A pocos días del Día Internacional de la Mujer Trabajadora del 8M, el movimiento juvenil Juventud por el Clima saldrá a las calles el próximo viernes 3 de marzo para reivindicar una mirada ecofeminista en la lucha climática, resaltando la situación de vulnerabilidad y desigualdad a la que se enfrentan las mujeres.

Convocatoria del acción global por el clima convocada por Juventud por el Clima Convocatoria del acción global por el clima convocada por Juventud por el Clima

El movimiento juvenil Juventud por el Clima saldrá a las calles el próximo viernes 3 de marzo para reivindicar una mirada ecofeminista en la lucha climática, resaltando la situación de vulnerabilidad y desigualdad a la que se enfrentan las mujeres también dentro de un contexto de crisis climática.

Respondiendo a la convocatoria internacional, se esperan acciones por todo el Estado español. Variarán en forma y estructura, adaptándose al contexto de cada uno de los territorios donde tengan lugar, pero todas ellas tendrán el denominador común de un futuro ecofeminista.

 

El 8 de marzo: Día Internacional de la Mujer Trabajadora

 

El colectivo quiere aprovechar la proximidad del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, el 8 de marzo, para dar visibilidad a las distintas corrientes que establecen una conexión entre la violencia ejercida sobre la naturaleza y la mujer, haciendo especial hincapié en las miradas desarrolladas en el Sur global, que han jugado un papel fundamental en el desarrollo del ecofeminismo.

Desde Juventud X Clima consideran “indispensable” adoptar una mirada ecofeminista en el movimiento climático, ya que es “imposible luchar contra la crisis climática sin una perspectiva inclusiva que no deje a nadie atrás y defienda la vida sin injusticias, tanto sociales como climáticas, porque van de la mano”.

Asimismo, insisten en la necesidad de frenar la inversión en combustibles fósiles por parte de bancos y gobiernos, para poder dedicar esos fondos a construir las ciudades verdes. Diversos estudios han demostrado que solo se obtiene beneficio de dichos proyectos 16 años después de realizarse, un período de tiempo que consideran “excesivo”, pues “el planeta no puede esperar tanto”. Seguir con estos planes supondría “abocar a la sociedad a una crisis económica y social que afectaría, especialmente, a las mujeres y minorías oprimidas”.