El Grupo Ornitológico Oscense, Amigos de la Tierra y SEO/BirdLife han denunciado la muerte de más de 30 buitres por electrocución en la localidad de Fornillos, en la provincia de Huesca.

Las organizaciones han puesto de manifiesto, en una nota de prensa, que los apoyos donde se están electrocutando las aves se encuentran en las proximidades del vertedero de Huesca, donde acuden gran cantidad de aves de gran tamaño como buitres o milanos buscando los restos de comida que quedan entre la basura, por lo que la probabilidad de colisión con los cables o de electrocución en los apoyos de las líneas eléctricas aledañas al vertedero es muy elevada.

 

Vulneración de la Directiva de Aves del Parlamento Europeo

 

Además de la afección para la especie, supone la vulneración de la Directiva de Aves (Directiva 2009/147/CE del Parlamento Europeo y del Consejo de 30 de noviembre de 2009 relativa a la conservación de las aves silvestres) y la Ley 42/2007, en cuanto a la protección de las especies y la aplicación de medidas que eviten su daño o muerte y para garantizar la seguridad de la avifauna que habita en la zona. Igualmente, podría tratarse de un presunto delito en el marco de la Ley de Responsabilidad Ambiental por la no corrección de las estructuras que han causado la muerte de manera reiterada en el tendido eléctrico.

Este caso no es nuevo, han indicado los ecologistas, ya en el año 2005 en dos de las torres que circundan el vertedero tuvieron que instalarse medidas de aislamiento contra electrocuciones, tras ser constatada una alta mortalidad de aves, sin embargo, estas medidas son totalmente insuficientes y los elementos para reducir la electrocución evidentemente no funcionan.

 

Grave riesgo sobre el águila perdicera

 

Otras especies que se han encontrado muertas por electrocución en el mismo apoyo son: cuervo, milano negro y alimoche; y hay que tener en cuenta que no se localizan todos los individuos que mueren por esta causa. Además existe un grave riesgo sobre el águila perdicera y el milano real que se reproducen en las proximidades y que visitan a diario la zona, ambas declaradas en peligro de extinción.

El Grupo Ornitológico Oscense, Amigos de la Tierra y SEO/BirdLife consideran que para que no haya más casos de muerte de especies en este apoyo, si los elementos para evitar la electrocución no funcionan, y para eliminar el riesgo de colisión, se debería contemplar la opción de soterrar los tramos de línea eléctrica que se encuentran en el perímetro del vertedero, al que diariamente asisten aves en busca de alimento.

 

Elementos que impidan las electrocuciones

 

Los hechos fueron denunciados en anteriores ocasiones por los grupos ecologistas y que se solicitó al Gobierno de Aragón y a Enel (empresa propietaria de las líneas), modificar los apoyos con mayor riesgo y que se instalaran elementos que impidan las electrocuciones que se producen.

Los diferentes grupos ecologistas van a solicitar una reunión con el Gobierno de Aragón y Enel, para saber qué solución urgente se estima tomar para resolver este problema y qué tipo de seguimiento se realizará para comprobar su efectividad.

Según el Libro Rojo de las Aves de España, la electrocución es una de las principales amenazas para 24 especies de aves, entre las que se encuentran especies en peligro de extinción y presentes en nuestro país como el águila imperial ibérica, el águila-azor perdicera o el milano real.

 

La muerte de, al menos, 33.000 aves rapaces al año

 

Además, conforme un informe del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, que citan las mencionadas organizaciones, los tendidos eléctricos causan la muerte de, al menos, 33.000 aves rapaces al año. La mortalidad detectada por electrocución en tendidos eléctricos se estima solo en el 15% de la mortalidad real, ya que muchas muertes nunca serán detectadas, bien por ausencia de muestreos o bien por la desaparición de los cadáveres debida a distintos motivos, fundamentalmente por la acción de carnívoros.

Por último, SEO/BirdLife ha mostrado su disposición para hacer una evaluación de los postes identificados y poner en marcha medidas correctoras o alternativas como un rediseño del apoyo o un apoyo enterrado para evitar la electrocución de aves.