Las autoridades de Botsuana han informado de que han tenido que descornar al menos 100 ejemplares de rinocerontes salvajes entre marzo y mayo de este año para evitar que fueran víctimas de la caza furtiva.

El director interino del Departamento de Vida Silvestre y Parques Nacionales de Botsuana, Cyril Taolo, ha explicado que la decisión se ha tomado después de que en los últimos dos años la población de rinocerontes negros y blancos se haya visto mermada debido a la caza ilegal.

Taolo ha contado en la televisión nacional que los rinocerontes han sido trasladados desde en el vasto delta del Okavango, en el norte de Botsuana, a otra zona de la que no ha dado más información, tal y como ha contado la página web All Africa.

"Era necesario para nosotros llevar a cabo esta operación con urgencia para proteger a nuestra población de rinocerontes, así como para garantizar nuestra reputación como un país de refugio seguro para la vida silvestre", ha dicho Taolo.

Hasta 58 cadáveres rinocerontes muertos, este mes

 

Las autoridades del país africano han encontrado a principios de este mes, según ha revelado Taolo, los cadáveres de 58 rinocerontes a los que les habían cortado los cuernos.

La población de estos grandes mamíferos ha sido diezmada en los últimos años y, aunque no se sabe con exactitud cuántos de estos animales pacen en Botsuana, apenas quedan 300 ejemplares en cautividad.

Las autoridades veterinarias del país han aclarado que los rinocerontes no sufren al retirarles los cuernos, pues no "existe sensibilidad" en esa parte de sus cuerpos.

En palabras del doctor veterinario Mmadi Reuben, se trata de un "procedimiento equivalente al corte de uñas en los humanos".

"Lo que hacemos es preservar la base de crecimiento del cuerno, y cortamos donde realmente sólo hay material muerto. En otras palabras, no hay sensibilidad en el área que estamos cortando, pues no circula la sangre", ha explicado.

De acuerdo con la ONG Rhino Review, los cuernos de estos paquidermos se venden en el mercado negro asiático por casi 40.000 euros el kilo, donde son utilizados en remedios y mejunjes tradicionales.