El evento de bruma y contaminación generalizadas de este invierno en Asia meridional, que afecta a 400 millones de personas, podría no desaparecer hasta marzo, cuando aumenten las temperaturas.

Es la conclusión de los científicos del Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus (CAMS), que están realizando un estrecho seguimiento de la bruma y el esmog que actualmente cubren amplias regiones del sur de Asia y afectan a la calidad del aire.

El CAMS afirma que el norte de la India, en particular, lleva sufriendo el deterioro de la calidad de su aire desde octubre.

 

Extensión del esmog invernal en Asia Meridional en invierno de 2021 / EP Extensión del esmog invernal en Asia Meridional en invierno de 2021 / EP

Deterioro de la calidad de su aire desde octubre afecta a 400 millones de personas

 

Las principales regiones afectadas se encuentran a lo largo del río Indo y de la llanura indogangética, donde se registran elevados niveles de partículas finas, conocidas como PM2,5, que afectan a ciudades como Nueva Delhi (la India), Lahore (Pakistán), Daca (Bangladés) y Katmandú (Nepal). La calidad del aire en la capital de la India, Nueva Delhi, ha permanecido en la categoría de desfavorable desde principios de enero, al empeorar debido a las frías temperaturas, y el deterioro de la calidad del aire afecta a más de 400 millones de personas.

Mark Parrington, científico sénior en el Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus (CAMS), explica: "El deterioro de la calidad del aire es habitual en el norte de la India en invierno, especialmente en la llanura indogangética, debido, en parte, a las emisiones derivadas de actividades antropogénicas, como el tráfico, las actividades culinarias, la calefacción y la quema de rastrojos, que logran acumularse en la región a causa de su topografía y a unas condiciones meteorológicas frías persistentes"

"Esta bruma invernal podría mantenerse hasta primavera, cuando el aumento de las temperaturas y los cambios en el clima contribuirán a disipar la contaminación", añade.

Emisiones de actividades antropogénicas

 

El CAMS proporciona información de forma continuada sobre la contaminación atmosférica, como datos sobre la materia particulada (PM2,5), el dióxido de nitrógeno, el dióxido de azufre, el monóxido de carbono y el ozono, entre otras sustancias contaminantes. Al combinar la información obtenida vía satélite y las observaciones terrestres con detallados modelos informáticos de la atmósfera, las/los científicos/as del CAMS pueden proporcionar previsiones sobre la calidad del aire de todo el mundo con hasta cinco días de antelación, lo que incluye a esta región gravemente afectada.

La bruma generalizada ha podido observarse con claridad en las imágenes satelitales, y las previsiones del CAMS a escala mundial sobre la profundidad óptica de los aerosoles (en inglés, AOD) muestran que la bruma está principalmente formada por materia orgánica y sulfato. Los análisis muestran que las concentraciones han permanecido en niveles elevados durante un periodo prolongado y que se alcanzaron valores máximos el 16 de enero y el 1 de febrero.

Varios estudios han demostrado que la exposición crónica a gases y pequeñas partículas perjudiciales, como las PM2,5, tienen efectos dañinos para la salud, al reducir la esperanza de vida en más de ocho meses de media y en dos años en las regiones y ciudades más contaminadas.