El Partido Animalista PACMA ha expresado su "preocupación" por la "brutalidad" en el proceso de protocolos de la Junta para el desarrollo del plan de captura y radiomarcaje de osos.

 

Recuerdan a métodos pasados

 

Tras la reciente publicación de un reportaje sobre el oso pardo en la región por parte de la revista internacional Reuters, donde se documentan los trabajos realizados en el marco del mencionado plan ilustrados con fotos de los animales ensangrentados, la formación política animalista y medioambiental ha cuestionado "la eficacia y ética de estas prácticas", asegura a través de un comunicado.

"Las imágenes de las capturas, como la ocurrida en Tosande, donde se ha observado el uso de trampas tipo Culvert y la situación angustiosa en la que se encontraba el oso capturado, han despertado las alarmas", añade.

"Nos recuerdan a métodos pasados que desencadenaron escándalos y tragedias. Este enfoque improvisado y descuidado para la captura de estos animales, pertenecientes a una especie amenazada, es inaceptable", apuntan.

 

Implementación de métodos "alternativos y no invasivos"

 

El Partido Animalista aboga por la implementación de métodos "alternativos y no invasivos" para monitorear las poblaciones de oso pardo, "como se hace en otros países europeos".

Explican, además, que hay que promover medidas preventivas, como el uso de pastores eléctricos, la concentración nocturna y la supervisión continua de rebaños, así como una gestión adecuada de los residuos urbanos. "Estas acciones no solo son más humanas, sino que también han demostrado ser altamente efectivas en la reducción de conflictos entre humanos y osos, con un impacto mínimo en la fauna local", añaden.

La formación política "pone en duda si este proyecto realmente tiene como objetivo la conservación de la especie o si hay intereses secundarios, debido a lo que consideran falta de transparencia en el proceso".

Por último, PACMA ha querido recordar al Consejero de Medio Ambiente de Castilla y León, Suárez Quiñones, la necesidad de reconsiderar estas prácticas, especialmente cuando contrastan con los riesgos mortales asociados a la actividad cinegética.