La Fundación Artemisan ha lanzado este miércoles 2 de agosto un documental de 34 minutos en el que explican que los modelos de gestión del lobo ibérico que compatibilizan la "caza moderada", la ganadería y el turismo rural "son los que mejoran la conservación" de la especie y "reducen la conflictividad social".

En el documental, titulado El hombre y el lobo y en el que intervienen investigadores, ganaderos, pastores y cazadores, se asegura, además, que cuando se prohíbe la actividad cinegética de la especie, "las poblaciones disminuyen".

"Es el caso de Asturias y Portugal, donde no se puede cazar y las poblaciones están desapareciendo", ha señalado el director de la fundación, Luis Fernando Villanueva.

Para Villanueva, el objetivo del documental es presentar una "realidad distinta" de la especie, basada en "argumentos científicos", frente a lo que "opina gente más radical" que muestra al lobo "como una especie emblemática".

Una respuesta a la propuesta no de ley de protección del lobo

El documental, es también una respuesta a la proposición no de Ley aprobada el pasado mes de mayo en la Comisión de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente por la que se insta al Gobierno a declarar al lobo ibérico especie protegida por motivos ecológicos, científicos, sociales, culturales y éticos.

Sin embargo, según Villanueva, el modelo de gestión que permite la caza "ha permitido un incremento notable de lobos en las últimas décadas", sobre todo en las zonas del norte y centro peninsular, donde existen cerca de 300 manadas y alrededor de 2.500 ejemplares, según sus datos. "Castilla y León está haciendo una gestión muy buena que está permitiendo la expansión", ha destacado.

En el documental aparece el investigador y coordinador del censo nacional del lobo, Mario Sáenz de Buruaga, que señala que "el lobo no tiene un problema de conservación, sino un problema, y siempre lo ha tenido, de conflicto social".

También la directora de la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente e hija del documentalista, Odile Rodríguez de la Fuente, afirma en la cinta que "el reto es buscar un consenso para que el lobo pueda habitar en España pero en beneficio de todos los implicados".

Asimismo, pastores y ganaderos exigen una "compensación más eficiente" de los daños que produce la especie a su ganado.