre las chicas. Investigaciones anteriores han descubierto que los factores estresantes interpersonales, como los conflictos con compañeros, amigos y familiares, están relacionados con el comportamiento suicida.

 

La escasa capacidad para resolver problemas sociales

 

Algunas teorías sobre el comportamiento suicida sugieren que la escasa capacidad para resolver problemas sociales puede contribuir a esta relación, posiblemente porque los/las adolescentes con menor capacidad para resolver problemas sociales son más propensos a ver el suicidio como una solución viable a su angustia cuando sienten que han agotado otras opciones.

El nuevo estudio pretendía probar estas asociaciones teniendo en cuenta tanto medidas de estrés social simuladas experimentalmente como medidas del mundo real.

 

185 chicas de entre 12 y 17 años

 

"Los hallazgos proporcionan apoyo empírico a las teorías cognitivas y conductuales del suicidio que sugieren que los déficits en las capacidades para gestionar y resolver eficazmente los problemas interpersonales pueden estar relacionados con el comportamiento suicida --destaca la autora principal del estudio Olivia Pollak, de la Universidad de Carolina del Norte (Estados Unidos)--. Clínicamente, esto es notable, ya que la resolución de problemas ocupa un lugar destacado en varios tratamientos para conductas suicidas o autolesivas".

Las participantes completaron una tarea que evaluaba sus habilidades de resolución de problemas sociales, que implicaba responder a escenarios que implicaban conflictos interpersonales o desafíos con otras personas, como compañeros, amigos, familiares y parejas románticas

Las participantes fueron 185 chicas de entre 12 y 17 años que habían experimentado algún problema de salud mental en los últimos dos años. Al principio del estudio, las participantes completaron encuestas o entrevistas sobre sus síntomas de salud mental y conductas suicidas.

Las participantes también completaron una tarea que evaluaba sus habilidades de resolución de problemas sociales, que implicaba responder a escenarios que implicaban conflictos interpersonales o desafíos con otras personas, como compañeros, amigos, familiares y parejas románticas.

A continuación, se les pidió que realizaran una tarea que se ha demostrado en estudios anteriores que induce estrés social: tenían que preparar y pronunciar un discurso de tres minutos ante lo que pensaban que era una audiencia de compañeros que les observaban a través de una conexión de vídeo.

Inmediatamente después de la tarea estresante, volvieron a realizar la tarea de resolución de problemas sociales para comprobar si el estrés social provocaba una disminución de su capacidad para resolver problemas.

 

Seguimiento de las chicas durante nueve meses

 

Las investigadoras/es también hicieron un seguimiento de las chicas durante nueve meses, con controles cada tres meses, para preguntarles sobre los factores estresantes que experimentaban en los ámbitos interpersonales, como con compañeros, amigos y familiares, así como sobre conductas suicidas.

En general, descubrieron que las chicas que mostraban un mayor declive en la eficacia de la resolución de problemas en el laboratorio, y que también experimentaban mayores niveles de estrés interpersonal durante el periodo de seguimiento de nueve meses, eran más propensas a mostrar conductas suicidas durante el periodo de seguimiento de nueve meses.

"Es importante destacar que los déficits en la resolución de problemas en situaciones de angustia suicida sólo en combinación con un mayor estrés interpersonal acumulado en la vida real -apunta Pollak-. El riesgo de comportamiento suicida fue mayor entre las adolescentes que mostraron una mayor disminución de la eficacia y que experimentaron altos niveles de estrés interpersonal durante el seguimiento de nueve meses, en consonancia con la evidencia robusta de los vínculos entre el estrés de la vida interpersonal y el comportamiento suicida", concluye.

Referencias