Una coalición de nueve instituciones financieras, que representan 1,8 billones de euros en activos bajo gestión, se ha unido para ofrecer un programa de control satelital para vigilar la deforestación corporativa y comprobar si las empresas realizan esfuerzos para reducir la deforestación.

La iniciativa, según informa Climate Action News, forma parte de un programa de compromiso iniciado y coordinado por ACTIAM, un grupo de inversiones sostenibles, en el que también participan otros inversores como Aviva Investors, Fidelity International, Nomura Asset Management y Robeco.

Imágenes satelitales e inteligencia artificial

 

El objetivo de estos inversores, tal y como señala Climate Action, es utilizar imágenes capturadas a través de una red de satélites para identificar empresas que están contribuyendo a la deforestación de los bosques tropicales a través de la demanda de productos como la carne, la soja, la madera o el aceite de palma. Por ejemplo en Malasia ya se han dado a conocer algunas empresas del sector del aceite de palma por las imágenes satelitales y la inteligencia artificial.

La alianza de las nueve instituciones financieras ha explicado que pedirá a las empresas que participen en el programa la divulgación pública de las listas de proveedores de productos básicos blandos, ya que detallan que estos productos presentan un alto riesgo de deforestación.

"Como inversores, tenemos el deber fiduciario de liderar la transición hacia una sociedad más sostenible, en la que los beneficios financieros, ambientales y sociales vayan de la mano. Esta iniciativa de compromiso forma parte de nuestro creciente compromiso con la biodiversidad que permite a los inversores influir en un cambio de comportamiento muy necesario de las empresas", ha reconocido el director de sostenibilidad de ACTIAM, Dennis van der Putten.

Por último, indica que el progreso de las empresas será analizado y evaluado a lo largo del tiempo a través de tecnología satelital que se basa en imágenes de radar, aprendizaje automático y análisis de datos para detectar cambios en la cubierta forestal tropical, según han explicado los inversionistas, que han recalcado que a las empresas a las que va dirigido el proyecto se les ha dado un plazo de " dos a tres años " para cumplir con los objetivos.