La exposición al humo de los incendios forestales aumenta las probabilidades de que una embarazada se ponga de parto prematuramente, según un nuevo estudio publicado en el American Journal of Obstetrics & Gynecology.

Los efectos perjudiciales de la mala calidad del aire en la salud de las personas están bien documentados. En el caso de las embarazadas, la investigación ha demostrado que la mala calidad del aire, como el smog, puede provocar una serie de resultados adversos, entre ellos el parto prematuro (PTB), una de las principales causas de mortalidad infantil en todo el mundo. El parto prematuro se define como el que tiene lugar antes de la semana 37 de gestación.

Pero el humo de los incendios forestales es especialmente nocivo para la salud porque contiene partículas muy finas que pueden penetrar profundamente en los pulmones y empeorar enfermedades como el asma y las cardiopatías. Estas partículas diminutas también pueden viajar cientos y a veces miles de kilómetros desde el punto de origen del incendio forestal.

Los investigadores revisaron los certificados de nacimiento y los datos de partos hospitalarios entre 2007 y 2012 de más de 2,5 millones de personas embarazadas en California (Estados Unidos). Compararon esa información con estimaciones diarias de la intensidad del humo de los incendios forestales --basadas en imágenes de satélite-- por código postal.

 

Incendios forestales cada vez más frecuentes

 

Los datos revelaron que desde cuatro semanas antes de la concepción hasta las primeras 20 semanas de embarazo, el 86% de las mujeres embarazadas estuvieron expuestas al menos un día al humo de los incendios forestales, con una exposición media de 7,5 días.

Los resultados mostraron que el humo de los incendios forestales estaba significativamente asociado con el parto prematuro espontáneo, y que cada día adicional de exposición al humo de los incendios forestales aumentaba ligeramente las probabilidades de dar a luz prematuramente.

Los incendios provocan cambios bruscos y agudos en la calidad del aire --afirma la doctora Anne Waldrop, autora principal del estudio y subespecialista en medicina materno-fetal de la Universidad de Stanford--. Y algunas pruebas emergentes sugieren que el humo de los incendios forestales podría ser peor para la salud que otros tipos de contaminantes".

"Por lo tanto, incluso mientras trabajamos para disminuir otras formas de contaminación del aire, con los incendios forestales cada vez más frecuentes, más intensos y que ocurren a una escala mucho mayor, la exposición al humo de los incendios forestales es un grave problema de salud pública, especialmente para las poblaciones vulnerables como las personas embarazadas", concluye.

Referencias