Una investigación internacional en la que participa la Universidad de Granada (UGR) señala que el ser humano ha alterado el patrón natural de distribución de las especies carroñeras a nivel global.

Según el estudio, realizado por 45 investigadores en 43 localidades de 17 países de los cinco continentes, la riqueza de vertebrados consumidores de carroña está principalmente condicionada por la presión antropogénica. Esto tiene importantes consecuencias ecológicas, socioculturales y económicas, ya que los animales carroñeros desempeñan funciones únicas en los ecosistemas y prestan servicios clave a los humanos.

En general, la riqueza de especies de un determinado gremio ecológico aumenta a mayor distancia de los polos y más cerca de los trópicos. Durante décadas, los ecólogos han postulado distintas hipótesis que tratan de explicar este patrón general, según detalla en una nota la UGR.

Sin embargo, los resultados de este estudio indican que, en el caso del gremio de los vertebrados carroñeros, los humanos han alterado su patrón natural de distribución a través de la persecución directa (por ejemplo, por envenenamiento) y otros impactos indirectos (por ejemplo, por electrocución en tendidos eléctricos).

Así, la riqueza de especies no se relaciona con variables naturales como la temperatura o la productividad vegetal, sino que es menor en lugares con mucha huella humana y viceversa.