La organización no gubernamental Survival International ha lanzando este lunes una campaña contra la explotación turística de las reservas de tigres en India con la intención de que se restablezcan plenamente y se respeten los derechos de los pueblos indígenas que habitan en ellas.

Las autoridades indias han negado a los pueblos indígenas el reconocimiento de sus derechos, contemplados en la Ley de Derechos Forestales, que garantiza a los pueblos indígenas el derecho a vivir y a proteger sus tierras ancestrales.

"Cada vez más y más turistas son conscientes de que las reservas de tigres de India esconden una profunda injusticia", ha dicho el director de Survival, Stephen Corry, quien ha explicado que se producen expulsiones ilegales de tribus indígenas con el pretexto de conservar la naturaleza.

"Ahora el Gobierno ha agravado esta injusticia inhabilitando los derechos de los indígenas que viven en las reservas", ha dicho Corry, quien ha hecho un llamamiento para boicotear a las empresas turísticas que se lucran de las reservas de tigres. "Las autoridades tienen que darse cuenta de que el tigre solo podrá salvarse si se cumple la ley y se reconocen los derechos de los pueblos indígenas", ha añadido.

"Antes nosotros éramos la jungla y la jungla nos lo daba todo", ha dicho Sakru Dhurwey, de la tribu baiga, quien ha asegurado que "ahora está todo vallado y no tenemos nada". "Este es nuestro bosque, nuestra selva, deberíamos protegerla" ha añadido Dhuwey.

"Los indígenas y los tigres pueden convivir"

La medida ha sido ampliamente condenada por diversas organizaciones. Sin embargo, decenas de miles de indígenas han sido expulsados ilegalmente de sus comunidades, lo que les ha llevado a una vida de pobreza y miseria al margen de la sociedad mayoritaria, según Survival. Muchos pueblos indígenas desconocen que tienen derecho a permanecer en sus tierras, ya que no han sido informados correctamente por parte de las autoridades forestales.

Por su parte, Madegowda, un activista defensor de derechos indígenas de la tribu soliga, en el sur de India, ha condenado la prohibición, que ha calificado como una violación de "los Derechos Humanos y de los Derechos de los indígenas en nombre de la conservación del tigre". "Los indígenas y los tigres pueden convivir, su coexistencia es posible porque los pueblos indígenas tienen un profundo conocimiento de la biodiversidad y saben cómo proteger el bosque y la vida salvaje", ha explicado Madegowda.

"Los guardas forestales me golpearon hasta que caí del árbol, me rompí la cadera y no podía levantarme", cuenta Bhardan Singh, uno de los indígenas expulsados, quien ha añadido que "los guardas me abandonaron y se marcharon caminando".

"De las 750 familias que solían vivir allí solo han sobrevivido 160 después de la expulsión", ha dicho una mujer de la comunidad Pecheru, expulsada de la reserva de tigres de Nagarjunsagar Srisailam.

Algunas organizaciones, como la Sociedad para la Conservación de la Vida Silvestre (Wildlife Conservation Society, WCS por sus siglas en inglés), han apoyado abiertamente las expulsiones. WCS encabeza desde hace décadas la iniciativa de "reubicar" a los pueblos indígenas que viven en las reservas de los tigres.

Por su parte, numerosos miembros de la tribu Jenu Kuruba, muchos de los cuales han sido expulsados del Parque Nacional de Nagarhole, han protestado contra la expulsión y han amenazado con bloquear la carretera de acceso si la orden no se retira. "Nos expulsaron con el pretexto de que hacíamos ruido, de que molestábamos al bosque, pero ahora hay multitud de vehículos turísticos", ha lamentado un miembro de la tribu.

"Vamos a ver a más indígenas desplazados porque el Gobierno quiere demostrar que se preocupa por los tigres", ha dicho el conservacionista Brejesh Dubey, quien ha añadido que, sin embargo, está demostrado que las comunidades indígenas ayudan a prevenir la caza furtiva y contribuyen a los esfuerzos de conservación".