La celebración de este día internacional se lleva a cabo desde el 7 de abril de 1950, pero los orígenes de estas efemérides se remontan a 1948, cuando la Asamblea Mundial de la Salud proclamó este día como Día Mundial de la Salud.
Posteriormente, esta fecha fue elegida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para concienciar sobre las enfermedades mortales mundiales y fomentar hábitos saludables en la población.
Este año 2023 esta celebración coincide con el 75º aniversario de la OMS y la organización ha creado una campaña especial titulada “Salud para todos: 75 años mejorando la salud pública” con el objetivo de recordar los éxitos de la salud pública que han mejorado la calidad de vida durante las últimas siete décadas y para motivar la concienciación para hacer frente a los retos sanitarios actuales y futuros.
Todos podemos hacernos partícipes de la celebración del Día Mundial de la Salud, comenzando por cuidar nuestra salud física y mental para nuestro bienestar, y también velando por conservar nuestro planeta.
La salud de todos nosotros está estrechamente vinculada con el medio ambiente que nos rodea. Es un círculo virtuoso en el que las conductas individuales, colectivas y empresariales que favorecen un desarrollo responsable, revierten en una mejor salud de las personas y de la comunidad, al mismo tiempo que benefician a la sostenibilidad de la tierra.
Recomendaciones para cuidar de nuestra salud física
Para cuidar nuestra propia salud es fundamental seguir una dieta saludable, estar activo físicamente y mantener una buena higiene. Además, conviene evitar sustancias nocivas como el alcohol y el tabaco, así como someterse a revisiones y chequeos médicos periódicos. También es muy importante hoy en día cuidar de nuestra salud mental, intentando gestionar el estrés y las preocupaciones de la mejor manera posible y pedir ayuda profesional si sentimos que es necesario.
Preservar el planeta es cuidar de nuestra salud
En cuanto a la salud de nuestro planeta, de manera individual podemos acometer pequeñas acciones como elegir vehículos sostenibles en nuestros desplazamientos, reducir los desechos y el desperdicio de alimentos, reutilizar bienes y reciclar materiales, ahorrar agua, reducir el consumo, invertir en energías verdes y electrodomésticos eficientes o apostar por el turismo sostenible, entre otros.
Pero estas medidas individuales deben ir reforzadas e impulsadas por políticas gubernamentales a nivel global, nacional o local. Algunas de estas iniciativas pueden pasan por fomentar las energías limpias y la reducción de la contaminación, la construcción de espacios verdes, el fomento del transporte público, garantizar un buen abastecimiento de agua a toda la población o promover la implementación de ciclovías y vías peatonales.
Por último, desde el ámbito empresarial, también hay muchas acciones que pueden beneficiar a la salud de la población y del medio ambiente. Para empezar, todas las empresas deberían contribuir al ahorro energético, con políticas de luces apagadas cuando se acaba la jornada laboral, apoyando en la medida de lo posible el teletrabajo, fomentando la producción o adquisición de productos reciclables o inutilizables, así como favoreciendo otras medidas de ámbito más social, como el apoyo a la lactancia materna de las madres trabajadoras.
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