Los principales motivos por los cuales es más favorable para nuestra salud dosificar la ingesta de alimentos a cinco veces diarias son varias:

1. Ayuda a regular el apetito y controlar los atracones.

2. Ayuda a mantener el equilibrio hormonal entre insulina y glucagón (hormonas que regulan el nivel de glucosa en sangre). Esto se traduce en que evitamos unos periodos de ayuno seguidos de otros de abundancia de nutrientes. Por tanto, nuestro organismo estará más equilibrado.

3. Se facilitan las digestiones.

4. El organismo recibe el "mensaje" de que va a recibir un aporte continuo de nutrientes y por ello, no tiende a ralentizar el metabolismo y crear reservas. Hacer menos comidas al día aumenta nuestra tendencia a ganar peso.

5. Nuestro metabolismo gastará energía en utilizar los nutrientes de los alimentos cada vez que comemos.

A modo de esquema la distribución aproximada sería:

• 20% Desayuno
• 10% Media mañana
• 35% Comida
• 10% Merienda
• 25% Cena

Lo ideal es que el espacio temporal entre ellas sea de entre tres y cuatro horas.
A menudo oímos hablar de la importancia del desayuno. No cabe duda de que, tras el periodo de ayuno que supone la noche, desayunar de una manera adecuada es imprescindible para afrontar el día en las mejores condiciones.

Sin embargo, se habla menos de lo que debemos comer a media mañana, en casa o en el trabajo. Aunque su aporte sobre el total sea pequeño, no saltarnos esta ingesta nos ayudará a mantener la concentración en las actividades cotidianas, controlar el apetito y evitar llegar a la hora de la comida del mediodía con demasiada ansiedad. Por todo ello, no deberíamos obviarla.

Una ingesta a la que no solemos darle demasiada importancia, pero sin embargo es muy importante en nuestro rendimiento diario, es la ingesta de media mañana. Por ello, aprovechamos este artículo para darle protagonismo a una de las más olvidadas:

El tentempié de media mañana

En una dieta media de 2.000 Kcal, el aporte de la media mañana debería ser de aproximadamente 200 Kcal. Algunas propuestas de ideas saludables para evitar la monotonía:

• Un yogur con cereales y una fruta.
• Pequeño bocadillo de jamón y tomate en rodajas.
• Queso fresco con pan tostado.
• Una pequeña ensalada de frutas con nueces.
• Pan tostado con aceite de oliva y tomate.

Recuerda: Comer algo a media mañana, te ayudará a controlar el peso y a mejorar el rendimiento en el trabajo.