Activistas de Greenpeace han desplegado una pancarta en la fachada de El Corte Inglés de Nuevos Ministerios (Madrid) en la que exigen al Gobierno que aumente su objetivo de reducción de emisiones de CO2 para elevar la acción contra el cambio climático porque "Ya NUNCA es primavera".

Coincidiendo con el Día Meteorológico Mundial, los escaladores de la ONG han cambiado a más de 25 metros de altura el mensaje de la icónica campaña de El Corte Inglés por "Ya NUNCA es primavera" porque el cambio climático está modificando el clima, agravando los fenómenos meteorológicos extremos y diluyendo las estaciones de transición, como la primavera y el otoño.

 

La acción, según testigos presenciales, ha sido totalmente pacífica y no se han registrado incidentes. Los activistas subieron, desplegaron la pancarta reivindicativa y al poco tiempo finalizaron la protesta.

El responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace, Pedro Zorrilla, considera preciso exigir al Gobierno que actúe "según la ciencia" y las recomendaciones del IPCC. "Si no lo hace por voluntad propia, esperamos que la justicia le obligue a ello: que aumente drásticamente su objetivo de reducción de emisiones para 2030 y que lo fije en al menos un 55% menos que las emisiones de 1990, para hacerlo compatible con el Acuerdo de París y así evitar superar el límite de 1,5ºC", ha manifestado.

Este lunes el Panel de Expertos de Cambio Climático de la ONU (IPCC) ha publicado un informe que sintetiza sus trabajos de los últimos años en el que concluye que la crisis climática se está intensificando y en el que advierte de que esta década es "crucial" para abandonar los combustibles fósiles e impulsar las renovables en manos de la ciudadanía.

Por ello, la ONG insiste en que es "imprescindible" realizar cambios rápidos y profundos en todos los sectores y escalas para cambiar el modelo de producción y consumo.

"El Gobierno no puede ignorar el mensaje del IPCC y debe aumentar significativamente su objetivo de reducción de emisiones en el plan de energía y clima en revisión", ha afirmado.

Greenpeace señala que la AEMET ha confirmado que el verano en la actualidad dura cinco semanas más que a principios de los años 80 (del siglo pasado) y que 2022 fue el año más caluroso de los últimos 107, con 4.700 personas fallecidas como consecuencia de las distintas olas de calor que sufrió España.

El responsable de la campaña de Cambio Climático de Greenpeace, Pedro Zorrilla, ha incidido en que la realidad del cambio climático, como los informes del IPCC atestiguan, está haciendo "desaparecer la primavera" tal como se conocía.

"Esta es solo una de las muchas y terribles consecuencias que está trayendo consigo la crisis climática, como las olas de calor infernales en verano o la sequía que estamos sufriendo actualmente. Ese es el motivo por el que hoy, Día Meteorológico Mundial, hemos querido visibilizar una de las crisis más grandes a las que se enfrenta actualmente la humanidad para hacer un llamamiento a actuar antes de que sea tarde. Seguro que todos compartimos el deseo de que la primavera no se convierta definitivamente en un añorado recuerdo", ha señalado.

"La mala noticia es que la crisis climática ya está aquí y se está intensificando. La buena, como ha insistido el IPCC, es que ya existen soluciones para atajarla. El futuro del planeta pasa por proteger la biodiversidad y diseñar un nuevo sistema energético en el que se reemplacen definitivamente los combustibles sucios (carbón, petróleo, gas y uranio) por energías renovables", ha apostillado.

En ese sentido, Greenpeace afirma que es "clave" cambiar el modelo socioeconómico porque el actual no respeta los límites del planeta y apostar por la reducción de la demanda, la eficiencia, el ahorro y las soluciones inteligentes que aseguren una transición justa que garantice el acceso a energía renovable y asequible para todo el mundo.

Para la directora ejecutiva de Greenpeace, Eva Saldaña, ha recordado que el IPCC ha sido "muy tajante" al afirmar que "el tiempo apremia" y se necesita "mucha más ambición" para una reducción "drástica y rápida" de las emisiones.

"Hacer frente a la crisis climática nos obliga a una radical y urgente transformación económica, social y política del sistema, que pase por la justicia climática, que apueste por un modelo distinto de alimentación y movilidad, y que avance urgentemente hacia un sistema energético 100% renovable, democrático, social y ambientalmente respetuoso y justo", ha concluido.