Algunos de los ecosistemas con mayor biodiversidad de la Tierra son también los más estables en el tiempo; sin embargo, la teoría ecológica clásica predice que las comunidades se vuelven menos estables cuando coexisten más especies.

Los modelos de coexistencia de especies más comúnmente utilizados se derivan del modelo Lotka-Volterra, que supone que las poblaciones siguen patrones de crecimiento logístico y que se requiere autorregulación para permitir que múltiples especies coexistan de manera estable.

¿Qué mantiene la estabilidad dentro de un ecosistema e impide que un solo mejor competidor desplace a otras especies de una comunidad? ¿Depende la estabilidad de los ecosistemas de la presencia de una amplia variedad de especies, como creían los primeros ecólogos/as, o la diversidad hace exactamente lo contrario y conduce a la inestabilidad, como predice la teoría clásica?

 

La diversidad de especies

 

La nueva investigación, de la Universidad McGill y el Instituto Max Planck, publicada en Science (1), sugiere una respuesta a esta pregunta que ha permanecido sin respuesta durante medio siglo entre los ecólogos/as.

Los investigadores/investigadoras abordaron la cuestión del crecimiento demográfico utilizando un modelo que, hasta ahora, no se había utilizado en este contexto, aunque se alinea con la sabiduría convencional y la forma en que las personas tradicionalmente han modelado el crecimiento individual (desde el nacimiento hasta la madurez).

Los investigadores/investigadoras utilizaron datos sobre la abundancia, el crecimiento y la biomasa de la población de una variedad de especies, incluidos insectos, peces y mamíferos, de todo el mundo, recopilados durante los últimos 60 años. Sus resultados, basados en un análisis extenso, sugieren que, contrariamente a la teoría ecológica clásica, la diversidad de especies conduce a la estabilidad del ecosistema, como habían creído los primeros ecólogos.

 

El crecimiento exponencial se desacelera continuamente

 

"Si bien casi todas las teorías anteriores suponen que las poblaciones crecen exponencialmente, cada vez hay más evidencia de que las especies en realidad siguen un curso ligeramente diferente, en el que el crecimiento exponencial se desacelera continuamente. Es un poco como la ley de los rendimientos decrecientes en economía", dice en un comunicado Ian Hatton, investigador asociado en el Departamento de Ciencias Planetarias y de la Tierra de la Universidad McGill y autor correspondiente del artículo.

Las pérdidas de biodiversidad pueden desestabilizar aún más un ecosistema e impedir que se recupere después de una perturbación

"Lo sorprendente es que una diferencia tan pequeña en el crecimiento de la población pueda tener un efecto tan grande en las interacciones comunitarias, revirtiendo por completo las predicciones de décadas de teoría".

Sus hallazgos plantean preguntas alarmantes sobre los posibles impactos a gran escala de la pérdida de biodiversidad.

"Esta investigación es cada vez más urgente dadas las tasas actuales de extinción de especies y pérdida de biodiversidad", dice Hatton. "Además de alinear mejor la teoría con los datos, el modelo hace una predicción inquietante: las pérdidas de biodiversidad pueden desestabilizar aún más un ecosistema e impedir que se recupere después de una perturbación".

Referencias