El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Filippo Grandi, ha informado que en la crisis de refugiados de Nagorno Karabaj, más de 100.000 personas han sido desplazadas de la región hacia Armenia después de que el Ejército de Azerbaiyán tomara el control de la zona. Este número representa más del 70% de la población de la región, estimada en 120.000 personas. Grandi ha destacado la difícil situación en la que se encuentran estos desplazados, muchos de los cuales están hambrientos y exhaustos, y requieren asistencia inmediata.

A pesar de los esfuerzos de ACNUR y otros organismos, Grandi ha enfatizado la necesidad de ayuda internacional urgente para abordar esta crisis humanitaria. Anteriormente, el Gobierno de Armenia había informado que más de 88.000 personas se habían desplazado a Armenia desde Nagorno Karabaj, lo que equivalía a aproximadamente dos tercios de la población de la región antes de la ofensiva azerbaiyana.

El Gobierno armenio también anunció que proporcionaría una ayuda económica de 100.000 drams armenios (alrededor de 240 euros) a cada uno de los desplazados, sin importar su edad. Mientras tanto, las autoridades azeríes han expresado su deseo de que estas personas puedan permanecer en sus hogares y han prometido respetar sus derechos. Sin embargo, Ereván ha mostrado escepticismo sobre estos compromisos, y un gran número de personas ha optado por abandonar la zona.

Nagorno Karabaj, un territorio de aproximadamente 4.400 kilómetros cuadrados en el Cáucaso Sur, fue recuperado por Azerbaiyán en una ofensiva militar que duró apenas 24 horas y comenzó el 19 de septiembre. La región, de mayoría armenia, había estado bajo el control de fuerzas proarmenias durante más de tres décadas, a pesar del reconocimiento internacional de la soberanía azerí sobre la zona. El alto el fuego anunciado el 20 de septiembre incluye disposiciones para el desarme de grupos armados, la retirada de militares armenios y la "reintegración" del territorio en Azerbaiyán. Hasta el momento, se han celebrado dos reuniones entre delegaciones de Azerbaiyán y representantes armenios de la región para abordar estos aspectos.

 

Nagorno Karabaj se disolverá el 1 de enero de 2024

 

Las autoridades de la autoproclamada república de Nagorno Karabaj han anunciado su disolución a partir del 1 de enero de 2024, marcando el fin de más de tres décadas de control sobre el territorio. Esta decisión se produce en respuesta a la reciente ofensiva militar por parte de Azerbaiyán, que reintegró la región bajo su control.

El presidente de Nagorno Karabaj, Samvel Shahramanián, ha emitido un decreto en el que se justifica la disolución de la autoproclamada república debido a la "grave situación a nivel político y de seguridad". El objetivo principal es garantizar la seguridad física y los intereses vitales de la población de Artsaj. Según el decreto, todas las instituciones estatales y organizaciones subordinadas cesarán sus actividades a partir del 1 de enero de 2024, cuando Nagorno Karabaj deje de existir como entidad independiente.

El documento también señala que la población de Nagorno Karabaj, incluidos aquellos que se encuentran fuera de la región, deberá evaluar las condiciones de reintegración presentadas por Azerbaiyán y tomar una decisión individual sobre su futuro en Nagorno Karabaj.

Además, se destaca que esta decisión se toma en consideración del acuerdo alcanzado con Azerbaiyán, bajo la mediación de las tropas de pacificación rusas, que garantiza el paso libre, voluntario y sin restricciones de los residentes de Nagorno Karabaj, incluyendo al personal militar que ha entregado las armas.

El primer ministro de Armenia, Nikol Pashinián, ha expresado su preocupación por la posibilidad de una "limpieza étnica" en la región y ha señalado un aumento en la migración de la población armenia de Nagorno Karabaj hacia Armenia.

Azerbaiyán ha afirmado su intención de permitir que las personas permanezcan en sus hogares y ha prometido respetar sus derechos, aunque Ereván ha manifestado su escepticismo sobre estos compromisos, y muchas personas han optado por abandonar la zona.