Hay más de 24.000 personas evacuadas por los incendios. El gobierno de la provincia canadiense de Alberta ha declarado el estado de emergencia por la ola de incendios que lleva días asolando la provincia canadiense de Alberta, en el oeste del país, y que este viernes ha aumentado a más de 100 focos activos, de los cuales más de un tercio siguen todavía fuera de control.

"Después de revisar la situación actual de la provincia y nuestras opciones de respuesta, declaramos un estado de emergencia provincial para proteger la seguridad, la salud y el bienestar de los habitantes de Alberta", dijo la primera ministra de la provincia, Danielle Smith, tras una reunión esa con el Comité del Gabinete de Manejo de Emergencias y que ha recogido el medio canadiense CTV News.

Smith y el Ministro de Seguridad Pública y Servicios de Emergencia, Mike Ellis, han informado que esta declaración da poder al Gobierno en situaciones extremas, como darle acceso a fondos de emergencia y una mejor coordinación intergubernamental.

 

"Una respuesta más integral"

 

"Este no es un paso que tomamos a la ligera, pero es uno que permitirá la respuesta más rápida y efectiva", ha explicado Smith, a lo que ha añadido que "esta medida permite una respuesta más integral a los eventos extraordinarios. También garantiza que el centro cuente con todo el personal necesario y que nuestros socios transfronterizos sean notificados".

"A medida que la situación actual continúa evolucionando, tengo una gran confianza en que Alberta está preparada para manejar lo que se nos presente", ha dicho por su parte Ellis. Además, el centro de coordinación de emergencias ha subido de nivel 3 a 4 para una respuesta más integral.

 

Más de 24.000 personas evacuadas por los incendios

 

Más de 24.000 personas han tenido que abandonar sus casas por culpa de los incendios y se ha informado de que gran cantidad de edficios han sido destruidos incluyendo 20 casas, una comisaría y una tienda en Fox Lake, al norte de Alberta.

Responsables del Gobierno canadiense ya consideran 2023 como uno de los peores años para los incendios forestales en la memoria reciente: desde enero han sido registrado 363 incendios forestales que han quemado al menos 25.000 hectáreas de tierra.