Siete semanas de moderado pero prolongado ascenso lleva a los embalses españoles hacia la senda de la recuperación, camino que presumiblemente se mantendrá en los próximos días a tenor de la inestabilidad atmosférica que se espera durante las próximas festividades navideñas. Esta subida se ha manifestado con un crecimiento semanal de seis décimas que deja el total de agua embalsada en un 55,5% del total.

 

Evolución del agua en los embalses españoles

 

Mapa de la situación de los embalses en España por cuencas hasta el 23 de diciembre de 2025 / Imagen: EA

En los últimos siete días se ha producido un aumento de 350 hectómetros cúbicos, en su gran mayoría en la vertiente atlántica, con lo que se alcanza una capacidad embalsada de 31.094 hectómetros. Esta situación resulta ligeramente mejor que la acaecida en las mismas fechas del año pasado, cuando había un 51,5% del total, cuatro puntos menos que en la actualidad, pero también se comenzaba un ligero y prolongado incremento de las reservas que se disparó con las abundantísimas precipitaciones de marzo.

 

La situación por cuencas hidrográficas

 

Situación de los embalses y evolución del agua embalsada en datos hasta el 23 diciembre de 2025 / Foto: EA

Durante esta semana el crecimiento de las reservas ha estado casi monopolizado por completo por la vertiente atlántica, y dentro de ésta, por el importante incremento del ámbito del Tajo, que aporta más de la mitad del crecimiento semanal total de la Península. En cambio, la vertiente mediterránea se caracteriza por la estabilidad, con mínimos aumentos y descensos de escasa entidad. El crecimiento no ha alterado la tendencia general de los ámbitos, con pequeñas cuencas especialmente de la zona norte por encima del 70%, entre las que se encuentran Galicia Costa, Cantábrico Oriental, País Vasco, Cataluña o el meridional ámbito del Tinto, Odiel y Piedras. Con el resto de la Península entre el 70% y el 35%, tan sólo persiste la habitual excepción del ámbito de Segura, que mantiene su recuperación, pero todavía permanece en el 23,6% de su capacidad total.

A pesar de la tendencia general, el comportamiento de la cornisa norte se ha caracterizado por varios descensos. Con la estabilización del País Vasco y Cantábrico Oriental en el 81,0% y el 75,3%, respectivamente, el resto de ámbitos de la zona experimentan descensos de distinta entidad. La mayor caída porcentual está en el Cantábrico Occidental, que cae 7,5 puntos para quedarse en el 54,3%. De menor entidad son las bajadas del Miño-Sil, que pierde nueve décimas y permanece en el 60,4%, y de Galicia Costa, que cae medio punto para situarse en el 73,5%.

Las grandes cuencas de ambas Mesetas han capitalizado la mayor parte del crecimiento. El Duero apenas ha recuperado una décima hasta el 56,3%, pero el Tajo y el Guadiana sí que han crecido en buena medida. El Tajo ha recuperado 212 hectómetros cúbicos, ganando 1,9 puntos y alcanzando el 61,3% del total. El Guadiana ha recuperado casi un centenar de hectómetros, cifra que le impulsa nueve décimas hasta el 59,7%.

En la zona suroeste el comportamiento ha sido desigual. El pequeño ámbito del Tinto, Odiel y Piedras ha perdido 2,6 puntos para permanecer en el 77,3%, mientras que los otros dos ámbitos de la región han experimentado ascensos de diversa consideración. El Guadalete-Barbate ha ganado 1,5 puntos y llega al 43,8%, mientras que el Guadalquivir ha recuperado ocho décimas y ya se sitúa en el 45,7%.

Mientras la vertiente atlántica ha protagonizado importantes ascensos, en la zona mediterránea la estabilidad es la gran protagonista, con ascensos y descensos de escasa importancia cuantitativa. Dos ámbitos protagonizan las únicas subidas porcentuales de la región: siete décimas de incremento en la cuenca Mediterránea Andaluza hasta el 43,8% y medio punto en el caso del Segura, que sigue su lenta remontada y ya alcanza el 23,6%. Con un crecimiento tan limitado en el Ebro que no supone ninguna variación porcentual de su 56,5%, el resto de cuencas de la zona asume ligeros descensos, de apenas un par de décimas, que dejan las reservas de Cataluña en el 70%, al borde de caer por debajo de dicho listón, y las del Júcar en el 50%, justo en la mitad de su capacidad potencial.