La colonia de buitre negro de Rascafría (Madrid), situada en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama cuenta con 180 parejas en 2022, lo que la convierte en una de las siete más grandes de toda España, según SEO/Birdlife. Este 3 de septiembre se celebró el Día Internacional del Buitre.

El buitre negro cría en el Valle Alto del río Lozoya, Madrid, desde hace décadas, y desde 1997 hasta la fecha se realiza un seguimiento intensivo, como desarrollo de un proyecto de la Comunidad de Madrid con varias visitas semanales que hace que su conocimiento sea de las más y mejores conocidas en España.

Esta especie sitúa su nido en la copa de los pinos silvestres que forman el bosque de la ZEPA Alto Lozoya, en el término municipal de Rascafría y gran parte de ella se encuentra dentro del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama y en su zona periférica.

Hasta finales de la década de 2010 gran parte del bosque donde se ubica la colonia estaba sometido a explotación forestal y el seguimiento semanal de los nidos permitía respetar los puntos de cría y se gestionaba la saca de madera de forma respetuosa con la población de buitre negro. Así, la evolución de la especie ha sido muy positiva en la zona, pasando de las poco más de 40 parejas que se detectaron en 1997 a las 180 actuales.

Aunque esta evolución positiva, quizá no tan fuerte, también se ha registrado en general en la población española, según ha explicado SEO/Birdlife.

 

25 años de seguimiento

 

Esta especie, acorde con el proyecto de la Comunidad de Madrid y SEO/Birdlife recibe un seguimiento intensivo desde hace 25 años. Entre otros datos, esta iniciativa ha permitido conocer sus comportamientos desde el mes de febrero de cada año, cuando comienza la incubación en esta especie en la zona, su población reproductora, hasta septiembre, cuando vuelan los últimos pollos.

A lo largo de todos estos años se han marcado numerosos pollos, lo que ha permitido avanzar mucho en el conocimiento de la longevidad de la especie, su proceso de dispersión a otros puntos de reproducción, su incorporación a la población reproductora. La entidad también ha destacado que, en paralelo, se han colocado transmisores que permitían conocer numerosas localizaciones diarias a lo largo de varios años de los ejemplares marcados.

En cuanto a esta temporada 2022, la organización ecologista se ha marcado un ejemplar de la colonia de Rascafría con GPS, dentro del programa 'Migra' que ella misma impulsa, con el fin de seguir sus movimientos y conocer más sobre la especie.

Estas tecnologías han permitido conocer los puntos de alimentación de la población reproductora, los viajes de dispersión con gran detalle de la población juvenil, cómo cambian las zonas de campeo entre distintas épocas del año, y avanzar en el conocimiento de esta población de forma muy avanzada y permitirá su gestión con información mucho más precisa, entre otras cosas.

 

Situación del buitre negro

 

El buitre negro escala mundial se distribuye por el sur del Paleártico desde la península Ibérica y Baleares en el suroeste de Europa, de forma puntual en Francia y vuelve a haber poblaciones pequeñas en Grecia, Ucrania, países Transcaucásicos (Georgia, Armenia y Azerbaiyán), Rusia, Turquía, Irán, Afganistán, norte de la India, China Mongolia y sur de Siberia. Aun así, más del 85% de su población mundial se encuentra en España.

En el país tradicionalmente ocupaba solo el cuadrante suroccidental y había una pequeña población en Mallorca. Los trabajos de reintroducción de la especie en Cataluña y Burgos han originado, según ha apuntado SEO/Birdlife, que el área de ocupación de la especie en época reproductora ahora incluya dos nuevos puntos de cría en el norte y noroeste peninsular. Así, en la provincia de Lleida se reproduce desde 2010 y desde 2020 en Burgos.

Actualmente se extiende por siete comunidades autónomas y 14 provincias. Por orden de importancia el buitre negro se encuentra en Extremadura, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Andalucía, Madrid, Islas Baleares y Cataluña. Extremadura acumula 964 parejas, que suponen el 37,9% de la población española y solo Cáceres, con 854 parejas, acoge el 33,6% del total.

 

Principales amenazas

 

"Sus principales problemas de conservación son las molestias derivadas de la actividad humana (tránsito de excursionistas, apertura de carreteras, pistas y cortafuegos, talas de arbolado, incendios forestales, etc.), disminución de recursos tróficos procedentes de muladares y ganadería extensiva y utilización ilegal del veneno (entre 1990 y el 2002 se han encontrado más de 454 ejemplares envenenado)", apunta SEO/Birdlife.