El Día Mundial de la Salud Mental se celebra el 10 de octubre con el objetivo de crear conciencia global sobre los problemas de salud mental y promover la importancia de cuidar y mantener una buena salud mental. El tema de este año 2023 es La salud mental es un derecho humano universal.

Sumario

 

El 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental, una cita que comenzó a conmemorarse en 1992 de la mano de la Federación Mundial para la Salud Mental (WMHD en inglés) y apoyada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Cada año se centra en un tema específico relacionado con la salud mental. Estos temas van desde la prevención del suicidio hasta la promoción de la salud mental en el lugar de trabajo, y buscan abordar cuestiones importantes en torno a la salud mental en todo el mundo.

 

El reconocimiento de la salud mental como derecho universal

 

En este año 2023 el lema oficial es “La salud mental es un derecho humano universaly coincide con el 75º aniversario de la creación de la WMHD en 1948. Este lema hace hincapié en la necesidad de que todo el mundo pueda recibir atención en salud mental de calidad y que los derechos humanos y el bienestar de las personas con enfermedades mentales sean respetados en todas partes del mundo.

De esta manera, cada persona con una dificultad de salud mental debería tener el derecho universal de ser protegido y ayudado en cualquier parte del mundo, pero especialmente las personas vulnerables, incluidos los niños, las minorías y las personas desplazadas. Este derecho incluye también el acceso a una atención de calidad y asequible cuando una persona está luchando con su salud mental y el derecho a la libertad y la dignidad, incluido el derecho de elección.

 

Supone una de las principales causas de discapacidad y el 13 % de las enfermedades mundiales

 

La salud mental es una preocupación de gran envergadura a nivel global, ya que afecta a personas de todas las edades, géneros y grupos socioeconómicos. Los trastornos mentales representan una de las principales causas de discapacidad en todo el mundo, con la depresión a la cabeza de la lista. Los trastornos mentales, neurológicos y por consumo de sustancias tienen un alto impacto en los resultados de salud y suponen el 13 % del total de enfermedades a nivel global.

Aproximadamente una cuarta parte de la población mundial experimentará algún tipo de trastorno de salud mental a lo largo de sus vidas, según la OMS. Estos trastornos tienen un impacto significativo en la calidad de vida y el bienestar de las personas afectadas.

El suicidio es otra preocupación seria en el ámbito de la salud mental que se cobra alrededor de 800.000 vidas cada año y es una de las principales causas de muerte a nivel mundial. Es importante destacar que, por cada suicidio consumado, existen muchas más tentativas.

A pesar de la importancia de la salud mental, existe una brecha notable entre la necesidad de tratamiento y el acceso real a servicios de salud mental. Se estima que aproximadamente el 75 % de las personas con trastornos mentales no recibe el tratamiento que necesita, lo cual resalta la necesidad de mejorar el acceso y la disponibilidad de servicios de salud mental de calidad. La brecha en el acceso a tratamiento sigue siendo amplia, con el 50 % de las personas con trastornos mentales en países de ingresos altos y el 85 % de las personas en países de ingresos bajos y medianos sin acceso a tratamiento.

Es importante comprender que la salud mental es una cuestión multifacética que puede ser influenciada por una variedad de factores, incluyendo factores de salud, biológicos, ambientales y sociales. Además, los problemas de salud mental también afectan a niños y adolescentes, y se estima que el 20 % de este colectivo se ve afectado.

 

Un problema que puede costar hasta 16 billones de dólares

 

Los trastornos mentales tienen un impacto económico significativo en la sociedad, que incluye costes directos en tratamientos, así como costes indirectos relacionados con la pérdida de productividad y el absentismo laboral.

El Foro Económico Mundial (2018) señaló que los trastornos de salud mental están en aumento en todos los países del mundo y podrían costarle a la economía global hasta 16 billones de dólares entre 2010 y 2030 si no se aborda la falta de respuesta colectiva. Nos enfrentamos a una crisis internacional de salud mental y hemos sido advertidos durante las últimas dos décadas sobre esta inminente catástrofe. Sin embargo, se ha visto poco avance en el cambio de la agenda de inversión en salud mental a pesar del análisis global de retorno de inversión y los beneficios económicos.

Según la encuesta "Atlas de Salud Mental 2014" de la OMS, los gobiernos gastan en promedio el 3 % de sus presupuestos de salud en salud mental, variando desde menos del 1 % en países de bajos ingresos hasta el 5 % en países de altos ingresos. El valor de la inversión necesaria durante el período 2016-2030 para ampliar el tratamiento, principalmente ayuda psicosocial y medicamentos antidepresivos, ascendió a 147 mil millones de dólares.

Sin embargo, los beneficios superan ampliamente los costes. La OMS afirma que, por cada dólar invertido en la ampliación del tratamiento para trastornos mentales comunes, hay un retorno de 4 dólares en salud y productividad mejoradas. A pesar de un aumento en la conciencia sobre la salud mental y de los argumentos a favor de la inversión en salud mental, la inversión ha estado estancada en todo el mundo. Es evidente que se necesita un mayor movimiento y acción dentro de los países para aumentar el acceso a la salud mental para todos.

 

Estigma social y discriminación, barreras para mejorar la salud mental

 

El estigma social y la discriminación siguen siendo barreras significativas para aquellos que buscan ayuda para sus problemas de salud mental. Esta estigmatización puede llevar a un retraso en la búsqueda de tratamiento o incluso a ocultar los síntomas, lo cual puede tener graves consecuencias para la salud de las personas afectadas.

El estigma puede llevar a la exclusión y al aislamiento, haciendo que quienes padecen trastornos mentales se sientan reticentes a buscar apoyo o hablar sobre sus desafíos, a menudo manteniendo en secreto su situación. Las personas afectadas pueden encontrarse con la incomodidad o incluso el rechazo de amigos, familiares y comunidades que no comprenden o estigmatizan los problemas de salud mental, lo que resulta en la falta de un apoyo crucial. El miedo al estigma puede obstaculizar la búsqueda de ayuda profesional cuando más se necesita. El temor de ser etiquetados, o malinterpretados por otros, puede retardar el diagnóstico y tratamiento adecuados.

El estigma también puede llevar a la discriminación en el ámbito laboral, lo que puede resultar en la pérdida de empleo o la falta de oportunidades de crecimiento profesional. Esto contribuye a una falta de comprensión sobre cómo las adaptaciones en el trabajo pueden beneficiar a quienes enfrentan desafíos de salud mental.

Las representaciones negativas y estereotipadas de las personas con problemas de salud mental en los medios y la cultura popular alimentan el estigma. Esto puede llevar a la percepción errónea de que estas personas son peligrosas o incapaces de llevar una vida productiva. Aquellos que luchan con problemas de salud mental pueden internalizar el estigma, lo que puede llevar a una baja autoestima, falta de confianza en sí mismos y negación de la necesidad de ayuda.

La educación, la sensibilización y la promoción de la compasión y empatía son pasos cruciales para reducir el estigma y crear un entorno más comprensivo y solidario para quienes enfrentan problemas de salud mental. Esto no solo beneficia a los individuos afectados, sino que también contribuye a una sociedad más inclusiva y empática en su conjunto.

 

Recomendaciones para mantener una buena salud mental

 

Mantener una buena salud mental es esencial para nuestro bienestar general y nuestra vida. Algunos consejos para cuidarla son los siguientes:

1. Practica el autocuidado: Dedica tiempo a actividades que te traigan alegría y relajación, como leer, hacer ejercicio, meditar o practicar hobbies. Establece rutinas saludables que incluyan una dieta equilibrada, ejercicio regular y un adecuado descanso.

2. Cultiva relaciones significativas: Mantén conexiones sociales positivas con amigos y familiares. Hablar y compartir experiencias puede fortalecer tu bienestar emocional.

3. Exprésate abiertamente: No temas expresar tus sentimientos y preocupaciones. Comunicarte abiertamente con personas de confianza puede aliviar la carga emocional.

4. Establece límites: Aprende a decir "no" cuando sea necesario. Establecer límites saludables protege tu bienestar emocional.

5. Práctica la gratitud: Apreciar las pequeñas cosas de la vida puede mejorar tu perspectiva y promover una actitud positiva.

6. Busca ayuda profesional: No dudes en buscar la ayuda de un profesional de la salud mental si sientes que lo necesitas. Los terapeutas y consejeros están capacitados para ofrecer apoyo y orientación.