La afirmación del president de la Generalitat, Salvador Illa, de que en Cataluña "hay demasiado bosque" (1) y que es necesario impulsar un cambio en la política forestal ha provocado críticas (2) por parte de organizaciones ecologistas.

Sumario

 

En un comunicado, Ecologistes en Accióha tildado sus palabras de "reduccionistas y temerarias", alertando de que el verdadero reto es hacer frente a la emergencia climática, no reducir la masa forestal.

 

Una frase que incendia el debate

 

Tras la reunión del Govern en Arnes (Tarragona), el 29 y 30 de agosto, para iniciar el nuevo curso político, Illa aseguró que el exceso de vegetación está en la raíz de los grandes incendios y planteó la necesidad de una gestión más agresiva de los bosques. “Hay demasiado bosque en Cataluña”, declaró, abriendo la puerta a un decrecimiento forestal.

El comentario no tardó en encender la polémica. Para Ecologistes en Acció, las palabras del president constituyen un grave error de diagnóstico y un mensaje que puede tener consecuencias muy negativas: “Menos biomasa en los bosques significa más CO₂ en la atmósfera”, y recuerdan que los ecosistemas forestales son uno de los principales aliados contra el cambio climático.

 

El papel de los bosques en la crisis climática

 

La entidad ecologista ha recordado que los bosques actúan como sumideros de carbono, regulan el ciclo hídrico y sostienen la biodiversidad. Su crecimiento durante las últimas décadas ha sido un factor positivo frente al calentamiento global. Reducirlos, subrayan, debilitaría todavía más la capacidad de Cataluña de mitigar los efectos de la crisis climática.

Es falso que la vegetación sea la causa directa de los incendios”, señalan. Según datos oficiales, el 80% de los fuegos tienen origen humano, ya sea por negligencia, accidentes o intencionalidad. Culpar a la biomasa, sostienen, es una “visión reduccionista y poco rigurosa” que simplifica un problema complejo y desvía la atención de las verdaderas causas.

 

Incoherencias en la política del Govern

 

Más allá de la polémica frase, los ecologistas critican lo que consideran una incoherencia sistemática en la política ambiental del Govern. Señalan que, mientras Illa habla de reducir bosques para frenar incendios, su Ejecutivo impulsa proyectos que aumentan las emisiones y degradan el territorio: la ampliación del aeropuerto de Barcelona, la construcción de nuevas carreteras, el proyecto Hard Rock o incluso la candidatura a unos Juegos Olímpicos de Invierno.

Para Ecologistes en Acció, estas decisiones demuestran que el Govern está “decantándose hacia políticas negacionistas climáticas”, ignorando los compromisos de reducción de emisiones y apostando por un modelo económico insostenible. “El reto principal del president debería ser priorizar la emergencia climática con toda la energía política y recursos económicos disponibles, y no lanzar mensajes contra los bosques, remarcan.

 

El precedente del Pla General de Política Forestal

 

La organización también ha recordado que el anterior Pla General de Política Forestal (PGPF) fue anulado por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña a raíz de una denuncia suya, por no haber respetado el procedimiento de participación ciudadana.

Ahora, el Govern ha prometido aprobar un nuevo plan antes de final de año, pero los ecologistas alertan de que, si se repite la misma falta de transparencia, podría acabar igualmente anulado. “El futuro de los bosques de Cataluña no puede diseñarse sin contar con las organizaciones sociales de defensa de la naturaleza”, advierten.

 

Emergencia climática como prioridad

 

La entidad remarca que la emergencia climática es el verdadero reto al que se enfrenta la sociedad catalana, con consecuencias ya visibles en forma de sequías extremas, inundaciones catastróficas e incendios de sexta generación. Por ello, reclaman que la prioridad del Govern de Illa sea encarar esta crisis con cambios estructurales en la economía y las leyes, así como con la aplicación real de la Ley catalana de Cambio Climático de 2017, que sigue sin desplegar muchos de sus apartados clave.

Consideran contradictorio que, en lugar de centrarse en la reducción de emisiones y en la transición ecológica, el Ejecutivo continúe apostando por macroproyectos que, según alertan, agravarían las emisiones contaminantes y profundizarían la vulnerabilidad de Cataluña frente a los efectos del calentamiento global.

 

Propuestas de los ecologistas ante una visión errónea

 

Frente al discurso de Illa, Ecologistes en Acció propone un cambio profundo en la manera de entender la gestión forestal, que pase por una adecuada zonificación de los bosques con áreas de evolución natural sin intervención, otras de aprovechamiento sostenible y plantaciones forestales de uso intensivo regulado.

También plantean el impulso de paisajes en mosaico, recuperando el papel de la agricultura de secano y la ganadería extensiva como herramientas de prevención de incendios. Reclaman un refuerzo de la prevención, con más recursos para bomberos, ADF y brigadas forestales, y con especial atención a las zonas periurbanas. Insisten asimismo en la necesidad de una limitación urbanística que frene la construcción en áreas forestales dispersas que aumentan la exposición al fuego, y recuerdan la urgencia de aplicar de forma real y efectiva la Ley catalana de Cambio Climático de 2017, que sigue sin desplegar muchos de sus apartados clave.

El discurso de Illa, insisten, transmite la idea de que los bosques son un problema y no una solución. Para Ecologistes en Acció, esta narrativa es errónea porque puede legitimar talas indiscriminadas y un modelo de gestión basado en intereses económicos a corto plazo, en lugar de en la conservación de los ecosistemas. “El crecimiento de los bosques es un excelente aliado para mitigar el calentamiento global”, recuerdan.

Referencias