Hace poco más de un año, la niña escocesa Martha Payne conseguía situar el debate sobre la alimentación en los comedores escolares en primer plano ante la opinión pública británica. Payne empezó a colgar en su blog, NeverSeconds, imágenes de la insípida, anodina y poco nutritiva dieta que le ofrecían en el colegio. "La comida del cole es casi siempre horrible", escribió en una de sus primeras entradas. "Estoy en edad de crecer, y no puedo hacerlo con una sola croqueta", se lamentaba.

La calidad de los platos descritos y fotografiados por Payne no dista mucho de la de los típicos menús para colectividades que se sirven en España. Las grandes empresas de catering encargadas de preparar los alimentos ganan concursos de la Administración pública en los que prima el precio y no el valor nutritivo de la comida.

Buscando la máxima rentabilidad, las compañías elaboradoras de menús por encargo pactan tarifas con empresas agroalimentarias industriales y consolidan el actual modelo de producción, distribución y comercialización de los alimentos, que ha convertido a la comida en una mera mercancía.

El 56% de los alumnos de enseñanza infantil y primaria toman el almuerzo en la escuela

El almuerzo, la comida más importante del día en nuestra cultura, proporciona el 35% del aporte energético del día. Según una encuesta elaborada por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el 56% de los niños que cursan educación infantil y primaria en España emplean los servicios de comedor del centro. Concretamente, lo hacen el 52% de los alumnos en los colegios públicos, el 59% de los concertados y el 74% de los privados. En general, la mayoría de los menús ofrecen una escasa y poco variada oferta de legumbres, verduras, hortalizas y fruta, y un elevado, y a menudo excesivo, consumo de carne.

Ante tal panorama, y bajo la premisa de que una buena alimentación es un derecho social, diversas entidades se han organizado para garantizar una dieta saludable en la escuela mediante la implantación de los comedores ecológicos, que transmiten a los más pequeños estilos de vida más sanos y les inculcan el placer de descubrir nuevos sabores y alimentos diferentes.

En los comedores ecológicos, los niños disfrutan comiendo productos de temporada y de proximidad que no contienen sustancias químicas ni son transgénicos y que, además, conservan mejor sus propiedades originales: menús con menos proteínas animales, menos bollería industrial y frituras, y con más legumbres, verduras y frutas.

Desarrollo local

Pero, además del evidente beneficio para la salud de los niños, esta iniciativa favorece el desarrollo económico en los ámbitos rural y local estableciendo un tejido social en la zona donde se halla el colegio, así como la reducción de los costes ambientales, pues evita la contaminación del suelo y de los acuíferos, la producción intensiva en monocultivos y la contaminación que supone la distribución de productos a largas distancias.

Para que la transición a este tipo de comedor sea un éxito, se necesita sobre todo de la participación y el saber hacer del personal de cocina y comedor, pero también de la colaboración del profesorado y de las familias, que deben incluir mejoras en la dieta diaria acordes con la alimentación de los centros educativos.

Los nuevos menús incorporan más frutas y verduras y menos carne y bollería industrial

Varios proyectos han visto la luz a lo largo y ancho de España con el objetivo de fomentar un cambio en los hábitos alimenticios de los más jóvenes. Desde septiembre de 2005, en Andalucía, la iniciativa Alimentos ecológicos para el consumo social pretende impulsar este tipo de alimentos dando a conocer sus bondades.

Por una parte, se apoya el desarrollo de las zonas rurales y el mercado interno de productos bio y, por otra, se potencia la introducción de los mismos en los menús de los centros escolares mediante dietas equilibradas. La exitosa iniciativa está recogida dentro de las medidas del actual Plan Andaluz de Agricultura Ecológica.

En 2008, la Generalitat de Catalunya puso en marcha el Plan de acción para la alimentación y la agricultura ecológicas para promover la producción y el consumo de los alimentos ecológicos en la comunidad autónoma. Un año antes se había constituido la Taula de Treball d’Alimentació Escolar Ecològica (Mesa de Trabajo de Alimentación Escolar Ecológica), formada por instituciones y entidades, con el objetivo de crear un espacio de encuentro y coordinación de todas las experiencias que trabajan en la consolidación de los comedores colectivos ecológicos.

Mientras, en 2009, arrancó en Asturias el proyecto de Alimentación Saludable y de Producción Ecológica en los Comedores Escolares. Este mismo año, Canarias ha implantado una prueba piloto de comedores escolares con productos ecológicos del archipiélago. La iniciativa, que empezó a funcionar a finales de abril, se marca como primer objetivo ofrecer en siete centros, uno en cada isla del archipiélago, un menú alternativo generado a partir de productos ecológicos de proximidad y de temporada.