Los detectores de radiación en la zona de exclusión en torno a la central nuclear de Chernóbil, en el norte de Ucrania, han sido conectados por primera vez desde que las fuerzas rusas se hicieron con el control de la misma el 24 de febrero, según ha indicado el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OEIA), que ha resaltado que los niveles detectados están dentro de la normalidad.

El director ejecutivo del organismo, Rafael Grossi, ha resaltado que la mayoría de los 39 detectores que envían datos desde la zona de exclusión, que se expande en un radio de 30 kilómetros desde la central, están ahora visibles, antes de agregar que los datos que están al nivel de los registrados antes del estallido del conflicto.

Así, el organismo ha indicado en un comunicado que "decenas de detectores de radiación están de nuevo transmitiendo datos desde los alrededores de la central nuclear de Chernóbil después de que Ucrania, con apoyo técnico del OIEA, haya tenido éxito a la hora de reactivar el vital enlace de información que fue cortado al inicio del conflicto, hace más de cien días".

 

"El éxito" de los esfuerzos para restaurar el sistema

 

Por otra parte, ha indicado que empezó a recibir estos datos el 6 de junio y ha destacado "el éxito" de los esfuerzos para restaurar el sistema de recopilación automática de datos y reconectarlo con el sistema de supervisión del OIEA, tras un corte de las comunicaciones el 24 de febrero, primer día de la invasión rusa.

Estas comunicaciones continuaron cortadas a pesar de que las tropas rusas se retiraron de la zona el 31 de marzo, si bien la transmisión de datos de salvaguarda se recuperó totalmente hace cuatro semanas.

"El reinicio de la transmisión de datos de radiación desde la zona de exclusión es un paso adelante muy positivo para la seguridad nuclear en Ucrania. Pone fin a un largo periodo de ausencia de información que creó mucha incertidumbre sobre la situación de la radiación en la zona, especialmente cuando estaba bajo ocupación rusa", ha explicado Grossi.

Las autoridades ucranianas anunciaron el 2 de abril que habían recuperado el control de la central y denunciaron que las fuerzas rusas habían saqueado por completo las instalaciones antes de abandonar el lugar, tras semanas alertando del peligro de accidente nuclear que suponía la presencia de tropas de Rusia en las instalaciones.