El 31 de mayo se celebra en todo el mundo el Día Mundial Sin Tabaco 2024 que pretende concienciar sobre los riesgos para la salud asociados a su consumo y promover políticas eficaces para reducir su producción. En 2024 la infancia toma el protagonismo de este día a través de su lema Proteger a los niños y las niñas de la interferencia de la industria tabacalera.

Sumario

 

El Día Mundial sin Tabaco se celebra todos los 31 de mayo y es uno de los días mundiales relacionados con la salud y el medioambiente con más antigüedad reconocidos por la Organización de las Naciones Unidas. En 1987 La Asamblea Mundial de la Salud de la ONU instituyó el Día Mundial sin Tabaco, que en 2024 tiene por lema Proteger a los niños y las niñas de la interferencia de la industria tabacalera.

 

Más de 40 millones de adolescentes entre 13 y 15 años consumen tabaco

 

Los niños que fuman cigarrillos electrónicos tienen el doble de posibilidades de fumar cigarrillos más tarde en su vida. De hecho, la mayor parte de los fumadores adquirió ese hábito antes de cumplir 18 años.

La industria tabacalera se enfoca intencionalmente en los adolescentes, conscientes de que la iniciación temprana es clave para desarrollar clientes leales a largo plazo. El cerebro adolescente, aún en desarrollo, es especialmente susceptible a la adicción a la nicotina, lo que puede llevar a una dependencia de por vida. De acuerdo con la OMS (Organización Mundial de la Salud), más de 40 millones de adolescentes entre 13 y 15 años de todo el mundo ya han comenzado a consumir tabaco.

La exposición continua a la publicidad del tabaco contribuye a la normalización del consumo de cigarrillos entre los jóvenes. Las campañas de marketing, que a menudo retratan el acto de fumar como algo glamuroso y socialmente aceptable, influyen en las percepciones de los adolescentes, haciendo que vean el fumar como una conducta común y deseable. La publicidad del tabaco también explota la influencia social y la presión de grupo al mostrar a personas jóvenes y exitosas fumando crean una imagen aspiracional que los adolescentes quieren imitar. Esta representación puede llevar a los jóvenes a ceder ante la presión de grupo para probar el tabaco, creyendo que así lograrán aceptación social y mejorarán su imagen personal.

El consumo de tabaco desde edades tempranas tiene consecuencias graves para la salud física y mental. En el plano físico, fumar puede causar enfermedades respiratorias y cardiovasculares, además de reducir la capacidad pulmonar. En cuanto a la salud mental, la adicción a la nicotina puede provocar ansiedad, depresión y otros trastornos psicológicos. Además, el tabaco a menudo actúa como una puerta de entrada a otras sustancias más peligrosas.

A pesar de las estrictas regulaciones sobre la publicidad del tabaco en muchos países, la industria encuentra formas de evadir estas leyes mediante el uso de redes sociales, patrocinio de eventos y la colocación de productos en medios populares entre los jóvenes. Esta exposición continua, aunque sutil, sigue teniendo un impacto significativo en la juventud.

Día Mundial Sin Tabaco de 2024 ofrece una plataforma a la juventud de todo el mundo, que demandan que la industria tabacalera cese de dirigirse a este grupo con productos nocivos para su salud.

 

Cultivar tabaco agrava la crisis alimentaria global

 

En esta edición se pone el foco en el cultivo para tratar de alentar a que los gobiernos no lo subvencionen y que se puedan utilizar esos recursos para cultivos más sostenibles que mejoren la seguridad alimentaria y la nutrición. El cultivo de tabaco tiene efectos negativos en la salud humana, en los agricultores y en el medio ambiente. Además, la industria tabacalera obstaculiza los esfuerzos para reemplazar el cultivo de tabaco atrapando a los agricultores en un ciclo de endeudamiento y dependencia ofreciéndoles incentivos, lo que agrava la crisis alimentaria a nivel global.

Un número sin precedentes de 349 millones de personas de 79 países en todo el mundo se enfrenta a una inseguridad alimentaria aguda. Los tres principales productores de hoja de tabaco (China, Brasil y La India, por orden de producción) concentran más del 55 % de la producción mundial, pero el 90 % de toda la producción del tabaco se realiza en países en desarrollo, con bajos y medianos ingresos, y más de 30 de ellos se encuentran en el continente africano.  Se calcula además que en todo el mundo hay 1,3 millones de niños que participan en tareas relacionadas con el cultivo de tabaco.

 

Destrucción de recursos naturales y calentamiento global asociado al tabaco

 

Cada año se destruyen unos 3,5 millones de hectáreas de tierra para cultivar tabaco, asignando extensas áreas de tierra fértil para su cultivo en lugar de utilizarlas para producir alimentos saludables. Esto tiene consecuencias económicas negativas para los países productores de tabaco, debido a los impactos sanitarios, ambientales y sociales derivados de su cultivo. En muchos casos, los ingresos obtenidos de las exportaciones de tabaco se utilizan para importar alimentos. Además, el cultivo de tabaco deteriora la salud de los agricultores y los trabajadores agrícolas, y causa la pérdida irreversible de valiosos recursos ambientales, como fuentes de agua, bosques, plantas y especies animales.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tabaco provoca que se corten anualmente 600 millones de árboles, y además se requieren al menos 22 mil millones de litros de agua en el proceso y se emiten 84 millones de toneladas métricas de CO2 a la atmósfera, lo que contribuye a aumentar la temperatura del planeta.

 

8 millones de muertes cada año a causa del tabaquismo

 

La OMS alerta de que el tabaco mata cada año a ocho millones de personas y es la principal causa de enfermedad, discapacidad y muerte prematura evitables en el mundo. El consumo de tabaco aumenta en un 70 % la probabilidad de una muerte prematura. Este incremento de riesgo está estrechamente ligado al tiempo que se ha fumado, la cantidad de cigarrillos consumidos diariamente, la intensidad de la inhalación del humo y el contenido de nicotina y alquitrán de la marca de tabaco utilizada.

 En Europa en concreto, se registran anualmente 1,2 millones de fallecimientos atribuidos al tabaquismo. Se ha establecido una clara relación directa entre el consumo de tabaco y la aparición de numerosas enfermedades, incluyendo 20 tipos de cáncer según el informe "World Cancer Report 2020" de la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC). Además, el tabaco es responsable de una gran proporción de casos de cáncer de pulmón y de más del 50 % de las enfermedades cardiovasculares. Es la causa de más del 90 % de los casos de bronquitis, del 95 % de los casos de cáncer de pulmón, del 30 % de todas las cardiopatías coronarias. Parte importante de los casos de cáncer de esófago, vejiga urinaria, cavidad bucal y laringe también están asociados al consumo de tabaco.

 

Más de una decena de enfermedades directamente relacionadas con el tabaco

 

Entre enfermedades directamente relacionadas con el consumo de tabaco se encuentran las siguientes:

  • Bronquitis crónica.
  • Enfisema pulmonar.
  • Cáncer de pulmón.
  • Hipertensión arterial.
  • Enfermedad coronaria (angina o infarto de miocardio).
  • Accidentes cerebrovasculares (trombosis, hemorragias o embolias).
  • Úlcera gastrointestinal.
  • Gastritis crónica.
  • Cáncer de laringe.
  • Cáncer bucofaríngeo.
  • Cáncer renal o de vías urinarias.
  • Impotencia sexual en el varón.

 

Aún más riesgos para la población femenina

 

Además, las mujeres enfrentan riesgos adicionales, ya que las posibilidades de sufrir un infarto se multiplican por 10 en aquellas que fuman y usan anticonceptivos orales. Las mujeres fumadoras también experimentan un adelanto promedio de 2 a 3 años en la llegada de la menopausia, en comparación con aquellas que nunca han fumado. Además, el riesgo de desarrollar osteoporosis aumenta significativamente.

 

Los 5 países más fumadores del mundo

 

Hay alrededor de 1.300 millones de consumidores de tabaco en el mundo, con una ligera reducción del consumo en los últimos años. El último informe de la OMS, que considera a las personas mayores de 15 años, tanto hombres como mujeres, que fuman habitualmente estableció un ranking de los países más fumadores del mundo. Rusia ocupa el quinto lugar en la lista, con casi el 60 % de los hombres y el 23 % de las mujeres mayores de 15 años fumadores. Timor Oriental se sitúa en el cuarto puesto, con más del 80 % de la población masculina que consume tabaco de forma habitual. Kiribati encabeza el ranking, con dos tercios de los hombres y un tercio de las mujeres fumadores habituales. Montenegro se posiciona como el segundo país con más fumadores, con el 60 % de la población total. Grecia ocupa el tercer lugar, con más de la mitad de los hombres y un 35 % de las mujeres consumidores de tabaco.