El Parque Nacional de Cabañeros y la finca de Quintos de Mora, espacios del Organismo Autónomo Parques Nacionales (OAPN) son territorios óptimos para albergar al lince ibérico (lynx pardinus) y para reconectar las poblaciones del sur con las del norte, según confirma un estudio realizado por el panel de científicos expertos que participa en el Proyecto LIFE Lynxconnect que cofinancia la Unión Europea.

El estudio concluye que ambos espacios pueden ser reconocidos como Stepping Stones, es decir una especie de trampolín para conectar las distintas poblaciones de la especie.

Tanto Cabañeros (Toledo y Ciudad Real) como Quintos de Mora (Toledo) tienen una superficie estimada de unas 1.500 hectáreas y están situadas en los hipotéticos corredores que comunicarían las actuales poblaciones de Montes de Toledo y Sierra Morena.

El protocolo para seleccionar estos stepping stones es muy exhaustivo, se valora la abundancia de conejo, la conectividad o la calidad del hábitat, entre otros factores 

El protocolo para seleccionar estos stepping stones es muy exhaustivo, ya que se valora la abundancia de conejo, la conectividad o la calidad del hábitat, entre otros factores, según informa el OAPN, cuyos trabajos han permitido alcanzar valores apropiados para tener esta consideración, dando esperanza a la mejora y recuperación de una especie emblemática del continente europeo.

 

Preservación del lince ibérico

 

El proyecto LIFE Lynxconnect es la cuarta interacción del Proyecto LIFE de la Unión Europea dedicada a la preservación del lince ibérico, una especie que poco a poco va dejando atrás la extinción desde que a finales del siglo XX y principios del XXI llegará a su mínima población, de un centenar de ejemplares y que lo situó como el felino más amenazado del mundo.

La población de linces ibéricos en libertad en la Península ha pasado de los 94 ejemplares de 2002 a 1.668 en 2022. 

Ahora, según datos facilitados por el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, la población de linces ibéricos en libertad en la Península ha pasado de los 94 ejemplares de 2002 a 1.668 en 2022.

El proyecto LIFE, del que es socio el Organismo Autónomo Parques Nacionales tiene como uno de sus objetivos principales seleccionar áreas de reintroducción e interconexión de poblaciones de lince ibérico.

Los expertos en la especie aseguran que para garantizar su supervivencia es de vital importancia conectar los núcleos de población existentes, por lo que busca crear pasillos entre poblaciones que permitan fomentar la interacción social, su reproducción y diversidad genética.