Las cinco compañías más grandes de petróleo y gas, y sus grupos industriales, han gastado al menos 251 millones de euros presionando a la Unión Europea sobre las políticas climáticas desde 2010, según revela una investigación.

Los datos sobre la escala del lobbbyng de las compañías petroleras y sus representantes salieron a la luz cuando 200 organizaciones exigían la creación de un cortafuegos en torno a la política democrática para protegerlo de la influencia de la industria de los combustibles fósiles.

Las declaraciones del registro de transparencia de la UE revelan que BP, Shell, Chevron, ExxonMobil y Total han registrado un gasto de 123 millones de euros entre 2010 y 2018 para presionar a las instituciones de la UE, revela el informe de una coalición de ONG. Sus 13 grupos industriales declararon gastar otros 128 millones de euros en el mismo período.

En total, entre 2010 y 2018, las empresas y sus organismos de la industria de cabildeo han gastado al menos 251,3 millones de euros en actividades de lobby dentro de las instituciones de la UE, según el informe del Corporate Europe Observatory, Food & Water Europe, Friends of the Earth y Greenpeace.

Los investigadores dicen que la cifra representa la punta del iceberg, ya que en algunos años las empresas no hicieron declaraciones de gastos en el registro voluntario. El informe tampoco examina los gastos de cada empresa en relación con los parlamentos e instituciones nacionales.

El análisis del registro público de reuniones de la comisión europea muestra que las empresas petroleras y sus grupos industriales emplean a 200 lobbystas en Bruselas, que han celebrado 327 reuniones con altos funcionarios de la CE desde 2014, cuando Jean-Claude Juncker asumió el cargo de presidente de la Comisión europea, el equivalente a más de una reunión por semana.

Al mismo tiempo, las ganancias de los cinco grandes siguieron aumentando a más de 82.000 millones de dólares (más de 74.000 millones de euros) en 2018.

Pascoe Sabido, investigador del Corporate Europe Observatory, dijo: "grandes contaminadores como Shell, BP y sus grupos de presión han retrasado, debilitado y saboteado la acción de la UE sobre la emergencia climática gracias a su considerable gasto en presión. 251 millones en la última década compran mucho acceso e influencia en Bruselas

El informe se publicó después de la serie Guardian's Polluters, que reveló que 20 compañías de petróleo y gas, incluidas BP, Shell, Chevron, ExxonMobil y Total, pueden vincularse directamente a un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero desde 1965

El informe concluye que la presión ha logrado diluir la legislación climática de la UE. Las compañías de petróleo y gas trataron de interferir en las discusiones sobre los objetivos climáticos de la UE para 2030, cuando gastaron 34,3 millones de euros en presionar a las instituciones de la UE.

El informe dice que como consecuencia de ello los objetivos climáticos se debilitaron: no incluyeron un objetivo vinculante de ahorro de energía e incluyeron un objetivo de energía renovable "lamentablemente inadecuado".

Las ONG que respaldan el informe exigen que la política se libere de la influencia de los combustibles fósiles. En un manifiesto apoyado por 200 organizaciones de la sociedad civil, reclaman el fin de las reuniones con representantes de las multinacionales de combustibles fósiles, de las puertas giratorias entre las administraciones y estas empresas, de los subsidios a los combustibles fósiles y los patrocinios o asociaciones con representantes de la industria.

Engaño a los inversores

Coincidiendo con estas revelaciones, en Nueva York,  se abrió recientemente un juicio en la Corte Suprema que examina las acusaciones de que ExxonMobil engañó a sus inversores sobre el cambio climático.

En el Reino Unido, BP y Shell se enfrentan a una creciente reacción adversa. La Royal Shakespeare Company anunció que finalizaría su acuerdo acuerdo de patrocinio con BP y el National Theatre que terminaría su patrocinio de Shell el año que viene.

Sebastian Mang, asesor de política climática de Greenpeace Europa, afirma que “el petróleo y el gas están causando la muerte y la destrucción a cambio de ganancias espectaculares. Es hora de que nuestros gobiernos los hagan rendir cuentas".

Un portavoz de Chevron replicó a The Guardian que "presionamos de manera ética, constructiva y no partidista. Presionamos de acuerdo con todas las leyes. Chevron aporta experiencia en muchos temas que pueden ser valiosos para los funcionarios públicos electos y su personal. Nuestro objetivo es contribuir a la prosperidad económica a través de una política sólida".

“Rechazamos firmemente la premisa de este informe. Tenemos muy claro nuestro apoyo al acuerdo de París, la visión de la Comisión Europea de lograr la neutralidad climática de la UE para 2050 y los pasos que estamos tomando para ayudar a satisfacer la necesidad de la sociedad de obtener más energía y más limpia", fue la reacción de Shell.

Según Exxon, "tenemos la responsabilidad de que nuestros clientes, empleados, comunidades y accionistas participen en el debate de políticas públicas que afecten a nuestro negocio”. La compañía dijo que cumplía con los requisitos del registro de transparencia de la UE.