Unos 53.900 palestinos han sido asesinados y unos 122.800 han resultado heridos desde el inicio del conflicto entre Israel y Gaza. Dentro de esta dramática cifra de fallecidos, se estima que están incluidos unos 16.500 menores. Los datos alcanzan las 3.750 víctimas mortales desde que Israel rompió el alto el fuego de manera unilateral el pasado 18 de marzo, hace ya más de dos meses.

Sumario

 

En las últimas semanas Israel ha intensificado sus bombardeos en Gaza, lo que supone ahondar en la destrucción y crisis humanitaria que vive la Franja, cuyos habitantes se sumen en la desesperación ante una crisis de subsistencia continua.

 

Los bombardeos y ataques israelíes

 

La situación en la ofensiva militar de Israel en Gaza a 26 de mayo de 2025 / Foto: EA La situación en la ofensiva militar de Israel en Gaza a 26 de mayo de 2025 / Foto: EA

Desde la reanudación de sus ataques contra la Franja de Gaza, Israel ha castigado con mayor dureza el enclave gazatí con severos bombardeos que han causado más de 3.750 víctimas mortales en los últimos dos meses.

Jan Yunis es uno de los principales objetivos de las últimas operaciones, con abundantes bombardeos que han causado decenas de víctimas. En esta población, Israel ha vuelto a usar la táctica de decretar órdenes de desalojo preventivas, aunque en este caso la evacuación es de mayor alcance, al ser convertida por el ejército israelí  en una zona de combate peligrosa de cara a la operación terrestre que han iniciado en la zona para aumentar su dominio y operaciones de limpieza en el territorio gazatí.

Pero, a pesar de los duros ataques, no es la única zona golpeada con dureza en los últimos días, ya que casi toda la geografía de la Franja se ha visto afectada. En el distrito de Tuffah, al noreste de la capital gazatí, murieron unas cincuenta personas en dos ataques casi consecutivos sobre dos enclaves civiles. La situación es similar en Yabalia, también al norte, donde más de cincuenta personas se encontraban desaparecidas bajo los escombros de un edificio de cuatro pisos bombardeado previamente.

Otros lugares que han sufrido ataques masivos son Deir al Balah, donde Hamás ha denunciado la muerte de seis trabajadores humanitarios, o el campo de refugiados de Bureij, donde los bombardeos sobre una escuela que alojaba a miles de desplazados causaron más de una veintena de víctimas.

El último capítulo de estos crueles bombardeos masivos contra civiles se escribió este pasado fin de semana, cuando más de una treintena de personas murieron en el ataque israelí contra una escuela que albergaba cientos de desplazados en el barrio de Daraj, en plena capital gazatí

 

La catástrofe humanitaria

 

Además de los bombardeos masivos, en las últimas semanas Israel ha mantenido un férreo bloqueo terrestre que impedía la entrada de alimentos o suministros. Junto a esta ausencia de víveres, las operaciones terrestres y los persistentes bombardeos han obligado a nuevos exilios forzosos de una población que no tiene dónde ir ni con qué mantenerse.

El hambre y la desesperación han llevado al saqueo y pillaje de unos quince camiones humanitarios que han logrado entrar en la Franja. Se calcula que serían necesarios al menos unos 500 camiones de ayuda humanitaria para lograr paliar las necesidades más urgentes de la población, que era la cifra que entraba aproximadamente cada día durante el alto el fuego. Ante esta dramática situación, Israel ha afirmado que en los últimos días unos 300 camiones habrían cruzado la frontera, aunque menos de una tercera parte de los mismos habría distribuido su contenido.

A la falta de alimentos y la consiguiente desnutrición generalizada se suma la destrucción sistemática de las instalaciones sanitarias de la Franja. Apenas la mitad de los 36 hospitales gazatíes siguen operativos en este momento con graves limitaciones, ya que prácticamente todos han sufrido importantes daños, de ahí que apenas dos mil camas estén disponibles para una población de más de dos millones de personas. De hecho el norte de Gaza carece de cualquier posibilidad de asistencia sanitaria y los escasos recursos habilitados en la zona sur están absolutamente desbordados.

 

La compleja situación política internacional

 

Pero el conflicto no se limita a las fronteras de Gaza, sino que extiende su influencia a enclaves vecinos. En este sentido destaca el polémico incidente donde las fuerzas armadas israelíes dispararon contra una delegación de diplomáticos internacionales que visitaban la ciudad de Yenin, en Cisjordania. Aunque afortunadamente no hubo heridos, Netanyahu se limitó a calificar el suceso como un accidente.

En el Líbano, Israel también continúa con escaramuzas en la zona sur, con ataques en lugares muy determinados y con avisos previos de evacuación. El ejército israelí continúa este modo de operar a pesar de un alto el fuego que establecía una retirada de Israel y Hezbolá de la región sur, a pesar de lo cual el ejército israelí todavía mantiene varios puestos en territorio libanés.

Poco a poco el rechazo internacional por la actitud de Israel se manifiesta en nuevos ámbitos, con polémicas como su participación en el festival de Eurovisión y las peticiones de veto, o en situaciones más graves como el asesinato de dos empleados de la embajada israelí en Washington. Numerosos líderes internacionales empiezan a deslizar su protesta por la continuación de la guerra en Gaza e incluso el ex primer ministro de Israel Ehud Barak ha manifestado que seguir con el conflicto “exacerbaría el aislamiento diplomático y legal de Israel y provocaría una oleada de antisemitismo”.