Rusia ha ingresado más de 63.000 millones de euros por exportaciones de combustibles fósiles durante los dos primeros meses de la guerra contra Ucrania, según estima el Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio (CREA (1), por sus siglas en inglés), que ha analizado los envíos al exterior de petróleo, gas y carbón.

El estudio detalla las exportaciones de combustibles fósiles de Rusia, los puertos que recibieron envíos de ese país y cuándo se efectuaron. La Unión Europea ha adoptado un embargo de carbón ruso desde el mes de julio próximo y se prevé que la Comisión Europea sugiera la prohibición de importaciones de petróleo en las próximas jornadas.

De hecho, este miércoles Alemania ha anunciado que ha reducido de forma sustancial su dependencia del petróleo ruso, por lo que ahora considera que un embargo sería "manejable". Así lo ha manifestado este miércoles el ministro de Economía y Protección del Clima, Robert Habeck en una visita a Polonia para discutir con la ministra de Clima y Medio Ambiente de ese país, Anna Moskwa, para discutir temas de seguridad y cooperación energética.

Sin embargo, en los dos primeros meses de guerra, precisamente Alemania ha sido el mayor importador de combustibles fósiles rusos, ya que ha pagado una factura de 9.100 millones de euros. España, por su parte figura como uno de los diez primeros países importadores, ya que en este periodo ha pagado 1.900 millones de euros. En los dos primeros meses del conflicto bélico, el puerto de Bilbao recibió gas ruso por valor de 320 millones de euros.

En total, 3.000 millones de euros en valor de combustibles fósiles fueron exportados a través de los puertos y de los gasoductos desde que Rusia inició la invasión de Ucrania, el pasado de 24 febrero. De este importe, la UE importó el 71 por ciento, en torno a 44.000 millones e euros.

 

El ranking, lo lidera Alemania

 

Mayores importadores de combustibles fósiles de Rusia / Gráfico: CREA Mayores importadores de combustibles fósiles de Rusia

El ranking lo lidera Alemania, que importó 9.100 millones; Italia, 6.900 millones; China, 6.700 millones; Países Bajos, 5.900 millones; Turquía, 4.100 millones y Francia 3.800 millones de euros.

El suministro de petróleo desde Rusia a puertos extranjeros cayó un 20 por ciento en las tres primeras semanas de abril, en comparación con enero y febrero previos al inicio d e la guerra. Sin embargo, el carbón aumentó un 20 por ciento y el suministro de gas natural licuado también se incrementó un 50 por ciento. El descenso en petróleo crudo se aceleró a mediados de marzo.

Las exportaciones de petróleo a la UE cayeron un 20 por ciento y las de carbón un 40 por ciento, mientras que las de gas natural licuado crecieron un 20 por ciento y las compras de gas a través de gasoducto por parte de Europa aumentaron un 10 por ciento.

La directora de Investigación de Chatham House, Bernice Lee, ha destacado que dos meses después de que Putin invadiera Ucrania, Alemania "sigue financiando el arsenal bélico ruso con 4,5 millones de euros al mes" lo que convierte a Berlín el mayor comprador de combustibles fósiles rusos.

En ese contexto, Lee subraya que el mundo espera que Alemania demuestre "fuerza y determinación" frente a Rusia, pero en lugar de ello está "financiando la guerra y bloqueando un embargo europeo sobre el petróleo ruso".

 

La guerra de Ucrania se financia con el carbón

 

"Alemania se autoproclama líder mundial, pero en esta coyuntura eso significa desprenderse de la energía rusa lo antes posible, concretar sus planes de energías renovables y garantizar que su presidencia del G7 aumente la financiación de las energías limpias a nivel mundial. Esto, como primera prueba de liderazgo del Canciller Scholz, va a ser una tarea pesada pero necesaria. Todos los ojos están puestos en él", ha criticado.

Por su parte, la especialista política climática y cofundadora de la ONG ucraniana Centro de Iniciativas Medioambietnales Ecoaction, Anna Ackermann, ha afirmado que la guerra de Rusia contra Ucrania se financia en gran medida con las exportaciones de carbón, petróleo y gas del agresor.

Se trata, además de los mismos recursos son la principal causa de otro peligro global como es el cambio climático. Por ello, considera que este es un momento histórico, pues mientras Rusia busca nuevos compradores a sus exportaciones de combustibles fósiles la comunidad internacional tiene la oportunidad de reconocer que los combustibles fósiles crean tanto la guerra como la destrucción del clima.

"Hoy podemos, de una vez por todas, dar un paso crucial eligiendo la seguridad energética y la resiliencia mediante el avance de la transición energética limpia", ha concluido.

En la misma línea, la directora del Centro de Política Climática y Exterior del Consejo Alemán de Relaciones Exteriores, Kira Vinke, califica de "inaceptable" que Alemania siga importando "grandes cantidades de combustibles fósiles de un país que ha violado de forma flagrante y reiterada el derecho internacional.

 

"Un factor clave para el régimen de Putin"

 

Así, considera que la respuesta a ese desafío pasa por aumentar las energías renovables en vez de fomentar nuevas dependencias de los combustibles fósiles, como el gas de fracking o la energía nuclear", ha señalado.

La analista principal de CREA, Lauri Myllyvirta, considera que las exportaciones de combustibles fósiles son "un factor clave para el régimen de Putin y de muchos otros Estados delincuentes". En ese sentido, afirma que la continuidad de las importaciones de energía es la principal laguna de las sanciones impuestas a Rusia.

Así acusa a "todos" los que compran estos combustibles fósiles de ser "cómplices de las horrendas violaciones del derecho internacional que llevan a cabo los militares rusos".

Por ello, animan a todos los gobiernos y empresas que compran combustibles fósiles rusos a poner fin a las compras y a establecer aranceles punitivos.

Finalmente, la directora del departamento de Energía, Transporte y Medioambiente del Instituto Alemán de Investigación Económica Claudia Kemfert alerta a Alemania de estar socavando tanto su credibilidad como su seguridad energética al seguir comprando combustibles fósiles, tanto a Rusia como a otros autócratas. "Una prohibición de las importaciones de petróleo y gas ruso por parte de la UE demostraría la solidaridad internacional, el liderazgo y daría un giro a la seguridad energética europea", ha valorado.

Referencias