El buque Blue Star quedó el lunes libre de carburantes, tras haber sido mezclados fuel y gasóleo, además del aceite para lubricar los diferentes motores que tiene el barco en su interior, tanto la maquina que permite el movimiento del barco quimiquero como los encargados de producir el suministro eléctrico en su interior.

En total, tras tres días de trabajos de una empresa especializada neerlandesa, fueron extraídas 105 toneladas de carburantes del barco encallado desde hace once días en Ares, en el entorno de las islas Mirandas, en la ría de Betanzos, litoral de A Coruña. 

Un vertido de diez litros

El único incidente se produjo sobre las 11:00 horas, cuando se registró la rotura de una manguera en el tramo que une el tanque de proa con la manguera de tierra, en lo alto de un acantilado, y esto produjo un vertido sobre la cubierta del barco, de unos diez litros de combustible que llegaron al mar por los aliviaderos.

El suceso causó una mancha de unos cinco metros cuadrados, que fue rápidamente neutralizada por embarcaciones menores que se encontraban allí o se desplazaron a la zona con barreras anticontaminación.

Durante el mediodía permanecieron en el área el remolcador Don Inda, de Salvamento Marítimo, organismo al que también pertenece la Salvamar Betelgeuse, además del remolcador Ría de Vigo, perteneciente a la Xunta de Galicia.

También sobrevoló el lugar el helicóptero Pesca 2 de la Xunta, para comprobar si el vertido había afectado a la costa. Otro remolcador, el Veintiocho, continuó con un cabo unido al Blue Star, contratado por la empresa SMIT Salvage, a su vez encargada por el armador para el rescate del buque.