Cada español consumió un total de 8,7 toneladas de materiales en 2016, una cifra que sin embargo es un 1 por ciento menor que el año anterior, según la Cuenta de flujos de materiales del Instituto Nacional de Estadística (INE), que precisa que el consumo nacional de materiales utilizado por la economía llegó a 402,8 millones de toneladas, lo que supone un descenso del 0,9 por ciento respecto al año anterior.

Pese a ello, la productividad de estos materiales fue un 4,2 por ciento superior en este ejercicio. La cuenta de flujos de materiales en base 2010 apunta que la productividad de materiales o cantidad de Producto Interior Bruto (PIB) que genera cada unidad de consumo nacional de materiales alcanzó los 2.745,3 euros por tonelada en 2016, lo que supone un incremento del 4,2 por ciento respecto al año anterior.

Las cifras del año pasado resultan claramente distintas de las de los años 2011, 2012 y 2013, cuando el consumo nacional de materiales tuvo crecimientos negativos del -11,7, del -20,4 y del -6,1 por ciento respectivamente.

En cuanto a los componentes del consumo nacional de materiales, la extracción nacional fue el principal origen durante 2016, con un total de 330,7 toneladas, lo que representa el 82,1 por ciento del total y respecto a 2015, aumentó el 1 por ciento.

Más importaciones que exportaciones

Además, el balance comercial físico, es decir, las importaciones menos las exportaciones, fue de 72,1 millones de toneladas en 2016, lo que supone el 17,9 por ciento del total, con una reducción del 9 por ciento respecto al año anterior. Las importaciones llegaron a 257,5 millones, frente a los 185,4 millones de las exportaciones.

En concreto, los principales materiales que se extrajeron en España en 2016 fueron minerales no metálicos y biomasa, con 182,4 y 133,2 millones de toneladas respectivamente.

Las cuentas del INE destacan que la extracción de biomasa creció un 6,8 por ciento respecto al año anterior, mientras que la de minerales no metálicos disminuyó un 4,9 por ciento.

Por su parte, los minerales metálicos y los combustibles fósiles supusieron el 4,1 y el 0,4 por ciento de la extracción nacional respectivamente, frente al 2,3 por ciento y el 1 por ciento del año 2015.

En el balance comercial físico, fueron los combustibles fósiles los que mayor peso tuvieron durante 2016, tanto en importaciones (52,4 por ciento) como en exportaciones (28,3 por ciento). A estos le siguen la biomasa, con el 20,1 por ciento y el 26,9 por ciento respectivamente. Por lo que hace a los minerales no metálicos, las importaciones fueron de 13.051,5 miles de toneladas y las exportaciones de 39.339,1 tuvieron un saldo negativo de 26.287,5 miles de toneladas.

Finalmente, en cuanto a los principales indicadores derivados de la cuenta de flujos de materiales, fueron la productividad de materiales y el consumo nacional de materiales por habitante. La productividad de materiales alcanzó 2.745,3 euros por tonelada, lo que supone un aumento del 4,2 por ciento, mientras que el consumo medio se situó en 8,7 toneladas por habitante, un 1 por ciento menor que el año anterior.