El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) estima que más cinco millones de refugiados han huido de Ucrania desde que el 24 de febrero el presidente ruso, Vladimir Putin, anunciara una operación militar en el país.

Sumario

 

>> Más fotogaleria

Pero hay otro tipo de refugiados a los que los medios en general no han prestado tanta atención y resulta complicado tener cifras o datos al respecto: las mascotas que también salen de la guerra

Mapa de los otros refugiados de la guerra de Ucrania: las mascotas / Foto: EA

Según los últimos datos de ACNUR, contabilizan que 5.293.409 de personas han huido de la guerra de Ucraniaa 26 de abril de 2022. Por países, 2.944.164 de personas ya han llegado a Polonia, 782.598 a Rumanía, 614.318 a Rusia, 502.142 a Hungría, 437.362 a Moldavia, 357.560 a Eslovaquia y 24.719 a Bielorrusia.

Pero hay otro tipo de refugiados a los que los medios en general no han prestado tanta atención y resulta complicado tener cifras o datos al respecto: las mascotas que también salen de la guerra.

Al principio de la crisis humanitaria, muchas mascotas eran abandonadas en Ucrania ya que no se permitía a los refugiados entrar con ellas a territorio de la Unión Europea (UE), tal como nos relatan algunos voluntarios en el paso fronterizo de Medyka, en Polonia.

Medidas como las aprobadas a mediados de marzo desde Bruselas, para que los desplazados de Ucrania pudieran llevar consigo a sus mascotas hacia Estados miembros sin tener que pedir permisos, han ayudado a que un número menor de animales de compañía se vean abandonados en territorio de guerra, del cual huye su ciudadanía.  

Algunos países de manera unilateral ya habían abierto las fronteras para las mascotas que salían de Ucrania, sobre todo, después de que la Federación de Veterinarios de Europa (FVE) (1)hiciera un llamamiento e instara a “todas las partes para que relajasen temporalmente los requisitos de importación para permitir que los refugiados llevasen consigo a sus animales mientras huían, por ejemplo, con respecto a la necesidad de realizar pruebas de rabia a los perros”.

Hecho, que preocupa especialmente ya que en Ucrania existe una alta incidencia de animales afectados por esta enfermedad. Según el Regulatory Mechanism in Biosystems de 2021 (2), Ucrania "sigue siendo el único país de Europa donde la rabia está muy extendida entre los animales y las personas" donde “anualmente hay alrederos de 1.600 casos de rabia”.

Esta es una nueva entrega de una serie de reportajes del compromiso de EcoAvant.com con la información en relación a los derechos humanos, y en este caso concreto, con los derechos de los animales. En Medyka, Polonia, visitamos un centro de refugiados para máscotas

Esta es una nueva entrega de una serie de reportajes del compromiso de EcoAvant.com con la información en relación a los derechos humanos, y en este caso concreto, con los derechos de los animales.

Desde EcoAvant.com, hemos tenido acceso en exclusiva a imágenes relativas a lo que sería un refugio de animales en Borodyanka –según Malik Przemek, un voluntario de un centro de mascotas refugiadas en Medyka, Polononia–, las cuales nos ha autorizado a publicar. Es horrible: animales muertos por doquier, personas apilando decenas de cuerpos de perros sin vida uno encima del otro, ...

Przemek nos describe los detalles de las imágenes tras cuatro semanas de ocupación rusa: "Los animales no tenían ni agua ni comida. Alrededor de 250 perros murieron de hambre y 228 sobrevivieron".

Malik Przemek hace un llamamiento de ayuda para poder asistir a los diferentes animales con esta patología y controlar el brote de parvovirus. Tienen una escasez de Parvo Test

En Medyka, Polonia, visitamos un centro de refugiados para máscotas a cargo de Centaurus Foundation. Entre las últimas novedades, Malik Przemek, nos comenta que tienen escasez de Parvo Test. Un test capaz de detectar la presencia del antígeno parvovirus canino a través de las heces. El parvovirus canino o parvovirosis es una enfermedad infecciosa de tipo vírica, grave y potencialmente letal. 

Przemek hace un llamamiento de ayuda para poder asistir a los diferentes animales con esta patología y controlar el brote. Actualmente, tienen hasta siete animales ingresados en clínica, con esta dolencia.

Malik Przemek de Centaurus Foundation en primer plano frente al centro de mascotas improvisado en Medyka, Polonia / Foto: FFM - EA

El 19 de marzo iniciamos un trayecto por carretera a través de los principales pasos fronterizos donde llegaban las personas huidas de la guerra hasta cinco de los siete países que tienen frontera con Ucrania: Medyka (Polonia), Vel’ke Slemence (Eslovaquia), Beregsurány (Hungría), Siret (Rumanía) y Palanca (Moldavia). 

Nuestro viaje finaliza 10 días más tarde, el 28 de marzo, después de haber recogido decenas de testimonios y experiencias de la barbarie y el terror de la guerra. Pero, también hemos sido testigos de una auténtica ola de solidaridad sin precedentes donde la ciudadanía europea y de todo el mundo ha brindado su apoyo y su ayuda, cada cual desde su ámbito de especialización, empatía o creatividad.

 

Otras víctimas de la guerra: los animales de compañia

 

Una mascota a brazos de un refugiado que acaba de cruzar la frontera de Ucrania con Rumanía en Siret / Foto: FFM - EA

Con las mismas expresiones y sentir calamitoso que las personas refugiadas que huyen de Ucrania, entre tumultos y olas, abatidos por un viaje imprevisto, se adivinan discretos y silenciosos otras víctimas de la guerra: los animales de compañia.

Ellas, son también víctimas del terror y la barbarie, y de igual modo que las personas, requieren de asistencia. Al cruzar la verja en la frontera de Ucrania con Polonia, en Medyka –una pequeña población de poco más de 2.500 habitantes–, hay otro ejército que no es ni el ruso ni el ucraniano, sino el de la solidaridad, como en tantos otros puntos fronterizos en los que pudimos estar.

Con las mismas expresiones y sentir calamitoso, perros y gatos, son principalmente los que llegan a raudales en brazos, envueltos en mantas o jaulas de los refugiados

Son muchos, por doquier, los voluntarios que aguardan con comida, material sanitario o tarjetas SIM polacas para los huidos de la guerra de Ucrania. Entre ellos, también se encuentra los que han pensado en los animales de compañía. Perros y gatos, son principalmente los que llegan a raudales en brazos, envueltos en mantas o jaulas de los refugiados.

 

Asistencia de mascotas a pie de frontera

 

Jan Franke un voluntario la organización animalista alemana Der Deutsche Tierschutzbund procedente de Stuttgart en primer plano dentro de una tienda habilitada para la asistencia clínica / Foto: FFM - EA

Uno de los primeros puestos que se encuentra al cruzar la frontera de Ucrania es en el que encontramos a Jan Franke, un alemán de 30 años, que recibe a todos los animales tal como van llegando. Lleva tres semanas desde que salió de su Stuttgart natal hasta este rincón, Medyka, a pocos metros de Ucrania, donde hace de voluntario para Der Deutsche Tierschutzbund (del alemán, Asociación Alemana de Bienestar Animal) (3). Al llegar, ayudó a montar la tienda de campaña con material veterinario y ahora proporciona alimento y asistencia para aquellos que llegan hasta este punto fronterizo de Polonia, con sus mascotas.

Jan Franke nos muestra unas instalaciones improvisadas a pie de frontera, mientras nos explica que tienen “una sala con camilla para operaciones, medicamentos, comida y juguetes”

Franke nos invita a pasar a la tienda asistencial y nos muestra unas instalaciones improvisadas a pie de frontera, mientras nos explica –entre varias pilas y montículos de productos especializados para mascotas–, que tienen “una sala con camilla para operaciones, medicamentos, comida y juguetes”. Dentro, otros voluntarios preparan el material quirúrgico y esperan cualquier emergencia.

Más adelante, a una decena de metros encontramos una carpa de Dogs On The Street (DOTS) (4) (del inglés, Perros En La Calle). Es una ONG animalista afincada en Londres que desde 2016 lucha para sacar de las calles a personas con perros que viven en ellas, en varias de las grandes urbes del Reino Unido. Además, desde DOTS también asisten a perros con un “vehículo de cirugía veterinaria” y “garantizan todos los servicios esenciales, así como alimentos, arneses, correas y sesiones de entrenamiento y/o preparación de manera gratuita”, tal como explican en su página web.

Ian Muccec, de 42 años, voluntario de Dogs On The Street (DOTS) venido desde Birmingham a Medyka (Polonia) / Foto: FFM - EA

Ian Muccec, de 42 años, ha venido por su cuenta desde Birmingham –la segunda ciudad más grande de Inglaterra–, con la determinación de poder ayudar a todos aquellos animales que pueda. Lo hace colaborando con DOTS.

Entre el mucho material para perros que va ordenando mientras conversa con nosotros, Muccec nos explica: “Hemos repartido desde bozales, correas, a todo tipo de material para perros y gatos, entre los refugiados que van llegando. Calculo que como mínimo 20 al día”. 

Aunque tenemos una clínica veterinaria móvil totalmente equipada, no la hemos necesitado. Los animales en general que vienen con las personas están muy bien cuidados, ya que son mascotas

IAN MUCCEC, DOTS

Luego, tras una pausa, el voluntario venido de Birmingham espeta: “Aunque tenemos una clínica veterinaria móvil totalmente equipada, con la que hemos venido, la verdad es que no la hemos necesitado. Los animales en general que vienen con las personas están muy bien cuidados, ya que son mascotas. Casi todo nuestro trabajo aquí ha consistido en dar suministro de materiales para animales de compañía”.

 

Un centro de refugiados para mascotas en Medyka

 

Un voluntario pasea a dos perros en el centro de mascotas de Medyka, Polonia / Foto: FFM - EA

Abandonamos el pasillo, repleto de tiendas y carpas, que va desde la verja de la frontera hasta la aglomeración de autobuses que salen sin parar tan buen punto se van llenando.

Avanzamos varios centenares de metros y nos alejamos del epicentro de la crisis humanitaria en Medyka. Llegamos a una elegante zona verde con un parque al fondo y unos columpios propios de una zona residencial, con plataformas miradores y un pequeño puente – todo de madera y muy nuevo–, en frente un estanque donde nadan tranquilamente algún que otro pato. Al otro lado de la calle, se encuentran los vestigios de varias naves de lo que fueran en su momento –casi con total seguridad–, una granja agrícola estatal propia de la época de la colectivización agraria de la Unión Soviética (URSS).

Proseguimos por la acera contigua y encontramos la entrada. Entonces lo vemos, tal como nos habían indicado. Una treintena de contenedores en batería en un descampado junto a las antiguas naves de la granja agrícola colectiva que habíamos visto, hacia tan solo un momento.

Przemek y los suyos se movilizaron porque sabían que entre las interminables colas de refugiados había decenas y centenares de mascotas que eran transportadas de cualquier forma, entre toyas o trapos

Preguntamos por alguien que nos pueda informar y de seguida se presenta Malik Przemek, un polaco de 42 años alto, robusto y de ojos claros voluntarios de Centaurus Foundation. El origen de esta entidad animalista lo encontramos en la defensa de los derechos de los caballos en Polonia. Se creó en 2006 y en un inicio se centraba, sobre todo, en salvar a mamíferos équidos del sacrificio. Más adelante, ampliaron su público también a perros y gatos.

Przemek y los suyos se movilizaron porque sabían que entre las interminables colas de refugiados había decenas y centenares de mascotas que eran transportadas de cualquier forma, entre toyas o trapos –dadas las circunstancias–, y que en muchos casos las perdían o abandonaban cuando llegaban a territorio polaco, ante el caos de la huida durante los primeros días del conflicto.

Se desplazaron a Medyka el 26 de febrero, el segundo día desde el inicio de la guerra.  Allí, se encontraron decenas de animales por la frontera. “Solo atrapamos a tres perros, en ese momento”, recuerda el voluntario Przemek, donde esperaban con contenedores repletos de comida junto a la frontera.

Hasta ese momento, su labor se basó en dar comida y accesorios para mascotas a las personas que cruzaban la frontera con animales, tal como nos habían relatado el resto de voluntarios con los que habíamos conversado, instantes anteriores.

Los cuerpos de seguridad en Ucrania y chóferes estaban prohibiendo viajar con animales de compañía en los trenes y autobuses. Por ese motivo, muchas personas se veían obligadas a abandonar a sus mascota

Malik Przemek, prosigue con su narración y nos indica que varios ciudadanos ucranianos les explicaron que los cuerpos de seguridad en Ucrania y chóferes estaban prohibiendo viajar con animales de compañía en los trenes y autobuses. Por ese motivo, muchas personas se veían obligadas a abandonar a sus mascotas, que otras personas en Ucrania alojaban en refugios para mascotas, en el mejor de los casos.

Fue entonces cuando los voluntarios animalistas de Centaurus se dijeron “¿Por qué no organizar un transporte de voluntarios para llevar comida y medicina a los refugios de animales en Ucrania?”, razona Przemek.

 

Al rescate de mascotas en Ucrania

 

Jaulas con gatos llegados de Ucrania al centro de mascotas de Medyka, Polonia / Foto: FFM - EA

Fue así como el domingo 27 de febrero, tan solo tres días después de comenzar la guerra, un puñado de voluntarios cruzaron la frontera polaca hacia Ucrania en convoy de varios vehículos particulares. Según relata Malik Przemek, la experiencia fue “horrible”, les pusieron muchos problemas a la caravana de coches con animales en el paso de frontera.

Przemek estalla: “Retienen a los animales en la frontera durante muchas horas sin comida y sin bebida. No nos creen que tengamos este lugar aquí. Pero todo el problema comienza en la frontera para cruzar a la Unión Europea. El récord de tiempo que han pasado algunos voluntarios para llegar desde Ucrania en la frontera polaca es 36 horas… Un desastre”.

Nosotros proporcionamos instalaciones de cuarentena, veterinarios, vacunas e incluso podemos retener a esos animales 30 días, pero no, no podemos porque simplemente bloquean la entrada de los animales, así que los dejamos morir

MALIK PRZEMEK, voluntario de Centaurus

A lo que añade –ciertamente iracundo, pero amable– el voluntario polaco de Centaurus: “Nosotros proporcionamos instalaciones de cuarentena, veterinarios, vacunas e incluso podemos retener a esos animales 30 días, pero no, no podemos porque simplemente bloquean la entrada de los animales, así que los dejamos morir”.

Por otro lado, Przemek también destaca el papel del alcalde de Medyka, que les ayudó a habilitar un espacio donde instalar los contenedores con todos los materiales necesarios para improvisar un centro de refugiados de mascotas, las antiguas naves granja agrícola estatal polaca. Para el 29 de febrero ya teníamos instalados dos contenedores, y así han ido aumentando hasta la treintena actual, en la que ya trabaja hasta 15 voluntarios.

Más adelante, a mediados de marzo desde Bruselas recordó a sus Estados miembros que la Unión Europea permite “en situaciones excepcionales” autorizar el desplazamiento sin ánimo comercial a su territorio, aunque no cumplan las condiciones habituales. De esta manera los refugiados podían viajar con sus mascotas sin que hubieran presentado una solicitud previa de autorización y sin que el Estado de destino la hubiera concedido.

 

El cuidado de las mascotas

 

Dos veterinarios voluntarios ponen una vacuna a un perro llegado de Ucrania al centro de mascotas de Medyka, Polonia / Foto: FFM - EA

Ahora están mucho mejor organizados que al principio. Ya hay convoyes que llegan hasta centenares de kilómetros más allá de la frontera en territorio ucraniano, a ciudades como  KievCherkassy, Dniepr, Zapporoze, Odessa, Rivne o a Ivano-Frankivsk. En las últimas conversaciones mantenidas con Malik Przemek nos especifica: "No jugamos a hacer de héroes. No ponemos en riesgo la vida de los voluntarios y es por eso que no vamos a regiones donde hay bombardeos activos. No evacuamos a cualquier precio".

Después de viajes tan largos las mascotas están muy agotadas y sobre todo estresadas. Y lo primero que hacen es asistirles en las pequeñas clínicas que han podido habilitar el interior de los contenedores, desde donde proporcionan asistencia médica y primeros auxilios o vacunas y chips. También les toman fotografías para tenerlos identificados.

No jugamos a hacer de héroes. No ponemos en riesgo la vida de los voluntarios y es por eso que no vamos a regiones donde hay bombardeos activos. No evacuamos a cualquier precio

MALIK  PREZMEK, voluntario de Centaurus

Más tarde, el personal veterinario decide si deben poner a los animales en aislamiento en función de la patología o enfermedad que puedan tener o estén en riesgo de desarrollar.

Tal como nos explican los veterinarios voluntarios del centro de mascotas de Medyka, la incidencia de enfermedades en las que allí llegan es muy baja ya que no se trata de animales abandonados durante un periodo muy largo de tiempo, sino que se trata de animales de compañía que en general están bastante bien cuidadas.

Ya con experiencia acumulada algo más de 15 días organizan dos convoyes semanales que rescatan una media de 100 animales por expedición en territorio ucraniano.

Hay cerca de 15 perros por contenedor de los cuales se encargan de su cuidado, una media de tres voluntarios. Desde primera hora de la mañana a las 7.30 horas, comienzan con los paseos matutinos de las mascotas, mientras que otros limpian las jaulas

En el caso de los perros y para su correcto cuidado Malik Przemek nos explica que hay cerca de 15 por contenedor de los cuales e encargan de su cuidado, una media de tres voluntarios. Desde primera hora de la mañana a las 7.30 horas, comienzan con los paseos matutinos de las mascotas, mientras que otros limpian las jaulas.

A estas alturas de la guerra, tal como nos confirman, cuando se cumplen dos meses desde el inicio de las hostilidades bélicas, ya han pasado 1.200 animales por el centro de refugiados de mascotas en Medyka.

 

Refugios de mascotas abandonados

 

Un gato mira fijamente a la cámara desde una jaula en un contenedor adaptado en el centro de mascotas refugiadas de Medyka, Polonia / Foto: FFM - EA

Nos explica que tiene constancia de que hay un refugio en Borodyanka con centenares de perros a 60 kilómetros de la capital de Ucrania, Kiev. Que el 20 de marzo –el día 24 de la guerra– estaba bajo control ruso: “Están todos encerrados en las jaulas desde hace tres semanas sin agua, sin comida, están todos muertos… Mierda, y hay muchos refugios así, refugios que podrían estar siendo bombardeados como me consta que ya ha pasado en Járkov,…”. El diario inglés Daily Mail, así lo confirma. 

Tras un profundo respiro, el joven voluntario polaco Przemek espeta: “Se te rompe el corazón de pensar en todos los animales que no podemos salvar porque no podemos llegar a ellos”. 

Malik Przemek nos describe los detalles de las imágenes tras cuatro semanas de ocupación rusa: "Los animales no tenían ni agua ni comida. Alrededor de 250 perros murieron de hambre y 228 sobrevivieron"

Desde EcoAvant.com, por desgracia nuestra, hemos tenido acceso a imágenes relativas a lo que sería un refugio de animales en Borodyanka, según Malik Przemek, las cuales nos ha autorizado para publicar en exclusiva. Es francamente horrible: animales muertos por doquier, personas apilando decenas de cuerpos de perros sin vida uno encima del otro.

Przemek nos describe los detalles de las imágenes tras cuatro semanas de ocupación rusa: "Los animales no tenían ni agua ni comida. Alrededor de 250 perros murieron de hambre y 228 sobrevivieron".

 

Destino de las mascotas de la guerra

 

Un perro en una jaula en una unidad de curas en un contenedor en el centro de mascotas en Medyka, Polonia / Foto: FFM - EA

Centaurus trabaja con varias organizaciones animalistas de confianza en diferentes países de la Unión Europea. Además, las organizaciones que llegan a Medyka y se llevan animales de compañías siguen un protocolo: firman documentación relativa al chip de las mascotas y desde Centaurus hacen un seguimiento de los animales y su destino, donde hacen cuarentenas de hasta 30 días.

Tal como nos explica Malik Przemek: “Nos envían fotos y vídeos de cada uno de los animales. Tenemos muchos donantes y les hemos de proporcionar esa información”

Tal como nos explica Malik Przemek: “Nos envían fotos y vídeos de cada uno de los animales. Tenemos muchos donantes y les hemos de proporcionar esa información”. Además de en Polonia, en Alemania y Holanda muchas organizaciones organizan adopciones y luego viene a buscarlas. 

El joven voluntario razona en voz alta como “ahora mismo vamos a empezar a hacer el recuento adecuado porque pronto se acaban la cuarentena de los animales para esas organizaciones. Empezaremos a llamar a todas las personas y preguntaremos por todos y cada uno de los animales. ¿Qué pasa con ese animal, dónde está? ¿Se ha adoptado? Sí. Y si es así, entonces pedimos el contacto con la familia de adopción. Y los llamaremos y pediremos actualizaciones porque no queremos perder el control sobre esos animales”.

 

Asistencia, también en Przemysl

 

Zosia Szlemp a la derecha y dos voluntarias más de la Sociedad para el Cuidado de los Animales en Polonia, en la estación de Przemysl, Polonia / Foto: FFM - EA

En la estación de trenes de Przemysl también encontramos una carpa que brinda soporte y asistencia a las personas que llegan en tren desde Ucrania con mascotas. Zosia Szlemp, está en el interior de una carpa con dos voluntarias más de la Sociedad para el Cuidado de los Animales en Polonia (7), que en 2021 habrían llevado a cabo cerca de "36.000 intervenciones relacionadas con el trato inhumano de los animales en Polonia", según su página web. Szlemp nos explica que allí “tienen comida para las mascotas, mantas, ropa y algunos medicamentos. Cuando llegan ayudamos a la reducción del estrés, nada más que llegan”.

En estos momentos tenemos a 10 perros donde hay veterinarios que se encargan de los primeros auxilios y las vacunas. Luego los damos en adopción en Polonia u otros países

ZOSIA  SZLEMP,  Voluntaria animalista

También nos detalla que tienen varios refugios en los que algunos refugiados dejan a sus animales de compañía si no se pueden hacer cargo. “En estos momentos tenemos a 10 perros donde hay veterinarios que se encargan de los primeros auxilios y las vacunas. Luego los damos en adopción en Polonia u otros países”, arguye Szlemp, la joven voluntaria polaca de 24 años. 

Referencias