La demanda eléctrica sigue cayendo en España: el pasado año llegó a situarse incluso por debajo de los valores registrados en 2013. Así, alcanzó los 258.117 gigavatios-hora (GWh), un 1,1% inferior a la cifra del ejercicio anterior, según los datos del Informe del sistema eléctrico 2014, publicado por el operador del mismo, la Red Eléctrica de España (REE).

La demanda anual de energía eléctrica en la península alcanzó los 243.530 GWh, que representaron un 1,2% menos que en 2013. La cifra real se sitúa en el 0,1% si se tienen en cuenta los efectos sobre el consumo del calendario laboral y de las temperaturas. También disminuyó en los archipiélagos: en Baleares bajó un 1,6% y, en Canarias, un 0,5%. La demanda sólo se incrementó en las ciudades españolas norteafricanas, Ceuta y Melilla, un fuerte 5,1% y un modesto 0,1%, respectivamente.

La energía nuclear cubrió en 2014 el 22% de la demanda (21,2% en 2013) colocándose al frente de la lista de fuentes más utilizadas. De cerca, le siguió la eólica, que aportó el 20,3% (un 21,2% en 2013), y el carbón, el combustible fósil más contaminante, que produjo el 16,5% de la electricidad consumida (un 14,6% en 2013). Las emisiones de dióxido de carbono durante el 2014 fueron de 60,5 millones de toneladas, un valor similar a los 60,1 millones del 2013. En este campo no se apreció todavía la supuesta reactivación económica.

La polémica ley de autoconsumo aguarda su aprobación desde julio de 2013

La producción hidráulica supuso en 2014 el 15,5% del total superando las buenas cifras de 2013, cuando alcanzó un 14,2% de la cobertura, y duplicando la aportación porcentual que realizó en el año 2012. Mientras, la cogeneración y los ciclos combinados redujeron su peso específico quedándose en un 10,2% y un 8,5%, respectivamente (un 12,5% y un 9,5% en 2013).

Las energías renovables, a pesar de la encrucijada política en que se encuentran, mantuvieron su presencia relativa en la producción global de energía del sistema eléctrico peninsular, al cubrir el 42,8% del total (42,2% en 2013). Pero, en el país del sol, la energía termosolar sólo rondó el 7%, una aportación similar a la de 2013.

El pasado año fue el primero en el que se aplicó el polémico nuevo marco normativo del sector eléctrico puesto en marcha con la aprobación del Real Decreto-ley 9/2013, de 12 de julio, por el que se adoptaban medidas urgentes para garantizar la estabilidad financiera del deficitario sistema eléctrico, y que fue consolidado con la publicación de la Ley 24/2013, de 26 de diciembre, del Sector Eléctrico, que deroga la Ley 54/1997.

El Ejecutivo que preside Mariano Rajoy ha retirado las primas a las energías renovables sin ningún tipo de respaldo técnico y, con estas y otras medidas, se ha encarecido la tarifa eléctrica –mientras las rentas caen, el precio de la luz ha subido un 4% en el último año y el del gas, un 7,5%, según la Comisión Europea–.

Además, desde julio de 2013 aguarda su aprobación el Real Decreto de Autoconsumo, que castiga esta actividad al incluir el peaje denominado de respaldo, una tasa que se basa en la idea de que cuando el productor deja de autoabastecerse está conectado a la red eléctrica y, por tanto, también se beneficia de ésta.

Acabar con el oligopolio

Las asociaciones de productores de energías renovables denuncian que este impuesto hace que el autoconsumo no resulte atractivo, ya que penaliza a los ciudadanos que generan su propia electricidad haciéndoles pagar dos veces. Según la Unión Española Fotovoltaica, el nuevo peaje alargará de los 12 a los 35 años de media el período de amortización de una placa para un consumidor particular.

“Hay una guerra abierta en contra de las energías renovables promovida por los oligopolios. A nivel nacional y a nivel europeo. Los avances tecnológicos de los últimos años han hecho bajar mucho los costes, y hoy ya sería posible competir con otras fuentes de energía en muy buenas condiciones. Sin embargo, tenemos una legislación restrictiva que no lo permite”, explicaba ya hace un par de años a EcoAvant.com el ingeniero industrial especializado en técnicas energéticas Pep Puig.

Las cinco grandes compañías eléctricas –Iberdrola, Endesa, Gas Natural Fenosa, E.ON y HC– controlan, en connivencia con el poder político, el 90% de la comercialización y distribución de la electricidad en nuestro país. El Gobierno de José María Aznar (PP) terminó de privatizar el sector eléctrico, siguiendo la estela que había dejado Felipe González (PSOE), que legisló bajo la premisa de que con la libre competencia se conseguiría un mejor mercado y precios más bajos.

Las cooperativas energéticas han visto aumentar sus socios en los últimos años

No obstante, mientras la demanda baja, los precios que pagan los consumidores no dejan de subir –un 80% en la última década, en gran medida por el aumento de los impuestos que la gravan–, al igual que los beneficios de las grandes eléctricas y de los ex políticos. Hoy, de forma que no parece nada casual, Aznar asesora a Endesa (cobra unos 200.000 euros anuales) mientras González fue consejero de Gas Natural Fenosa hasta abril (por unos 126.500 euros anuales).

Mientras, siete millones de españoles dedican más de la décima parte de sus recursos a pagar la energía y cuatro millones no pueden hacer frente a las facturas, según un estudio sobre pobreza energética elaborado por la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA).

Ante este escenario, en los últimos años, miles de ciudadanos han dejado de contribuir al opaco oligopolio y se han pasado a cooperativas como Som Energia, Zencer, GoiEner, Gesternova, Nosa Enerxia o Seneo, que defienden un modelo energético limpio, renovable y descentralizado a un precio justo. Son nuevas maneras de entender la energía que buscan revolucionar el sistema otorgando el poder a la ciudadanía.

Un cambio, al que quiere contribuir el documental OligopolyOff, dirigido por Alba del Campo y producido por la Plataforma Nuevo Modelo Energético. La cinta, estrenada en mayo tras dos años de trabajo, realiza un análisis de la situación energética en España y presenta las alternativas al modelo dominante de una forma divulgativa.

La energía es la palanca del cambio social. Por eso, te pedimos desde aquí que nos ayudes a ser cada vez más las personas concienciadas y ocupadas en fomentar un cambio de ciclo socio-político que nos permita avanzar en el cambio de modelo energético”, explican sus autores desde su página web.