La biodiversidad está amenazada en buena parte de los bosques tropicales del planeta. Muchas de sus zonas protegidas ven peligrar su riqueza biológica, según una investigación publicada en la revista Nature, en la que se alerta sobre los principales riesgos para estas áreas y se perfilan estrategias de acción para mejorar su conservación.

En el estudio, dirigido por el profesor de la Universidad James Cook (Australia) William Laurance, han participado más de 200 científicos de todo el mundo, entre ellos el investigador del Departamento de Biología Animal de la Universitat de Barcelona (UB) Juan Carlos Guix, especializado en el bosque lluvioso atlántico del este de Brasil, tal y como ha informado el centro en un comunicado.

El equipo científico ha analizado durante las últimas tres décadas la evolución de un amplio conjunto de bioindicadores y parámetros ecológicos en 60 áreas de bosques tropicales protegidos de América, África, Asia y Oceanía y ha concluido que las zonas más vulnerables son las más expuestas a los efectos de la actividad de los colonos ilegales, la caza y la explotación comercial de madera.

Según Carolina Useche, del Instituto Humboldt (Colombia), y segunda autora del estudio, es también alarmante el grado de disminución de especies en las reservas más amenazadas. "Afecta a una amplia variedad de especies animales y vegetales: grandes depredadores, primates, peces, anfibios, etc.", expone la científica.
En los últimos años, la deforestación ha reducido la extensión de los bosques tropicales que, según el profesor Laurance, son unas auténticas "arcas" de la biodiversidad.

"Cerca de la mitad de las reservas muestran dificultades para mantener la biodiversidad original. Algunas de estas arcas están en peligro de colapsarse y no tenemos más opciones: buena parte de la biodiversidad de los bosques tropicales desaparecerá si no mejoramos la conservación de las áreas protegidas", afirma Laurance.

 

El futuro está en juego

 

Los expertos consideran que las áreas protegidas actuales no serán suficientes para garantizar la preservación de la biodiversidad. Por ello hacen un llamamiento a "sumar esfuerzos" para luchar contra las amenazas internas y externas de los espacios naturales y crear más acciones de apoyo en las áreas protegidas en colaboración con las comunidades locales.

Uno de los principales problemas detectados es que muchas de las áreas protegidas de los bosques tropicales son relativamente pequeñas y están aisladas entre sí por cultivos, pastos o áreas recientemente deforestadas. Por ello, los expertos establecen la necesidad de aumentar las superficies de los fragmentos forestales más pequeños, conectarlos con otros bosques que también estén aislados mediante la creación de corredores biológicos y reducir interferencias ambientales que amenacen las áreas protegidas.

"No sólo es importante lo que pasa dentro de una reserva. Es tanto o más importante lo que pasa a su alrededor", expone el coautor del trabajo Kadiri Serge Bobo, de la Universidad de Dschang (Camerún). En este sentido, cabe remarcar que el 85% de las reservas estudiadas han perdido cobertura forestal en los últimos 30 años y sólo el dos por ciento ha registrado un aumento del bosque circundante.