El treparriscos, elegido como Ave del Año 2025 de SEO/BirdLife por votación popular, se encuentra en estas fechas en zonas de altura de los Pirineos y la cordillera Cantábrica, sus dos principales áreas de reproducción. Dado que su hábitat es bastante poco accesible y la especie es relativamente difícil de detectar, son muchas las incógnitas sobre su estado de conservación, según ha explicado la ONG.
El treparriscos es una de las aves más escasas y enigmáticas de Europa. Insectívoro y difícil de observar, habita exclusivamente en altas cumbres calcáreas entre los 2.200 y 3.000 metros
El treparriscos es una de las aves más escasas y enigmáticas de Europa. De pequeño tamaño y aspecto inconfundible, habita exclusivamente en altas cumbres calcáreas entre los 2.200 y 3.000 metros. Insectívoro y difícil de observar, en invierno desciende a zonas más bajas como cañones y sierras del sur peninsular.
Ave insectívora
Los especímenes de este ave insectívora está muy fragmentada en España. La organización ha detallado que su población reproductora se ha estimado entre 1.200 y 1.800 individuos. Si bien este mes de mayo se encuentra en sus áreas de reproducción en la cordillera Cantábrica, el Pirineo y el Prepirineo, es habitual que en invierno esta especie radique en enclaves más al sur, en roquedos, paredes, y zonas rocosas en general.
De acuerdo con SEO/BirdLife, se les puede encontrar en estructuras humanas como edificios históricos o presas en grandes embalses. Además, se han recogido citas de treparriscos en el Sistema Central, Sistema Ibérico, e incluso en las provincias de Alicante, Murcia o en otras zonas al sur como Sierra Morena.
El treparriscos, una de las aves más llamativas de la avifauna española, aunque también es una de las más esquivas.
Su coloración, que es pizarrosa de forma predominante, le hace pasar inadvertido hasta que levanta el vuelo desplegando sus anchas alas redondeadas de un llamativo color bermellón
La campaña Ave del Año de SEO/BirdLife busca poner el foco sobre algunas especies de la avifauna española que precisan de una atención especial por su mal estado de conservación o porque simbolizan la urgencia de proteger los hábitats que la acogen. Así, quieren reclamar a administraciones e instituciones medidas para la conservación del patrimonio natural de todos.
La de este año es el treparriscos, una de las aves más llamativas de la avifauna española, aunque también es una de las más esquivas. Su coloración, que es pizarrosa de forma predominante, le hace pasar inadvertido hasta que levanta el vuelo desplegando sus anchas alas redondeadas de un llamativo color bermellón. Se trata de un ave inconfundible, de vuelo ondulado y espasmódico como el de una enorme mariposa. Como su nombre vernáculo y científico indican, esta ave está íntimamente ligada a los cortados rocosos en zonas de montaña.
Comentarios