La próxima edición de BioCultura Madrid 2025 , prevista del 6 al 9 de noviembre en IFEMA, ha vuelto a situarse en el centro de la polémica. La Red Parental España, APETP (Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas), ARP-SAPC (Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico) y la federación RedUNE (Red de Prevención del Sectarismo y el Abuso de Debilidad) han emitido una nota de prensa conjunta alertando sobre la proliferación de pseudoterapias y prácticas sin aval científico en la feria organizada por la Asociación Vida Sana (AVS). Según estas organizaciones, estas prácticas han constituido un riesgo grave para la salud pública y la seguridad de los participantes, y la continuidad de la feria ha puesto en evidencia una permisividad institucional preocupante, liderada por su nueva presidenta, Montse Escutia.
Aunque la feria se promociona como un espacio de consumo responsable, alimentación ecológica y bienestar, las entidades denuncian que ha combinado esta imagen con talleres y charlas de homeopatía, acupuntura, reiki, kinesiología, geobiología, medicina vibracional, aromaterapia, iridología y nutrición ortomolecular, así como prácticas descritas con términos como “energía cuántica”, “vibración celular” o “frecuencias regenerativas”, todas ellas sin respaldo científico.
En una publicación de X, APETP advierte que: "BioCultura Madrid (6-9 nov, IFEMA) promueve pseudoterapias peligrosas: homeopatía, reiki, medicina vibracional. RedUNE, APETP, ARP-SAPC y Red Parental exigimos protección de la salud pública.
🚨 BioCultura Madrid (6-9 nov, IFEMA) promueve pseudoterapias peligrosas: homeopatía, reiki, medicina vibracional. RedUNE, APETP, ARP-SAPC y Red Parental exigimos protección de la salud pública. #Pseudoterapias #SaludPúblicahttps://t.co/yv1nDxLhcB
— apetp (@apetp_) October 28, 2025
Riesgos documentados y cifras alarmantes
Los riesgos son tangibles. En 2019, la APETP estimó que entre 1.200 y 1.400 muertes anuales en España podrían estar relacionadas con la “medicina natural y complementaria”. Del mismo informe se desprende que entre 550 y 800 pacientes con cáncer habrían fallecido tras abandonar tratamientos convencionales por pseudoterapias como homeopatía u osteopatía.
Las organizaciones han recordado que la Organización Médica Colegial (OMC) y APETP han advertido durante años que estas prácticas pueden retrasar diagnósticos, inducir abandono de tratamientos y generar dependencia psicológica, especialmente entre personas con enfermedades graves o crónicas.
Además, denuncian que la feria ha incumplido sistemáticamente la legislación sobre publicidad de productos con pretendida finalidad sanitaria, atribuyendo propiedades terapéuticas a alimentos y suplementos sin evidencia científica, según el Real Decreto 1907/1996 (BOE-A-1996-18085).
Para la APETP, esta situación es especialmente alarmante porque confunde a un público que, en muchos casos, acude buscando soluciones reales a problemas de salud. La promoción de terapias no avaladas científicamente puede derivar en el abandono de tratamientos efectivos, el retraso en diagnósticos vitales o incluso en decisiones que comprometen la vida de los pacientes.
Casos como la negación del VIH/SIDA o el rechazo a las vacunas no son anecdóticos. Se han dado en ediciones anteriores de la feria, y la persistencia de estos discursos, incluso en formas más veladas, sigue siendo motivo de preocupación. En la era post-COVID, con la vacunación demostrando su papel crucial en la contención de pandemias, alimentar el discurso antivacunas no solo es irresponsable: es peligrosamente contraproducente.
Rechazar la medicina basada en evidencia bajo el pretexto de una supuesta "ecología integral" no es coherente con los principios de un ecologismo informado y responsable. La APETP sostiene que el verdadero compromiso con la salud y el medio ambiente debe partir del conocimiento validado y del respeto a los avances científicos que han permitido salvar millones de vidas.
La ciudadanía merece información clara, veraz y basada en evidencia científica. La salud pública y los derechos de la infancia no pueden seguir subordinados a intereses comerciales ni a la permisividad institucional frente a prácticas pseudocientífica
APETP Y RedUNE
“La ciudadanía merece información clara, veraz y basada en evidencia científica. La salud pública y los derechos de la infancia no pueden seguir subordinados a intereses comerciales ni a la permisividad institucional frente a prácticas pseudocientíficas”, han subrayado APETP y RedUNE en su comunicado.
La denuncia también ha recibido el respaldo de María Rosa Boladeras, fundadora de AIS Pro Juventud (Asesoramiento e Información sobre Sectas) y cofundadora de FECRIS (Federación Europea de Centros de Investigación e Información sobre el Sectarismo). Experta reconocida en el estudio y prevención del sectarismo en España y Europa, Boladeras ha seguido de cerca la trayectoria de la Asociación Vida Sana (AVS) y de BioCultura, señalando durante décadas los riesgos asociados a sus actividades.
Con su adhesión al comunicado emitido por APETP, RedUNE y otras organizaciones, Boladeras refuerza la exigencia de investigación y responsabilidad institucional, sumando su experiencia y autoridad a la alerta sobre los peligros sanitarios y sociales de las prácticas promovidas por BioCultura y la AVS.
Entidades promotoras y legitimación de pseudoterapias
En este contexto, y en el comunicado se asegura que el COFENAT (Colegio Nacional de Profesionales de las Terapias Naturales) y el Instituto de Estudios Naturales (IEN) han jugado un papel central en la feria, promoviendo seminarios y talleres sobre salud, nutrición y longevidad.
Sus ponencias han incluido la promoción de nutrición ortomolecular, naturopatía y terapias energéticas, todas sin reconocimiento oficial ni evidencia científica robusta. La presentación profesional de estos cursos y diplomas puede haber confundido al público, otorgando legitimidad a prácticas que carecen de fundamento y que, en algunos casos, resultan peligrosas.
En una publicación reciente en la red X, la APETP recuerda que “en mayo alertábamos sobre la proliferación de pseudoterapias y sectas en BioCultura Barcelona. Ahora, en noviembre, volvemos a emitir el comunicado de prensa para BioCultura Madrid”, reiterando así la continuidad de los riesgos y la falta de regulación efectiva.
En mayo alertábamos sobre la proliferación de pseudoterapias y sectas en BioCultura de Barcelona.
— apetp (@apetp_) October 28, 2025
Ahora, en el mes de noviembre, volvemos a repetir el comunicado de prensa para BioCultura de Madrid.https://t.co/8LQHgm4nCV
Prácticas de alto riesgo y antecedentes
La polémica en torno a BioCultura no es nueva. En la edición celebrada en Barcelona, ya se habían promovido terapias consideradas de alto riesgo sectario, como aquellas relacionadas con altas frecuencias, coherencia y bloqueos energéticos, la Bioneuroemoción, la Biodinámica (vinculada a la antroposofía de Rudolf Steiner), el movimiento Brahma Kumaris, la Terapia Gestalt (recientemente catalogada judicialmente como sectaria y pseudocientífica), las Constelaciones Familiares, el Rebirthing y la doctrina de “Un Curso de Milagros”.
A estas se suman prácticas y productos de diversa índole que carecen de respaldo científico. Entre ellos destacan aguas especiales (alcalina, ionizada, hidrogenada, ultrapura o “estructurada”), medicinas tradicionales como la Ayurveda o la Medicina China, así como un amplio abanico de terapias y técnicas pseudocientíficas: desde Bioinmunogenética, Biorresonancia y Liberación del pericardio hasta Reiki, Sanación energética, PsicoNeuroInmunoEndocrinología, Terapia transpersonal o Tapping, incluyendo disciplinas como Chakras, Chamanismo, Astrología, Biogeometría, Kinesiología o Homeopatía.
La Organización Médica Colegial (OMC) ha alertado reiteradamente que estas prácticas no son inocuas. En informes del Observatorio OMC contra las Pseudociencias, Pseudoterapias, Intrusismo y Sectas Sanitarias, se subraya que muchas pseudoterapias carecen de eficacia demostrada y pueden provocar efectos adversos, dependencia psicológica o retrasar diagnósticos vitales. Además, la OMC ha publicado documentos de posicionamiento oficial advirtiendo del daño potencial de estas prácticas para la salud pública.
Frente a este escenario, iniciativas institucionales como la web coNprueba.es han buscado ofrecer a la ciudadanía información veraz y accesible sobre pseudoterapias y pseudociencias. Esta plataforma forma parte de una campaña pública destinada a promover el pensamiento crítico y la verificación de mensajes de salud, especialmente entre jóvenes y público general.
En la misma línea, la Red Española de Agencias de Evaluación de Tecnologías y Prestaciones del Sistema Nacional de Salud (REDETS) publicó un informe preliminar del Ministerio de Sanidad que clasifica prácticas con pretendida finalidad sanitaria. De las 139 técnicas analizadas, 73 no cuentan con ningún ensayo clínico aleatorizado, revisión sistemática o metaanálisis que respalde su eficacia o seguridad, por lo que se consideran pseudoterapias. Las 66 restantes tienen alguna publicación, pero esto no garantiza que estén respaldadas por conocimiento científico robusto, y serán evaluadas individualmente en informes sucesivos.
El objetivo de estas acciones no es censurar, sino proteger a la población, fomentar el pensamiento crítico y garantizar que las decisiones sobre salud se basen en información fiable y contrastada. En esta línea, el Ministerio de Sanidad presentó el 12 de diciembre de 2024 la campaña #EsPopularPeroNoCiencia, que alerta sobre los riesgos de las pseudoterapias y pone a disposición del público el sitio web saludconevidencia.es, con información verificada y accesible para toda la ciudadanía.
No ha llegado "ninguna queja oficial"
La actual presidenta de la Asociación Vida Sana (AVS), organizadora de BioCultura, Montse Escutia, que hasta hace unos meses coordinaba el Departamento técnico de la feria, defendió públicamente la edición de Barcelona de mayo pasado ante la polémica generada. En un artículo de Crónica Global, aseguró que no había recibido “ninguna queja oficial” y que todas las terapias en el espacio de Salud habían sido aprobadas por un comité asesor que incluye a COFENAT. Sin embargo, críticos y organizaciones destacan que la falta de revisión independiente y de evidencia científica hace que sus declaraciones sean insuficientes frente a los riesgos documentados.
Escutia ha reconocido que existe “una raya difícil” para determinar qué terapias pasan el filtro y ha afirmado que los dispositivos cuánticos “funcionan desde hace mucho tiempo en terapia y la física cuántica es una realidad”. Estas afirmaciones han sido recibidas con escepticismo por la comunidad científica, que insiste en que no hay estudios experimentales que respalden la eficacia de estas prácticas.
“Muchas cosas que no podemos explicar, funcionan, y otras que antes no sabíamos por qué funcionaban, ahora lo sabemos”, ha declarado Escutia, pese a que críticos consideran que estas palabras minimizan los riesgos para los participantes y normalizan prácticas sin evidencia.
La gestión de Escutia se convierte así en un punto central de la polémica, ya que su autoridad y decisiones han influido directamente en la legitimación de pseudoterapias peligrosas, la confusión del público y la permisividad institucional frente a prácticas que han provocado mortalidad y abandono de tratamientos médicos.
Responsabilidad institucional y consumo informado
La combinación de pseudoterapias, terapias de alto riesgo y violaciones legales ha planteado preguntas urgentes sobre la responsabilidad de autoridades y supervisión de eventos de alta visibilidad. Las organizaciones firmantes han exigido que el Ministerio de Sanidad, gobiernos autonómicos y entidades locales rompan vínculos con AVS y BioCultura, y que se inicie una investigación inmediata sobre la promoción de prácticas sin evidencia y posibles abusos.
Para los asistentes, la recomendación es clara: informarse, cuestionar y no abandonar tratamientos médicos validados. BioCultura Madrid 2025 se perfila como un evento controvertido, donde bienestar, ecología y pseudociencia han convivido, y donde las decisiones de su presidenta y del comité organizador han tenido un impacto directo en la seguridad de los participantes.
 
            





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