La llegada masiva de miles de migrantes procedentes de África a las costas de la pequeña isla italiana de Lampedusa ha vuelto a situar el foco sobre la compleja situación allí vivida. Más de 10.000 migrantes desembarcaron durante menos de una semana en la pequeña isla, colapsando sus infraestructuras de acogida.

Sumario

 

Para responder a esta situación crítica, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyden, viajó a la isla junto a la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, anunciando un plan de compromiso para intentar atajar la situación.

Situación migratoria en Lampedusa / Infografía: EcoAvant.com Situación migratoria en Lampedusa / Infografía: EcoAvant.com

 

Cómo es Lampedusa

 

La isla italiana apenas tiene una extensión de 20,2 kilómetros cuadrados, con una longitud máxima de 8 kilómetros. Esas pequeñas dimensiones apenas permiten acoger una población habitual de unas 6.300 personas que, en su mayoría, se dedican a la agricultura y el turismo. A pesar de formar parte del Estado italiano, geológicamente Lampedusa pertenece a la placa africana. Su principal vía de conexión con el resto del territorio italiano es el servicio de ferris que la conecta con la isla de Sicilia y los limitados vuelos de su pequeño aeropuerto.

Aunque su pequeño tamaño y escasos recursos hicieron que estuviera bastante tiempo deshabitada, su situación estratégica en la ruta entre Italia y África hizo que desde finales del siglo XVIII intentara ocuparse, alternándose su dominio entre malteses, británicos y, finalmente, formando parte de Italia desde 1861.

Esta situación estratégica frente a las costas africanas hizo que Lampedusa se fuera convirtiendo en punto de entrada habitual desde el norte de África a la isla italiana y, desde allí, a territorio continental transalpino.

 

El fenómeno migratorio a Lampedusa

 

Para llegar a Lampedusa los migrantes utilizan dos rutas principales, la conocida como ruta tunecina, que supone aproximadamente el 55% de las llegadas, y la ruta libia, que es el 45% restante. La estratégica situación de la isla permite la llegada por dos vías principales, al estar separada de Túnez por apenas 110 kilómetros y de la costa libia por unos 300 kilómetros.

Esas dos distintas vertientes suelen acoger distintos orígenes entre los migrantes que llegan a Lampedusa. En la ruta tunecina habitualmente llegan personas procedentes del mismo Túnez y países del África Occidental como Mali, Costa de Marfil, Guinea o Camerún. En cambio, por la ruta libia llegan personas de África Oriental y Asia, como libios, egipcios, sudaneses, sirios, pakistaníes o bangladesíes

 

La crisis actual

 

La masiva llegada de migrantes en los últimos días ha desbordado la capacidad de la isla italiana. Con un centro de acogida que apenas puede albergar a unas 400 personas, más de 10.000 migrantes llegaron a sus costas en la última semana. Esta llegada masiva no es un fenómeno aislado, sino que responde a la creciente llegada de migrantes italianos a las costas de Italia. En datos de los primeros nueve meses del año, si en 2021 llegaron unas 42.750 personas, el año pasado la cifra ya había aumentado hasta más de 66.237 y este 2023 se ha multiplicado hasta los 127.207 migrantes en lo que va de año.

La gravedad de la situación actual provocó la visita conjunta de la  presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyden, y la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, intentando tranquilizar y gestionar la situación. En su intervención, Von der Leyden anunció una serie de compromisos por parte de la Unión Europea para gestionar esta crisis migratoria. Entre ellos destaca un nuevo mecanismo de solidaridad para que los migrantes llegados a Lampedusa sean acogidos por otros países europeos.

En cuanto a la lucha contra la salida de migrantes y el tráfico de personas, la dirigente europea apostó por la creación de nuevos corredores humanitarios más seguros, el aumento de la vigilancia aérea del Mediterráneo, una mayor coordinación para la repatriación segura de los migrantes que no reúnan condiciones de asilo y la actualización de la legislación europea contra el tráfico de personas.