El bienestar humano se verá seriamente comprometido por las tendencias negativas en algunos tipos de daños ambientales, como un clima cambiante, la deforestación, la pérdida de acceso al agua dulce, la extinción de especies y el crecimiento de la población humana, según advierten más de 15.000 científicos de 184 países en un artículo titulado Advertencia de científicos del mundo a la humanidad: segundo aviso publicado en la revista internacional BioScience.

El texto fue escrito por un equipo internacional dirigido por William Ripple, profesor en la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad Estatal de Oregón, en Estados Unidos. Los expertos utilizaron datos respaldados por agencias gubernamentales, organizaciones sin fines de lucro e investigadores individuales para advertir de un "daño sustancial e irreversible" a la Tierra.

La advertencia va acompañada de pasos que pueden tomarse para revertir las tendencias negativas, pero los autores plantean que puede ser necesaria una oleada de presión pública para convencer a los líderes políticos de tomar las medidas correctivas idóneas. Estas actividades podrían incluir el establecimiento de más reservas terrestres y marinas, reforzar la aplicación de leyes contra la caza furtiva y restricciones al comercio de vida silvestre, ampliar la planificación familiar y programas educativos para mujeres, promover un cambio dietético hacia alimentos basados en plantas y adoptar masivamente energía renovable y otras tecnologías "verdes".

Las tendencias mundiales han empeorado desde 1992, escriben los autores, cuando más de 1.700 científicos –incluida la mayoría de los ganadores del Premio Nobel en vida– firmaron una Advertencia de científicos del mundo a la humanidad publicada por la Unión de Científicos Preocupados. En los últimos 25 años, las tendencias en nueve temas ambientales sugieren que la humanidad continúa arriesgando su futuro, aunque el artículo también informa de que se ha avanzado en el tratamiento de algunas tendencias durante este tiempo.

"Algunas personas podrían sentirse tentadas a descartar esta evidencia y pensar que solo estamos siendo alarmistas –subraya Ripple–. Los científicos están en el ámbito de analizar datos y observar las consecuencias a largo plazo. Quienes firmamos esta segunda advertencia no están dando una falsa alarma. Están reconociendo las señales obvias de que estamos yendo por un camino insostenible. Esperamos que nuestro documento desate un amplio debate público sobre el clima y el medio ambiente global".

Un 26% menos de agua dulce y casi un 30% menos de especies

El progreso en algunas áreas, como la reducción de sustancias químicas que agotan la capa de ozono y un aumento en la energía generada a partir de fuentes renovables, muestran que se pueden hacer cambios positivos, reconocen los autores. Se ha producido un rápido declive en las tasas de fertilidad en algunas regiones, lo que puede atribuirse a las inversiones en educación para las mujeres, según agregan. La tasa de deforestación en algunas regiones también se ha desacelerado.

Entre las tendencias mundiales negativas de los 25 años que se mencionan en el artículo están una reducción del 26% en la cantidad de agua dulce disponible por habitante y una reducción en la captura de peces en el medio silvestre, a pesar de un aumento en el esfuerzo pesquero.

También detectaron un aumento del 75% en el número de zonas muertas en el océano; una pérdida de casi 300 millones de acres de tierra forestal, gran parte de ella convertida para usos agrícolas; incrementos significativos en las emisiones globales de carbono y temperaturas promedio; un aumento del 35% en la población humana y una reducción colectiva del 29% en el número de mamíferos, reptiles, anfibios, aves y peces.

Ripple y sus colegas han formado una nueva organización independiente, la Alianza de Científicos del Mundo, para ser una voz colectiva sobre la sostenibilidad ambiental y el bienestar humano. Además, invitan a los científicos que no firmaron la advertencia antes de la publicación a respaldar la nueva advertencia.