Representantes de WWF, SEO/BirdLife, Greenpeace, Ecologistas en Acción y Amigos de la Tierra han exigido, este martes, en Zaragoza, la paralización del proyecto de unión de las estaciones de esquí de Astún, Candanchú y Formigal, en el Pirineo aragonés, y han criticado que esta actuación pueda ser financiada con fondos Next Generation de la UE, como recoge el proyecto presentado al Ministerio de Industria por la Diputación de Huesca con Aramon y la Mancomunidad del Valle del Arán.

 

60 millones de euros de los fondos europeos

 

En representación del Comité Confederal de Ecologistas en Acción, Luis Rico ha afirmado: "Nos trae aquí la defensa del Pirineo ante unos proyectos que nos parecen preocupantes". Se ha pronunciado así en alusión a la unión de estaciones, la construcción del teleférico de Benasque a Cerler y de una carretera en el valle de Castanesa, cuyos impulsores proponen llevar a término con 60 millones de euros de los mencionados fondos europeos.

Ha alertado de las repercusiones sobre la Canal Roya, que ha sufrido "diferentes proyectos de urbanización, que no se han materializado por la enorme lucha de ecologistas y montañeros".

Rico aposta por crear el Parque Natural de Anayet (Huesca) el Pirineo "es una de las joyas que tenemos en la península ibérica y hay que protegerlo por encima de todos", para llamar la atención sobre las predicciones negativas del Observatorio Pirenaico del Cambio Climático.

Este representante del Comité Confederal de Ecologistas en Acción ha opinado que estos proyectos "reinciden en el mismo modelo que ha traído la crisis ambiental y social sin precedentes, contrario a la transición ecológica, de mucho desarrollismo, con grandes impactos ambientales y sociales", además de que no fijan población en el territorio, "benefician a pocas personas" y detrás se encuentra "el ladrillo", frente a lo que ha asegurado que los fondos Next Generation "están para transformar el modelo".

 

Pérdida de biodiversidad

 

La directora de SEO/BirdLife, Asunción Ruiz, ha emplazado a "detener la pérdida de biodiversidad y hacer frente a los efectos del cambio climático, que ya están aquí", lo que constituye "un reto social" ya que el Pirineo "es un paisaje que existe en gran medida gracias a su paisanaje".

Ha realzado "el capital natural" del Pirineo y ha avisado de su progresiva "degradación" ambiental y social, animando a generar "un proceso resiliente" para sus habitantes, con el Plan de Transformación, Recuperación y Resiliencia porque "el futuro va de la mano de la conservación". Ruiz ha considerado que estos proyectos no pasarían "en ningún caso" la normativa ambiental porque su impacto es "severo".

"Cualquier proyecto de interés general nunca está por encima del interés ambiental", ha continuado Asunción Ruiz, para quien "hay muchísimas otras formas de generar futuro para la conservación de la naturaleza".

 

Maniobra de reanimación de un modelo moribundo

 

La coordinadora de Amigos de la Tierra, Blanca Ruibal, ha manifestado que el proyecto de unión de estaciones es "una maniobra de reanimación para un modelo que está moribundo" porque "cada vez hay menos nieve", lo que exige "adaptar" la economía pirenaica a estas circunstancia con "un proyecto de futuro".

Ha dejado claro que los fondos de recuperación "deben generar empleo" entre los habitantes de los valles de hoy y de las siguientes generaciones, subrayando que el Pirineo "es enormemente vulnerable". Ruibal ha animado a "no dejar a nadie atrás y generar una diversidad de proyectos económicos" para "atender las necesidades reales de la población de Aragón: Alimentos, energía y un proyecto de futuro".

La directora de Greenpeace España, Eva Saldaña, ha estimado que el sistema socio-económico está "muerto" y "hay otros caminos por los que transitar", emplazando a "desenmascarar a quienes venden proyectos de turismo sostenible, cuando no lo son" porque uno de los requisitos es que no causen un daño ambiental "significativo".

 

No cumple requisitos

 

A juicio de Saldaña, el proyecto de unión de estaciones no cumple "ninguno" de los requisitos establecidos por la Comisión Europea para conceder las ayudas, como que favorezca el uso sostenible de los recursos hídricos, que promueva la economía circular y que protejan las biodiversidad, "por lo que es muy denunciable y tendría que ir de vuelta", es decir, que sus impulsores tendrían que devolver la subvención, "una pérdida de dinero que puede ir destinado a otras cosas muy valiosas", como el apoyo a las pymes, los emprendedores y la economía social y solidaria.

El director de WWF, Juan Carlos del Olmo ha avisado de que "España puede encontrarse el serio problema de tener que devolver gran parte de los fondos Next Generation", también en este "caso icónico", de "enorme impacto ambiental" y que "destruiría" la Canal Roya.

"Es un proyecto anticuado y especulativo e incumple todos los preceptos de los fondos Next Generation", ha continuado Del Olmo, quien ha apostado por destinar estos fondos al "desarrollo rural sostenible" y a mejorar los servicios en el medio rural. Ha avanzado que los ecologistas denunciarán este proyecto ante la Comisión Europea.

 

Juegos Olímpicos

 

En otro orden de cosas, Luis Rico ha expresado la "preocupación" de las organizaciones ecologistas por el proyecto de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030. A su juicio, "no se pueden celebrar unos Juegos en ninguna parte del Pirineo" por el impacto ambiental, "muy alto".

Eva Saldaña ha apuntado que la rentabilidad económica es "cuestionable" y ha urgido a plantearse "si queremos los recursos para que la gente viva aquí o para contaminar".