La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha celebrado la aprobación del Real Decreto de Envases, publicado este miércoles en el Boletín Oficial del Estado (BOE), aunque considera que la norma es "poco ambiciosa" y avisa de que estará vigilante para que las nuevas obligaciones que se imponen a los productores no se trasladen a los consumidores en forma de sobrecoste.

 

Norma "poco ambiciosa"

 

Para la organización es positivo que ofrezca soluciones más sostenibles y que eran demandadas por los consumidores como el comercio a granel, la reducción de los residuos o el uso de recipientes reutilizables que son medidas "beneficiosas" para los consumidores y el medioambiente.

En el lado crítico, considera que la norma es "poco ambiciosa" en algunos aspectos y ve necesario conseguir que las alternativas más sostenibles sean "accesibles y asequibles" y construir una infraestructura de reciclaje eficaz y garantizar que los consumidores dispongan de la información necesaria para tomar decisiones informadas.

Alerta la OCU de que el carácter "orientador" de la propuesta conlleva el riesgo de que se diluya la responsabilidad en su aplicación y cree que el objetivo de reducir un 20% las botellas de plástico en 2030 respecto a los niveles de 2022 podría ser más ambicioso.

 

Comercio a granel

 

Respecto al comercio a granel, ve también positivo que los comercios minoristas de alimentación que vendan a granel alimentos y bebidas deban aceptar el uso de recipientes reutilizables por parte de los consumidores.

No obstante, lamenta por "insuficiente" que se incentive la presencia a granel acotada únicamente a alimentos y no se amplíe a otros productos como limpiadores.

Tampoco considera coherente que los productos con indicación de la agricultura ecológica estén exentos de las obligaciones de venta a granel, habiendo otras medidas (cartelería, pegatinas) que podrían servir para trazarlos e identificarlos correctamente.

Por otro lado, lamenta que no se defina una iconografía común sobre el contenedor donde depositar cada residuo porque puede crear confusión en los consumidores.

Otro aspecto que aplaude es la implantación, a partir de julio de 2023, de la obligación para los promotores de eventos festivos, culturales o deportivos de implantar alternativas a la venta de bebidas en envases y vasos de un solo uso y garantizar el acceso a agua potable no envasada y gratuita.

En cuanto a la reutilización en el sector de bebidas opina que la medida es positiva para reducir el volumen de envases de un solo uso, aunque cree que sería necesario ampliarlo a otro tipo de productos y no solo a la alimentación.

Al mismo tiempo, ve con buenos ojos que se amplíen las obligaciones financieras y organizativas a los productores que pongan en el mercado envases comerciales e industriales, que hasta ahora no estaban contemplados y celebra las medidas para mejorar la transparencia y el incremento de requisitos en la responsabilidad ampliada del productor que no han alcanzado niveles de recuperación y tratamiento óptimos en su recorrido en España.