Los eurodiputados han aprobado hoy el acuerdo económico y comercial global con Canadá (CETA, por sus siglas en inglés), que tiene como objetivo impulsar el intercambio de bienes y servicios y el flujo bilateral de inversiones. El histórico acuerdo podría aplicarse provisionalmente ya en abril. El acuerdo ha recibido el apoyo de 408 eurodiputados, 254 votaron en contra y 33 se abstuvieron.

“Con el CETA, apostamos por la apertura, el crecimiento y elevados estándares, por encima del proteccionismo y el estancamiento económico”, subrayó el responsable de la tramitación parlamentaria del acuerdo, el letón Artis Pabriks (del grupo del Partido Popular Europeo) durante el debate previo a la votación.

“Compartimos valores comunes con Canadá, un aliado en el que podemos confiar. Juntos podemos construir puentes, en vez de un muro, para la prosperidad de nuestros ciudadanos”, añadió Pabriks, quien consideró que el CETA será una referencia para futuros acuerdos comerciales en todo el mundo.

“La de Canadá no es una economía importante. Sin embargo, el CETA es el primer paso en la estrategia para aprobar el Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP, por sus siglas en inglés) porque las grandes empresas estadounidenses están asentadas en aquel país, por lo que se está utilizando políticamente como experimento”, explicaba a EcoAvant.com el experto en política comercial europea Frédéric Viale. Es, por tanto, la primera pieza del engranaje de una serie de acuerdos para acabar con cualquier barrera para el libre comercio.

 

El CETA, que afecta a más de 500 millones de ciudadanos

 

 

El CETA, que afecta a más de 500 millones de ciudadanos, eliminará el 99% de los derechos de aduanas y las restricciones de acceso a los contratos públicos a ambos lados del Atlántico y liberalizará el mercado de servicios en los territorios de ambas partes. Bruselas calcula que el acuerdo impulsará el crecimiento y el empleo en ambas zonas. 

Además, Canadá abrirá sus mercados federales y municipales de contratación pública, como ya lo están en Europa. Los proveedores europeos de servicios, desde el transporte marítimo a las telecomunicaciones e ingeniería, servicios ambientales y de contabilidad, tendrán acceso al mercado canadiense.

Durante las negociaciones, la Unión Europea garantizó la protección de más de 140 indicaciones geográficas europeas de alimentos y bebidas que se venden en el mercado canadiense. También se han incluido cláusulas sobre desarrollo sostenible para salvaguardar los estándares medioambientales y sociales y garantizar su refuerzo mediante el comercio y la inversión.

Para atajar la inquietud sobre el poder que el acuerdo otorga a las compañías multinacionales y sobre el derecho interno de los estados a legislar en ámbitos como la salud, la seguridad o el medioambiente, la Unión Europea y Canadá reconocerán en el preámbulo del texto y en una declaración anexa que éste se aplicará de manera provisional sin perjuicio del derecho de las autoridades nacionales a regular esas áreas.

 

El CETA no suprimirá todos los aranceles

 

El CETA no suprimirá los aranceles en los ámbitos de servicios públicos y audiovisuales, transporte y algunos productos agrícolas como lácteos, avícolas y huevos.

Como respuesta a la presión parlamentaria, el controvertido mecanismo de arbitraje para la resolución de disputas entre inversores y estados fue sustituido por un sistema de tribunales de inversión permanente para garantizar el control gubernamental en la designación de los mediadores y reforzar la transparencia.

Los eurodiputados también dieron su visto bueno al acuerdo estratégico de asociación entre la UE y Canadá (SPA, en inglés), complementario del CETA. El pacto aspira a incrementar la cooperación bilateral en diversos ámbitos no relacionados con el comercio, como la política exterior y de seguridad, la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado, el desarrollo sostenible, la investigación y la cultura. El acuerdo estratégico fue aprobado con 506 votos favorables, 142 en contra y 43 abstenciones.

El CETA se podrá aplicar de manera provisional el primer día del mes siguiente a que ambas partes se hayan notificado mutuamente la conclusión del proceso de ratificación. El Parlamento cree que, como pronto, la aplicación provisional comenzará el 1 de abril. Declarado acuerdo mixto por la Comisión Europea en julio de 2016, también debe ser ratificado por los parlamentos nacionales y regionales.