La suma de políticas climáticas mundial actual está dirigiendo al planeta hacia un incremento de la temperatura global de 3,3 grados centígrados al final de siglo, un resultado muy superior a los 2ºC fijados como tope de incremento térmico y de más del doble del reto de rebajar este aumento a 1,5ºC que los científicos consideran necesario para evitar daños irreparables.

Así, las temperaturas medias mundiales van camino de exceder por mucho la meta fijada en el Acuerdo de París en 2015, según el informe Carbon Action Tracker (CAT), publicado ayer martes en el marco de la XXIV Cumbre del Clima de la ONU COP 24 que se celebra en Katowice (Polonia). 

Con este pronóstico, el grupo de investigadores alerta de que podría suponer la pérdida de los arrecifes de coral tropicales, los glaciares alpinos, el hielo marino del Ártico y un derretimiento irreversible del hielo de Groenlandia que elevaría los niveles del mar en el mundo, según el Grupo de Expertos de la ONU sobre cambio climático (IPCC, por sus siglas en inglés).

CAT es un consorcio de investigación de tres grupos europeos que reconoce que se han producido algunos avances, ya que hace un año la senda dirigía al planeta a un aumento de temperatura a final de siglo de 3,4 grados centígrados.

El IPCC anunció el pasado mes de octubre que es posible mantener y limitar el aumento de temperatura en 1,5 grados centígrados si se realizan cambios rápidos y sin precedentes en el comportamiento humano.

El informe subraya los avances en la "dirección correcta" hacia la reducción de emisiones desde el acuerdo de 2015 por parte de países como Argentina, Canadá, Chile, India y la Unión Europea e insiste en que "si se extienden y escalan, estos esfuerzos combinados podrían comenzar a doblar la curva de emisiones globales".

Sin embargo, denuncia la situación de países como Estados Unidos, Australia, Brasil, Indonesia, Rusia y los Emiratos Árabes Unidos porque aunque no han dado pasos atrás, tampoco han avanzado.

Otro mal vaticinio se presentó en la COOP 24: el aumento de la temperatura en la región mediterránea llegará a 2,2 grados centígrados en 2040 y podría superar los 3,8 grados centígrados en algunas regiones en 2100 si no se toman medidas de mitigación y las precipitaciones en verano podrían disminuir entre un 10 y un 30 por ciento, según el área.

Así lo aseguró la Secretaría General de la Unión por el Mediterráneo (UpM) que participa activamente en la Cumbre de Katowice (Polonia) durante la presentación de dos estudios sobre el impacto del cambio climático y la situación de la financiación climática en la región, que ha recibido en torno a un 13 por ciento del total mundial para la acción climática. Uno de ellos está realizado por la Red de Expertos Mediterráneos sobre Clima y Cambio Climático (MedECC).

En este sentido, España ha subido del puesto 38 al puesto 36 en la clasificación del Índice de Actuación frente al Cambio Climático 2019 (CCPI), publicado el lunes en Katowice, gracias especialmente al nuevo impulso a la ambición climática y las energías renovables, con las políticas y legislación introducidas después del cambio de gobierno, según ha informado Seo BirdLife.

El informe muestra que ninguno de los 56 países analizados o de la UE se encuentra "claramente" en una trayectoria que consiga ir por debajo de los 2 grados centígrados.

Suecia, el mejor balance

Con clasificaciones buenas en emisiones y energías renovables, Suecia lidera el ranking (rango 4), seguido por Marruecos, que aumentó significativamente su participación en la capacidad de energía renovable y tiene un ambicioso objetivo climático nacional. India avanza (puesto 11) gracias a la energía renovable, niveles comparativamente bajos de emisiones per cápita y un objetivo de mitigación relativamente ambicioso para 2030.

Por el contrario, Alemania vuelve a caer, desde el puesto 22 al 27 (sus emisiones no han disminuido desde 2009), y obtiene una calificación media con respecto a la energía renovable y la política climática; y China sube al rango 33 por la tendencia descendente de emisiones de 2014 a 2016 -con un exitoso plan de apoyo a la energía renovable-, aunque comenzaron a aumentar de nuevo recientemente.

En el grupo de países con muy bajo rendimiento en ambición climática aparecen casi la mitad de los miembros del G20: Japón (49), Turquía (50), Federación de Rusia (52), Canadá (54), Australia (55), Corea (57) y, al final del índice, Estados Unidos (59) y Arabia Saudí (60).

Alemania aumentará su contribución financiera para luchar contra el cambio climático mediante una aportación adicional de 70 millones de euros al Fondo de Adaptación como "símbolo de solidaridad", según anunció la ministra de Medio Ambiente germana, Svenja Schulze. La ministra destacó que los que más sufren los efectos del cambio climático son los que menos contribuyeron a provocarlo y por ello Alemania aportará más dinero al citado fondo.

El Fondo de Adaptación permite financiar medidas para evitar inundaciones o para introducir nuevos métodos de agricultura más resistentes a fenómenos climáticos extremos como sequías, tormentas o trombas de agua.

El fondo es usado con frecuencia por los países en desarrollo debido a el dinero puede ser destinado a proyectos pequeños y de forma poco burocrática. Alemania es el principal donante del fondo, con una contribución total hasta la fecha de 240 millones de euros.