La jornada laboral es un factor que puede modificar drásticamente nuestra alimentación. Ya sea por la dificultad de hacer ingestas a media mañana o tarde, por el horario del propio trabajo o bien, por los cambios de turno.

Todas estas circunstancias provocan que, nuestra alimentación se vea desorganizada, y provoque trastornos digestivos, como estreñimiento o incluso aumento de peso.

Pero no por el hecho de comer fuera de casa o por comer en la oficina debemos dejar a un lado nuestra alimentación. Ya que tenemos un gran aliado para seguir comiendo de manera saludable, el tupper.

Cada vez existen más modelos que se alejan de la típica fiambrera metálica que usaban nuestros padres o abuelos. Actualmente, se pueden encontrar con separadores, de dos pisos, en mochilas…, tenemos un sinfín de posibilidades para que sea más divertido y práctico comer en el trabajo.

Gracias al tupper, se puede seguir con la misma alimentación diaria que en casa. Pero en el caso de no tener acceso a un microondas, es más apetecible preparar menús, más bien veraniegos a base de platos fríos.

Para ello, se puede jugar con cremas o también con ensaladas de patata, pasta, legumbres, etc.

Acompañando estos primero platos, si se acepta consumir carne o pescado sin calentar, se podría consumir como segundo plato. Pero si no es agradable consumirlos sin calentar, se recomendaría enriquecer el plato único con proteína. 

En forma de huevo duro, brotes de soja, atún al natural o con trozos de pollo a la plancha.

Además, se recomienda consumir pan, al poder ser integral y una pieza de fruta como postre.

Platos menos calóricos

En el caso de que nuestra empresa tenga servicio de catering, se debería intentar seguir estas recomendaciones, ya que en la mayoría de las ocasiones, estos servicios ofrecen varias opciones:

• Consumir de primer plato, ensaladas o verdura, sin aliños ni salsas muy calóricas.

• Consumir de segundo plato, carne o pescado a la plancha, al vapor, etc.; intentando evitar rebozados, fritos o guisos con salsas.

• Consumir de postre una pieza de fruta, en lugar de postres lácteos.

• Acompañar siempre nuestra comida, con pan al poder ser integral.

• Beber agua durante las comidas, evitando refrescos y bebidas alcohólicas.

Si no tenemos la suerte de poder comer en nuestro puesto de trabajo y estamos obligados a comer en un restaurante o bar, también nos queda la opción de escoger los platos más saludables y menos calóricos del menú.

En el caso de comer con tupper o en un restaurante, se debería intentar equilibrar con las cenas. Es decir, si en las comidas se come carne, se debería intentar consumir pescado o huevo para la cena.

Durante el fin de semana, o los días en las que el trabajador tiene la posibilidad de comer en su hogar, debería intentar consumir aquellos alimentos que durante la semana no ha podido consumir, con la intención de aportar una mayor variedad nutricional.

Durante estos días, sería muy interesante poder consumir legumbres o verduras hervidas.

El comer fuera de casa, no debe ser una excusa para comer mal o para no mantener el peso, siempre debemos buscar la opción más saludable para poder seguir realizando una dieta saludable.