Tras un verano lleno de incendios, inundaciones, pérdidas de los cultivos, inflación y crisis energética, los y las estudiantes vuelven a las universidades para encontrarse de frente (como cada año) las empresas que "juegan con su futuro". La denuncia de End Fossil Barcelona critica la presencia de bancos y empresas fósiles en los centros universitarios, que no garantiza la independencia de los estudios que ofrecen estas entidades.

Ante esta realidad, el miércoles 2 de noviembre el nodo barcelonés ocupa una facultad de la Universitat de Barcelona para exigir los cambios que la adecuen al contexto actual. La pasividad que las universidades demuestran al permitir que las mismas empresas que dejan sin futuro a los y las estudiantes, estén en los propios centros, choca con los valores que en sus propios estatutos dicen representar: la justicia, el respeto del medio ambiente y del desarrollo sostenible, la difusión de los conocimientos científicos y la autonomía universitaria.

Mientras empresas como Santander, que entre 2016 y 2021 ha financiado el sector de los combustibles fósiles con 42.912 millones de dólares, y Repsol, con una cátedra que promueve el tecnooptimismo, al mismo tiempo que emite 10,7 millones de toneladas de CO₂ al año, empeoran la situación actual, la emergencia climática es una de las principales preocupaciones de los jóvenes.

Y es que los datos actuales son preocupantes. Según el estudio World Scientists’ Warning of a Climate Emergency, publicado en la revista científica BioScience, los desastres naturales han aumentado en un 43,8% durante los últimos diez años. El informe de Evaluación Global 2022 de la ONU prevé que el número de catástrofes al año sea de 560 de cara al 2030, una cifra equivalente a 1,5 desastres al día. Son noticia también los numerosos incendios de gran extensión en todo el mundo o las olas de calor que provocan sequías devastadoras.

Esta coyuntura, derivada de una crisis climática sin precedentes, se entiende por una crisis estructural a la cual nos ha llevado el capitalismo. Un sistema que promueve un crecimiento infinito basado en el uso de recursos finitos, como son los combustibles fósiles, es un sistema abocado al colapso. El problema es que este colapso nos incluye a todos y todas, y las empresas que actúan dentro de los centros universitarios son responsables directos del contexto de emergencia en el cual nos encontramos.

 

End Fossil Barcelona

 

Mientras bancos y empresas energéticas actúan como si el tiempo fuese ilimitado y las universidades toman una actitud pasiva frente esta realidad, la crisis climática no puede esperar. De la preocupación de los jóvenes, nace End Fossil: Occupy!, un movimiento internacional liderado por estudiantes que invita a ocupar las universidades y centros educativos para exigir el fin de los combustibles fósiles. La universidad de Pensilvania fue ocupada el 14 de septiembre, una ocupación permanente que lleva mes y medio de lucha y, desde entonces, estudiantes de todo el mundo han optado por este método en otras universidades como la de Göttingen, ocupada el pasado lunes 24.

En España, los nodos del movimiento exigirán tres demandas comunes: la desvinculación de las universidades con las empresas energéticas, la desvinculación con los bancos fósiles y una educación ecosocial. En cuanto a esta última demanda, el nodo de Barcelona exigirá la creación de una asignatura de crisis climática en todos los grados y el reajuste de los planes docentes.

Cómo comenta la antropóloga Yayo Herrero, formarse en competencias básicas relacionadas con la transición ecológica, no puede ser un asunto exclusivo de científicos ambientales o una opción de una minoría de estudiantes sensibilizados. No tiene sentido que grados como Economía continúen fomentando el crecimiento ilimitado que se vende desde el capitalismo y que va en contra del contexto actual.

Bajo el lema "Ocuparemos hasta que ganemos", End Fossil Barcelona promete ocupar hasta que se escuchen y se cumplan sus demandas. El movimiento apuesta por métodos disruptivos en los centros educativos, espacios de creación de conocimiento y socialización cotidiana, para luchar por el presente y el futuro del planeta. "No permitiremos que el capitalismo fósil acabe con nuestro futuro y con la vida en la tierra!", escriben en su manifiesto, disponible en las redes sociales.

Referencias