El pasado 14 de marzo, tal y como han informado diversos medios estatales, la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal detuvo a ocho personas como en España en la Operación Carcoma que serían líderes una presunta estafa piramidal que operaba como academia de trading y de inversión en criptomonedas.

Todos ellos, ubicados en diferentes ciudades de la geografía española, han sido acusados de estafa, publicidad engañosa y pertenencia a una organización criminal, delitos por los cuales serán juzgados próximamente.

Al parecer, esta investigación se inició cuando el reportero y youtuber Carles Tamayo puso en manos de la policía toda la información que había obtenido a partir de sus investigaciones y sirvió de enlace para que personas afectadas pudieran realizar una denuncia colectiva a través de la Red de Prevención Sectaria y del Abuso de Debilidad (RedUNE).

En dichas investigaciones, que reflejó en una popular serie de vídeos en su canal de YouTube (además de ofrecer varias entrevistas y declaraciones televisivas) evidenció la conducta delictiva de sus cabecillas que, según sus propias declaraciones, contaban con más de 2.500 miembros, si bien la policía por el momento sitúa en 1.000 el número de víctimas.

La demanda colectiva se realizó finalmente en representación de 450 familias afectadas por esta presunta estafa piramidal. Estas familias han elegido para su defensa al bufete de abogados Bardavío, especializado en este tipo de delitos. Las personas afectadas denunciantes cifran entre los 500.000 y los 900.000 euros la presunta estafa de IM Mastery Academy, que llegaba a captar incluso a menores de edad, un punto reconocido incluso por uno de los responsables de la organización (aunque totalmente minimizado).

 

¿Qué es IM Mastery Academy y cómo funcionaba?

 

IM Mastery Academy, que además ha cambiado de denominación varias veces, se describe a sí mismo como una academia de formación en servicios financieros que, de forma complementaria y voluntaria, ofrece servicios de networking para sus miembros. Es decir, que ofrece la posibilidad de ganar dinero consiguiendo que más gente se apunte a la academia a través de un sistema de rangos y compensaciones.

Así, tal y como han señalado algunas de sus caras más visibles, se trata de «una plataforma digital que te enseña a generar diferentes fuentes de ingresos sin dejar de hacer lo que estés haciendo«. Un mantra repetido hasta la sociedad por sus miembros.

En un principio, esto no tendría por qué ser algo negativo. Muchas empresas ofrecen ingresos si les ayudes a conseguir clientes, como son los sistemas multinivel o los programas de referidos.

Sin embargo, las normas legales para poder realizar este tipo de actividades son muy estrictas, precisamente para evitar estafas de tipo piramidal (también conocidas como esquemas ponzi), normas que IM Master Academy no estaría cumpliendo al tenor de las investigaciones de Tamayo y de la propia policía.

Además, dichas investigaciones policiales conectan esta organización con una empresa anterior, IMARKETSLIVE, la cual habría actuado de forma parecida y sería de similar naturaleza. Sobre esta otra empresa ya hubo una advertencia por parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores durante el año 2018, por lo que no se puede descartar que el cambio al nombre actual no se deba precisamente a sus problemas legales.

Este mismo órgano, dos años después, en el 2020, advirtió sobre IM Mastery Academy señalando que esta organización no tenía autorización para prestar servicios de naturaleza financiera, entre ellos formación en trading, que era supuestamente la actividad principal de esta academia.

En esta línea, la CNMV llegó a calificar a esta empresa como «chiringuito financiero» y señaló que, además de no contar con el permiso de la entidad competente, IM Mastery Academy estaba ofreciendo formación en la compra-venta de productos financieros no permitidos en la Unión Europea.

 

De hecho, el youtuber Carles Tamayo incluso demostró que ni siquiera cumplía con los mínimos registros para realizar esta actividad y que, como añadido, existirían hasta seis empresas vinculadas a la marca IM Mastery Academy, ninguna de ellas con domicilio fiscal en España.

Una estaría en Denver (disuelta en 2019 por actividad delictiva), otra a varios kilómetros de la ciudad de New York como oficina virtual en 2013 (activa), otra en las Islas Mauricio (desde 2016 y registrada en la Comisión de Servicios Financieros), otra en Irlanda del Norte (desde 2018, disuelta en 2020), otra en Inglaterra (desde 2016) y una última en Japón (desde 2019).

IM Mastery Academy (y las empresas asociadas a la marca) al parecer utilizaban estas denominaciones para poder ofrecer servicios no permitidos en España y declarar sus beneficios fuera del país, lo que facilitaría la evasión fiscal y el blanqueamiento de dinero. De hecho, las Islas Mauricio son un paraíso fiscal conocido por ser la sede de sociedades offshore.

Respecto a estos supuestos servicios de formación, los usuarios pagaban primeramente una matrícula de 215 euros, a la cual se le añadía una mensualidad de 150 euros. En este punto, la organización ofrecía a los clientes la posibilidad de utilizar networking marketing para reducir sus gastos o incluso llegar a generar beneficios. Esto consiste en atraer nuevos usuarios a la academia a cambio de dichos beneficios y ascender en la empresa a través de un sistema de rangos jerárquicos.

De este modo, las personas entrevistadas por Tamayo declararon que la principal actividad de la organización era el network marketing y no los servicios de formación, que describen como bastante pobres, repetitivos, sin objetivos y demasiado básicos. Estas declaraciones se han realizado también en otros medios y a través de la red, documentado por diversas fuentes.

Uno de los problemas de esto es que para poder ascender de rango, era necesario conseguir que otras tres personas estuviesen dentro de la academia. Y, para subir otro rango, cada una de esas personas tenía que hacer lo mismo. Si en algún momento una de las «patas» de la pirámide se marchaba, entonces la persona bajaba de rango.

Esto, sumado a una serie de «gastos extra», a que el dinero se canjeaba con «fichas» de la propia empresa y otros inconvenientes de los que presuntamente IM Mastery Academy no informaba, para poder obtener beneficios que merecieran la pena una persona necesitaba atraer a un volumen de gente que lo hacía insostenible… que es precisamente el principal problema de los esquemas ponzi.

Preguntadas por esto, algunas víctimas han señalado que «las formaciones existían pero eran de bajo nivel» al tiempo que otras afirman que, por lo que hace al reparto del tiempo, estas formaciones apenas se producían dado que los esfuerzos se centraban en la captación de nuevos miembros.

Así, lo que verdaderamente hacía la empresa, siempre presuntamente, era conformar una estafa piramidal mediante la que los nuevos usuarios generaban con sus cuotas los ingresos de los más veteranos, que obtenían sus beneficios de esta forma de proceder y no de los conocimientos en trading que supuestamente proporcionaba la empresa.

Pero esto no acaba aquí. Las víctimas relatan que la organización les presionaba y les persuadía para invertir dinero y esfuerzo en conseguir potenciales clientes, y para ello eran sometidos a extenuantes charlas y formaciones donde se habrían empleado presuntamente técnicas coercitivas, como intentar copar todo el tiempo posible de las personas, apartarlas de su círculo social y aficiones, intentar que proyectasen todo el tiempo una imagen de éxito (exhibiendo coches de lujo, casas grandes, viajes a sitios conocidos…) y un largo etcétera.

Además, tal y como señalan fuentes policiales, “en la fase de embaucamiento, intentaban convencerles para que no contaran nada de los que estaban haciendo a personas más maduras, como sus padres, para evitar que éstas detectasen el engaño”.

Estas técnicas llegaban hasta el punto de invitarles trasladarse a vivir a otras ciudades con otros miembros de la organización o a dejar de lado a familiares y amigos. En la denuncia que inició la investigación, una familia señaló que su hijo carecía incluso de dinero para comer pero que pagaba siempre la academia.

Por si no fuera suficiente, se debe tener en consideración que muchas de sus víctimas eran menores de edad, lo cual no se produce de forma fortuita sino buscada y premeditada, ya que los usuarios no empezaban a tener ingresos hasta la mayoría de edad, por lo que la organización tenía un plazo de tiempo en el que solo obtenía beneficios de estas víctimas, y más teniendo en cuenta que las empresas no tienen la obligación de pagar ese tipo de deudas pasados los tres años.

Por lo que hace a los cabecillas, los «chairmans» como se hacen llamar, la investigación de Tamayo evidenció que trataban de captar a más gente principalmente a través de las redes sociales, si bien también lo hacían de forma presencial en eventos físicos que organizaban o en otros lugares y momentos que consideraban oportunos. Eventos a los cuales, siempre según declaraciones de las víctimas, presionaban a los miembros de la academia a acudir a pesar de que la empresa no costeaba el viaje.

Para intentar aumentar su capacidad de convencimiento, mostraban vidas lujosas que presumían haber conseguido a partir de los servicios de IM Mastery Academy. En este sentido, atendiendo al comunicado de la Policía Nacional sobre este asunto, IM Mastery Academy habría empleado «técnicas de persuasión propias de organizaciones sectarias«, lo cual también fue señalado por Tamayo en sus vídeos.

La empresa también utilizaba marcas no registradas como empresa tipo «Awaken Dreamers» para generar sensación de grupo y de identidad. En el reportaje del joven youtuber los propios responsables y miembros de la organización describen esto como «el movimiento» que hay detrás de la organización, no como la organización en sí misma. Como si esto fuera positivo y como si fuera habitual que una academia de formación tuviera una especie de movimiento social.

Y es que este es uno de los puntos de IM Mastery Academy. Además de las acusaciones de estafa piramidal y del empleo de técnicas coercitivas de manipulación, la empresa habría estado inculcando toda una serie de valores e ideas basadas en el emprendimiento, la «mentalidad de tiburón», la meritocracia, la competitividad e incluso concepciones más políticas como mensajes antipolíticos, de rechazo a los impuestos o de creencias pseudocientíficas y religiosas.

En stories en Instagram de cuentas vinculadas a IM Mastery Academy se leyeron mensajes de rechazo a las vacunas contra la COVID19, un mensaje que al parecer era repetido por ciertos responsables de la empresa. Cuando Tamayo preguntó a algunas de las presuntas víctimas, declararon por ejemplo que antes de una clase uno de los «chairmans» les dijo que «lo primero es Dios».

Otros ejemplos en este sentido es que se mostraban en favor de creencias como el horóscopo, se lanzaban mensajes contrarios al Gobierno… de forma bastante poco profesional teniendo en cuenta que se supone que la gente iba a aprender trading y no a adoctrinarse ideológicamente.

«Una vez un Platino 1.000 (un rango de la academia) me preguntó qué signo zodíaco era y desde que le dije que era Acuario, pues me miraba un poco mal… como que ya no quería saber tanto de mi», explica una de las personas entrevistadas. «Hay mucha gente así, anti-5G, antivacunas…», sentencia.

También defienden otra teoría pseudocientífica conocida como «ley de atracción»: si se desea mucho algo con una mentalidad positiva, entonces conseguirás ese algo. «Es que llega un punto que parece una secta», declaró otra persona afectada cuando explicaba este punto.

A esto se le suma que, al tenor de estos mismos testimonios, se cultivaba una idealización hacia los líderes de IM Mastery Academy, los llamados «chairmans», que trataban de reflejar la imagen del triunfador, emprendedor y exitoso que, de forma casi divina, estaban por encima del resto de la gente «normal» y disfrutaban de una vida de lujo a la que cualquiera puede aspirar.

Cualquiera que haga lo que ellos digan, por supuesto.

 

¿Qué es de IM Mastery Academy en la actualidad?

 

Cuando el reportaje de Tamayo se extendió y los medios se hicieron eco del asunto, los miembros y clientes de IM Mastery Academy iniciaron una campaña de limpieza de imagen compaginada con otra de desprestigio hacia el periodista, que ha llegado a denunciar públicamente amenazas, coacciones e insultos varios.

Sin embargo, en ningún momento ofrecieron datos o pruebas de que Carles Tamayo estuviera mintiendo. De hecho, hasta la fecha, el youtuber no ha recibido ninguna denuncia ni demanda judicial.

Probablemente, exista un mayor número de víctimas que el conocido durante la actualidad, si bien el temor a las represalias y la presión de miembros de la organización ha provocado que hasta el día de hoy sean muchas las personas afectadas que guardan silencio. Se espera que ahora que se ha iniciado el procedimiento judicial paulatinamente vayan añadiéndose más denunciantes a medida que pierdan el miedo inicial que sentían.

Al respecto de esto, en muchas ocasiones han sido los propios familiares los denunciantes debido a que sus hijos e hijas, las víctimas, siguen sin reconocer la estafa, dado que como señalan fuentes policiales «Los menores no son conscientes de que son víctimas de un engaño y aún creen que pueden ganar mucho dinero».

Se espera que sea un procedimiento largo. Por desgracia, las víctimas solo podrán ver reparados sus daños al terminar el proceso judicial, por lo que todavía no se les ha devuelto el dinero, que sigue en manos de los presuntos estafadores. Éstos, por su parte, han seguido publicando contenido de sus ostentosas vidas en redes sociales desde que salió la noticia de su supuesto fraude.

Del mismo modo, con un escueto «todo fue un invento. Seguimos», justificaron ante sus seguidores su detención por parte de la Policía Nacional. En la actualidad, tras la intervención policial fueron puestos en libertad y, al parecer, siguen con su actividad, dado que tendrán un encuentro presencial en Barcelona entre el 8 y el 10 de abril, tal y como se puede consultar en su web oficial.

Conclusiones

La presunta estafa de IM Mastery Academy, además de ser relevante por su magnitud, también es importante ya que manifiesta, de cierto modo, el espíritu de una época, de un tiempo en el que para mucha gente joven es más fácil creer en promesas financieras utópicas que en la función de los Estados democráticos.

Así, se tiende a considerar al Estado como autoritario por su capacidad recaudatoria y a este tipo de «nuevos emprendedores» como máxima expresión de la libertad de aquellos que «quieren ser sus propios jefes».

Al intentar comprender el éxito de este tipo de estafas, no se puede dejar de reflexionar acerca de que en un mundo en el que el presente es incierto y el futuro ya no parece tener el encanto de antes, la promesa de autonomía financiera a partir de operaciones digitales es uno de los pocos relatos capaces de generar ilusión y sensación de progreso entre la gente joven,. Quizá por eso triunfa tanto, y quizá por eso es aprovechado por personas con malas intenciones.

Una mentalidad que está siendo, además, muy difundida por ciertas corrientes de la extrema derecha, a la que le interesa atacar los servicios públicos y las políticas fiscales y fomentar ideas individualistas y la farsa de la «cultura de la meritocracia». Esto se ha visto en la «derecha alternativa» o alt-right y en el pensamiento «libertariano», donde la gente más joven está siendo seducida por las supuestas ideas antisistema de rebelarse contra el establishment a través de ideas de libre mercado.

Pseudociencias, antivacunas, conspiraciones, criptomonedas, NFTs, competitividad, meritocracia, individualismo, antipolítica… un cóctel perfecto para mantener engañada a toda una generación de jóvenes, ya sea mediante estafas piramidales, sectas coercitivas o proyectos políticos radicales para fines particulares.

Para revertir esto no hay fórmulas inequívocas. No obstante, sí parece necesario que el Estado pueda ofrecer respuestas a los problemas concretos de la gente, dado que de lo contrario la confianza depositada en él se desplazará hacia otro tipo de instituciones privadas, como ha ocurrido con IM Mastery Academy. Así, a la utopía tecnológico-financiera solo se le puede dar respuesta desde la política entendida como gestión de las pasiones, voluntades y necesidades cotidianas.

En este sentido, existe una conexión entre este tipo de sectas y la extrema derecha, puesto que ambas se basan en la deslegitimación de los consensos sociales y se aprovechan de momentos de crisis e incertidumbre para tratar de imponer su relato.

Es necesario que la política cumpla con su función social y muestre que otro modelo económico no basado en la especulación es posible, dado que, de lo contrario, el actual modelo económico aumentará todavía más su incidencia en la vida de las personas y terminará por devorar cualquier forma efectiva de política.

Referencias
  • Carles Tamayo, el youtuber que destapó IM Academy. Autor: Carles Tamayo. Fuente: carlestamayo.com / Imagen cedida